Ante la expansiva influencia de China en América Latina y la invasión a Ucrania, Europa ha anunciado un “nuevo comienzo” en su relación con las Américas, incluyendo un enfoque más tolerante con las dictaduras criminales de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció un masivo plan de inversión para la región de más de 50 mil millones de dólares mediante el programa Global Gateway. Suena parecido a la Ruta y la Franja China.
Un nuevo comienzo. La Cumbre Bruselas dejó claro que existe un cambio de mirada hacia Latinoamérica. Ahora se pone el foco en las cadenas de suministros, comercio, inversiones, cambio climático y energías renovables.
Los autócratas se salieron con la suya. Los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela fueron legitimados, sacaron del radar la crisis democrática, priorizaron la agenda comercial y vetaron al Presidente de Ucrania.
Nicaragua
Daniel Ortega recompuso su relación con Europa. Nicaragua envió una delegación a la Cumbre, recibió el beneplácito de su embajador y eliminó de la agenda sus 355 asesinatos. Todo en tiempo récord.
Para malestar de Ortega, más de 160 nicaragüenses y una veintena de organizaciones internacionales solicitaron a la UE-CELAC la creación de un Grupo de Amigos de Nicaragua. Un esfuerzo cuesta arriba pero encomiable.
Venezuela
El régimen de Maduro tiene un récord de 8,900 crímenes de lesa humanidad, 300 presos políticos, 7.2 millones de refugiados y miles de desaparecidos. Pese a esto, la sancionada Delcy Rodríguez llegó a Bruselas alegremente.
Cuba
La dictadura comunista con más de 1,000 presos políticos y 64 años en el poder también asistió al encuentro UE-CELAC. Miguel Díaz Canel, el monigote de Raúl Castro, quiere más euros y menos democracia.
La Unión Europea cedió mucho a cambio de poco
Las cosas han cambiado y cambiado para mal. Tras 8 años desde la última Cumbre UE-CELAC, la pandemia del COVID y la guerra en Ucrania, hoy existen más dictaduras y menos democracias.
La influencia política y comercial de las tiranías de China y Rusia en las Américas ha incrementado exponencialmente. Europa se vio obligada a resetear su política exterior. Ha tenido que ceder. Quizás demasiado.
La guerra en Ucrania lo ha cambiado todo. Hay un interés desesperado y desproporcionado por recomponer la relación con Latinoamérica, incluso a costas de sacrificar la defensa de los derechos humanos en altar del pragmatismo.
La Cumbre de la vergüenza. Este ha sido un encuentro estratégico para reformular la interacción de la UE-CELAC en tiempos de guerra, postpandemia y reestructuración del mercado. Ojo, a un costo muy alto.
Las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela se frotan desde ya las manos ante los 50 mil millones de dólares anunciados por la UE. Los tiranos han ganado impunidad, legitimidad y una jugosa tajada del pastel financiero.
¿Cuáles serán las repercusiones de este reacomodo de la política exterior de la Unión Europea? ¿Vendrán tiempos de prosperidad y democracia? ¿Surgirán nuevas dictaduras? La respuesta usted ya la sabe.
*El autor es periodista exiliado, ex embajador de Nicaragua ante la OEA y ex miembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).
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