El ex presidente de la República de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) ha propuesto al pueblo boliviano “LA CONSTITUCIÓN DE TODOS”, un proyecto para “garantizar el imperio de la libertad y la equidad” y “evitar que la lucha por el poder se desarrolle al margen de la democracia y sus instituciones”. Se trata de una generosa iniciativa para retornar la institucionalidad a Bolivia, refleja su formación humanista, gran experiencia política y el estadista que aumenta su legado para el pueblo boliviano.
Goni es un filósofo formado en la Universidad de Chicago, guionista de cine, emprendedor y empresario con gran éxito en la minería. Fue diputado nacional, senador y luego ministro del presidente Víctor Paz Estenssoro para terminar -a partir de 1985- la hiperinflación de más del 20.000% a la que habían llevado a Bolivia las dictaduras militares y el populismo de izquierda. Pusieron en marcha la “nueva política económica” que determinó la estabilidad y crecimiento del país mientras duró la democracia precisamente interrumpida con el golpe de estado del 17 de octubre de 2003 que no le permitió completar su segundo mandato presidencial y lo llevó al exilio.
Ganó las elecciones de 1989 pero perdió la presidencia por fraude ejecutado por un órgano electoral politizado cuya mayoría -llamada “la banda de los 4″- alteró públicamente los resultados. Los recursos constitucionales que debieron evitar tales crímenes nunca fueron procesados por una Corte Suprema de Justicia también manipulada. Quedó como jefe de la oposición con una bancada parlamentaria sólida y dedicó los 4 años siguientes a estudiar y preparar la mejora institucional. Como opositor logró que las cortes electorales sean imparciales y consensuó una ley de reforma de la Constitución.
Goni ganó nuevamente las elecciones de 1993 y esta vez fue presidente. En el periodo de oposición, entre 1989 y 1993 dirigió y financió equipos de trabajo, en especial el de la reforma constitucional con expertos nacionales y extranjeros con participación pluralista. Ahí nació el contenido que luego integró la reforma constitucional concretada el año 1994 que él promulgó. Esta reforma solo dejó fuera la propuesta del parlamentarismo que estaba estudiada y hecha, pero fue frenada por la desconfianza de aliados políticos y la condescendencia del ejecutivo, que a la vista de la historia fue un gran error. Se instituyó el parlamentarismo en el sistema municipal, pero el nacional permaneció presidencialista.
El gobierno de Sánchez de Lozada 1993 a 1997 fue extraordinario por la reforma consensuada de la Constitución Política, el reconocimiento y operación de políticas de Estado en política económica, la lucha contra el narcotráfico, protección del medio ambiente y por la aprobación de la capitalización social con el Bonosol, la participación popular, el sistema regulatorio, la vigencia del estado de derecho, el impulso a la educación, la ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria que estableció los más grandes parques nacionales, la lucha contra la discriminación, la descentralización, la unidad en la diversidad.
Goni ganó las elecciones de 2002 pero recibió un país en crisis institucional, con pérdida de autoridad, crisis económica, desestabilizado y además tuvo que formar una coalición muy amplia y organizar un gobierno débil. Internacionalmente se estaba produciendo el avance silencioso de populismo bolivariano hoy socialismo del siglo XXI o castrochavismo. Intentaron asesinarlo en Febrero de 2003 y con felonía lo derrocaron en octubre de 2003. Luego suplantaron la República con falsificaciones y crímenes que dieron lugar a la constitución del estado plurinarional o estatuto de la dictadura que hoy divide y oprime al pueblo de Bolivia.
Este breve marco de referencia es imprescindible para entender la propuesta de LA CONSTITUCIÓN DE TODOS. Sánchez de Lozada es un estudioso, un líder serio, definido como “experto de expertos”, que pide ayuda y dirige a los que saben y en los que busca los mejores resultados. Es lo que ha hecho ahora con Kozolchyk National Law Center. Siempre fue así. Propone y el mismo contradice, acepta aportes, llega a conclusiones para desarmarlas y empezar nuevamente en práctica filosófica de dialéctica hegeliana y silogística aristotélica.
Una “propuesta” es “un proyecto una idea”, es “un concepto, un plan sometido a discusión para su análisis”. La genialidad de la propuesta de Goni es que sin escribir la palabra dictadura plantea un remedio para la concentración del poder, la desinstitucionalización, las violaciones a los derechos humanos y a la libertad, la falta de estado de derecho, las elecciones fraudulentas, la desaparición del voto universal, la toma del poder por el crimen organizado y más. Por eso la furia de la dictadura y sus opositores funcionales en sus respuestas, y la cerrada negativa a considerar un trabajo fundado en la libertad, la democracia y la equidad que busca la unidad del pueblo boliviano en la diversidad que es su riqueza.
La propuesta no conviene a los que detentan el poder en la dictadura ni a sus socios que fungen como oposición porque los pone en evidencia y acaba su festín. La propuesta es para el pueblo que si la reclama. Es una buena propuesta, no es completa ni perfecta como lo manifiesta el mismo autor, es la llama de la libertad bien planteada y formulada.
El parlamentarismo es sin duda una necesidad y está bien planteado y diseñado para la idiosincrasia boliviana. En mi opinión, además de parlamentarismo, es imprescindible la federalización de Bolivia. Un estado parlamentario y federal completa el trabajo de Goni. Ese es un tema de fondo y hay muchos de detalle, pero “La Constitución de Todos” es una llama encendida -por un estadista patriota- que nadie podrá apagar.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Insrtitute for Democracy
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