Ha fracasado Luis Ignacio Lula da Silva utilizando la presidencia de Brasil para incorporar como política al crimen organizado con el dictador de Venezuela Nicolás Maduro, ha fracasado nuevamente UNASUR como mecanismo de manipulación dictatorial y se ha producido una derrota histórica de la democracia al socialismo del siglo XXI o castrochavismo confeso como organización delictiva y no política.
Para entender lo que hace Lula da Silva como presiente de Brasil hay que recordar quién es Lula. Es el fundador -con Fidel Castro- del Foro de Sao Paolo, creado para sostener a la dictadura de Cuba ante la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética. El carácter conspirativo del Foro de Sao Paolo está expresado en su objetivo de multiplicar los ejes de confrontación para dar vida al derrotado comunismo y continuar su agresión contra la democracia con narrativa de antiimperialismo.
Fallecidos Hugo Chávez y Fidel Castro, Lula es el único jefe vivo del socialismo del siglo XXI o castrochavismo creado en 1999 como movimiento populista bolivariano bajo el mando de Chávez, quien puso la riqueza venezolana para rescatar la dictadura de Cuba, llevando a Lula a la presidencia de Brasil. Lula presidente se convirtió en contratista de médicos esclavos de Cuba y principal del caso más grande de corrupción trasnacional denominado “Lava Jato”, que consistió en el uso de fondos de Brasil por medio de empresas brasileras para hacer contratos en todos los países señalados por Chávez y Castro. Los sobreprecios, las coimas, la manipulación criminal y muchas obras ni siquiera realizadas, marcaron el escándalo mundial que llevó a Lula a la cárcel.
La Unión de Naciones Suramericanas UNASUR fue articulada por Hugo Chávez el 8 de diciembre 2004, firmándose un tratado constitutivo el 23 de Mayo de 2008 que entró en vigor el 11 de marzo de 2011, para promover el sistema del socialismo del siglo XXI y soporte a la expansión dictatorial. En abril de 2018 Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú suspendieron su participación, Colombia anunció su salida en agosto de 2018, Ecuador, Argentina, Brasil, Chile y Paraguay en marzo y abril de 2019 y Uruguay en marzo de 2020.
Con las presidencias de López Obrador en México, Fernández/Kirchner en Argentina, Castillo en Perú, Boric en Chile, Petro en Colombia y Lula en Brasil, aparecen los “gobiernos paradictatoriales”, que he definido como “gobierno dirigido por un presiente electo en un país en democracia, que sin embargo ignora los crímenes de los regímenes dictatoriales y contribuye a sostenerlos”.
Reelecto Lula como presiente de Brasil se reunió con el presidente de Argentina Alberto Fernández y el 7 de abril de 2023 ambos anunciaron su reincorporación a UNASUR, el 30 de mayo de 2023 lo hizo Gustavo Petro por Colombia. En este marco Lula convocó a la denominada cumbre para resucitar UNASUR el 30 de mayo 2023, invitando a los presidentes de países que se habían retirado, con la trampa de su invitado central el reo Maduro.
Esta resumida historia demuestra que UNASUR es uno de organismos creados por el castrochavismo, que nunca cumplió objetivo alguno ni tiene manera de hacerlo y que fue usado por Lula en complicidad con Fernández de Argentina,
Petro de Colombia y Arce de Bolivia para lavar al dictador de Venezuela. Por lo sucedido con Boric de Chile se infiere que éste no conocía tal propósito o que “la desmesura de Lula” lo hizo reaccionar.
Los crímenes del dictador Nicolas Maduro y su régimen son los de la dictadura de Cuba, que es la dictadura jefe que se ha expandido y controla el sistema de “terrorismo de Estado”, la desaparición de todos los elementos esenciales de la democracia, la metodología de presos y exiliados políticos, de tortura y asesinatos, crímenes de lesa humanidad, corrupción, traición a la Patria, enriquecimiento ilícito, narcotráfico y establecimiento de narcoestados, impunidad, manipulación judicial, extorsiones y más. Venezuela es la plataforma principal de Cuba y Bolivia y Nicaragua las dictaduras satélites, con las mismas características y crímenes. Un grupo de crimen organizado trasnacional definido por la Convención de Palermo.
Calificar de “narrativa” los crímenes de lesa humanidad, torturas, más de 7 millones de venezolanos desterrados, los asesinatos, presos políticos, el narcotráfico y el narcoestado, los delitos de acción continuada y periódica, de perpetración reiterada, como lo ha hecho Lula para lavar a Maduro, es algo que solo lo puede hacer el único fundador vivo de la organización criminal castrochavista.
El estrepitoso fracaso de Lula en la maniobra de politizar al dictador Maduro es derrota histórica del socialismo del siglo XXI o castrochavismo que no es un grupo político sino organización de crimen organizado transnacional.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy
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