Perú, el país con mayor brecha de género en la región

Según el informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las peruanas ganan en promedio 27.4% menos que los varones. ¿Qué patrones influyen en ello? La socióloga Yolanda Roca ensaya una respuesta

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Para ponernos en el contexto latinoamericano, la brecha promedio (es decir, la distancia que separa a hombres de mujeres) es de 7 % a favor de los hombres en todos los ámbitos. En Perú, la cifra es aún mayor, 10.8%, lo que hace que nuestro país posea la mayor brecha de género de la región.

A la luz de los avances que se han logrado en nuestro país en materia de la incorporación de las mujeres en los diferentes ámbitos no se ve aún reflejada en los ingresos que ellas perciben. Nuestras mujeres enfrentan una serie de barreras en el mundo laboral, uno de los aspectos donde más se evidencian las inequidades de género.

Según el informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las mujeres ganan en promedio 27.4% menos que los varones, pese a que ya existe una ley que prohíbe la discriminación remunerativa entre hombres y mujeres (N°30709).

No obstante, una de las labores de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) es hacer seguimiento y fiscalización en las empresas para hacer cumplir esta ley y evitar discriminación de salarios directa o indirecta por trabajos iguales o similares y también por trabajos distintos, pero con un valor similar.

Desde el 2020 hasta marzo del 2023, esta entidad ha emitido 106 actas de infracción salarial a las empresas privadas. También se han realizado en este período más de 254 inspecciones en materia de igualdad salarial. Aquí las empresas deben tener una política transparente de salarios en la que los candidatos y candidatas de antemano sepan cuánto van a ganar por el puesto a laborar para evitar discriminaciones salariales por género.

Las brechas de género en el mercado laboral peruano aún persiste debido a que aún se mantienen prejuicios y malas creencias sobre el rol de la mujer.
Las brechas de género en el mercado laboral peruano aún persiste debido a que aún se mantienen prejuicios y malas creencias sobre el rol de la mujer.

Si tenemos la apuesta de trabajar por la equidad, es importante que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables lo pueda trabajar coordinadamente con el Ministerio de Trabajo y Producción.

Es importante resaltar que la participación de la fuerza laboral femenina en nuestro país ha pasado de un 54% a un 70% entre los años 2000 al 2019, en un contexto de pre pandemia. Debo precisar que las mujeres ocupan mayoritariamente, puestos de servicios y comercio; en este sentido los años 2020 y 2021 fueron nefastos para su desarrollo, debido a la pandemia, pues justamente fueron esto sectores, los que fueron afectados profundamente, agudizándose así las brechas de género. Su posterior reinserción ha sido y es lenta.

Según un estudio realizado por Centrum PUCP, la distribución de las tareas del hogar sigue siendo la misma; es decir son las mujeres las que siguen teniendo una mayor carga de trabajo doméstico y el cuidado de niños, niñas y adultos mayores en comparación con los varones. Dichas tareas productivas no son remuneradas.

Este estudio señala que las mujeres jóvenes de estratos socioeconómicos altos también se dedican al cuidado del hogar, por supuesto que en menor medida que las jóvenes de estratos socioeconómicos bajos. La situación determina la prevalencia que existe en las actividades productivas no remuneradas en todos los sectores socioeconómicos.

Según este mismo texto, las mujeres dedican el 38% de su tiempo a realizar actividades productivas no remuneradas, mientras que los varones solo le dedican un 24% de su tiempo. Este patrón cultural influye en que muchas veces las mujeres tomen trabajo de medio tiempo o por horas ya que además tienen la responsabilidad de atender en sus casas. O como ocurre con este otro gran sector de la población femenina que labora en el mercado informal, donde ya sabemos que no gozan de beneficios sociales ni son sujetas a créditos bancarios.

Es importante resaltar que los puestos donde se gana mayor dinero están ocupados por hombres; la rama de ingenierías minera, metalúrgica y de petróleo, estadística, ciencias de la computación, agro negocios entre otros.

A pesar que el número de egresados de las universidades es mayoritariamente femenino, no necesariamente escogen estas carreras. Es importante romper estereotipos de género en el ámbito académico e ir promocionando sostenidamente a través de los diferentes Ministerios, la elección de “carreras estudiadas por varones” ya que son las que ofrecen mayores ingresos.

Si queremos seguir avanzando en la lucha de lograr una igualdad en los salarios debemos de quitarnos los prejuicios y mitos que se han construido alrededor ―de por el único hecho de ser mujer deban ganar menos—, o si es que tiene hijas e hijos pequeños no se la tome en cuenta.

Insisto en que es necesario implementar desde las políticas públicas independientemente a que ingrese un gobierno de turno, políticas de cuidado hacia nuestros niños y niñas en alianzas con las empresas públicas y privadas, para que nuestras mujeres utilicen su tiempo en capacitarse en herramientas digitales entre otras alternativas y, de esta manera, promocionar su empleabilidad en un mercado formal y más equitativo.

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