El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud y es una oportunidad para que motivemos la conversación en torno a los desafíos de la salud presente y futura. La gran mayoría de personas cree que este tema gira en torno a dar soluciones reactivas ante las enfermedades, pero ¿qué pasaría si, desde ahora, empezamos a ver la salud de manera preventiva?
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al 54 % de la población le preocupa la falta de higiene adecuada en los centros de atención médica, llámese postas o locales primarios de atención médica, pero además el 67 % experimenta una gran barrera para vivir de forma más saludable. Entonces, ¿cómo podemos mirar, en un futuro, la higiene y la salud?
Para nosotros es educar sin tabúes. Según nuestra Encuesta Global de Higiene y Salud 2022, tan solo el 15% de las mujeres ha aprendido sobre la menstruación en las escuelas. Sin embargo, la cifra se cuadruplica (58 %) cuando las mujeres que menstrúan piensan que las escuelas deberían participar más en la salud menstrual. De ahí la importancia de generar en las escuelas espacios de diálogo y educación para reducir la vergüenza y la renuencia a discutir las áreas de salud e higiene.
En este aspecto, es clave y trascendental la participación de todos los actores, para implementar estrategias que fortalezcan la educación y hablar con libertad de temas como la menstruación desde edades tempranas. Es por eso que nosotros desde hace 20 años, con nuestro programa colegios, hemos educado a cientos de miles de niños, niñas y adolescentes con la marca Nosotras®, sobre los cambios que se presentan en la pubertad y temas relacionados con la salud en Perú.
Para algunos la solución está en entregar artículos de higiene y si bien es importante que todos tengan acceso a estos, lo básico e indispensable es priorizar la educación para el futuro de la salud y el bienestar. Desde Essity, empresa de origen sueco líder mundial en este ámbito, lideramos un diálogo global para generar en las personas, conciencia sobre temas tan elementales, percibidos en algunos países, como el Perú, como un estigma social como la menstruación o la incontinencia.
Nuestra ambición es clara: desarrollar las soluciones de higiene y salud del mañana mientras rompemos barreras por el bienestar. Al mismo tiempo trabajamos en la promoción de la salud y en la mejora de la educación, lo cual es crucial en una sociedad que experimenta un aumento demográfico rápido y una disminución de presupuestos de salud.
En el mundo son 100 millones de personas que se ven sumidas en la pobreza por los gastos que implica costear la atención de salud. Solo en el Perú, según el Ministerio de Salud, son 25.319 949 personas afiliadas al Seguro Integral de Salud (SIS), siendo Lima Metropolitana la que cuenta con una mayor cifra de afiliados. Por eso es clave pensar, en corto plazo, cómo abordar esta situación y plantear respuestas que promuevan la educación en temas clave de salud.
Ese es nuestro objetivo en Essity, trabajar para difundir el conocimiento, crear conciencia y capacitar a las personas para abordar la higiene como un tema cotidiano. De esa manera eliminamos los tabúes y podemos aportar al futuro de la salud.