Con la aprobación de la reforma del INE (Instituto Nacional Electoral ) el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha iniciado el secuestro del derecho a la autodeterminación. Se instalará una autoridad electoral vasalla del ejecutivo y como tal divorciada de la función de toda autoridad electoral que es la salvaguarda del derecho a la autodeterminación. Se inicia así el camino de regreso a la dictadura perfecta.
Curiosamente han sido dos premios nobeles de literatura quienes avizoraron esta hecatombe mucho tiempo atrás. Octavio Paz en las postrimerías de su vida expresó profunda preocupación por sucesos como el secuestro del derecho a la autodeterminación perpetrado por Manuel Noriega en Panamá quien desconoció los resultados electorales de 1989 que daban la victoria por avalancha a Guillermo Endara. En esa oportunidad Paz indicó que el derecho a la autodeterminación era el pilar sobre el cual se fundamentaba la democracia. Cuando ese derecho se conculcaba cesaba de existir la democracia y abundando dijo “…en su expresión más simple y esencial, la democracia es diálogo, y el diálogo allana el camino para la paz. Sólo estaremos en condiciones de preservar la paz si defendemos la democracia” Según el de ese principio se desprenden otros tres que definen la vida en democracia. “El primero es buscar incansablemente todas y cada una de las posibilidades de diálogo con el adversario… el segundo es no ceder ni a la tentación del nihilismo ni a la intimidación del terror. La libertad no es simplemente una condición previa de la paz, sino una consecuencia: las dos son indisolubles. El tercer principio es reconocer que la defensa de la democracia en nuestro propio país es inseparable de la solidaridad con quienes luchan por ella en países totalitarios o bajo las tiranías y dictaduras militares de América Latina…”. En síntesis Octavio Paz dibujó los perfiles del neo autoritarismo que encarna Andres Manuel Lopez Obrador quien ha destruido el diálogo, manipula el terror contra sus oponentes y se solidariza con las trasnochadas autocracias de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
México retorna así a lo que otro premio Nobel de literatura describió con brillo como la dictadura perfecta. Según Vargas Llosa “La dictadura perfecta no es la Cuba de Fidel Castro: es México, porque es una dictadura de tal modo camuflada que llega a parecer que no lo es, pero que de hecho tiene, si uno escarba, todas las características de una dictadura.”
Los espacios económico y político de esa dictadura perfecta fueron desensamblados por Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo quienes quisieron legar a los mexicanos del siglo XXI un país en vías de construcción democrática. Así se abrieron las puertas del libre comercio para crear competencia y competitividad en el sector empresarial mexicano. También se tomó en serio la integración latinoamericana creando proyectos de desarrollo conjunto en Centro América y el Caribe. Se separaron las elecciones y se construyó una autoridad electoral independiente respetada por todos los mexicanos. Pero estos planes fallaron en solo aspecto también identificado por Octavio Paz. No hubo un esfuerzo serio por parte de ningún líder político de restructurar el PRI. Y así como Acción Democrática en Venezuela lideró la conspiración contra la modernización política y económica de Carlos Andrés Pérez los dirigentes tradicionales del PRI se reagruparon detrás de Lopez Obrador para dar al traste con la democratización de México. Las consecuencias serán realmente trágicas porque en México el otro factor de poder que son las mafias de la droga saben entenderse mejor con dictaduras que con democracias.
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