Si quieres, no la llamamos Educación Sexual, si eso te provoca rechazo, miedo o, simplemente, no te gusta. Si quieres, no la llamamos así; pero te pregunto, ¿la necesitamos?, en el Perú, con nuestra realidad, ¿la necesitamos? Compartiré dos datos contigo que pueden ayudarnos a pensar juntos sobre su importancia.
En el año más álgido de la pandemia, el 2020, el Perú tuvo más partos en niñas menores de diez años (22), siete en 2021 y dos en lo que va del 2022. En los últimos cinco años fueron 45 partos, según el Registro de Nacido Vivo (CNV) del Ministerio de Salud. Aún con la probabilidad de subregistro, vemos datos reales y preocupantes, asociados a causas como: violencia sexual, matrimonio infantil forzado, trata de niñas, entre otras. Ahora bien, entre el 2018 y 2022, 6 178 niñas de 11 a 14 años tuvieron un parto, los números son alarmantes. Asimismo, 236 141 adolescentes de 15 a 19 años (CNV).
Por otro lado, la Defensoría del Pueblo ha indicado que, en febrero de 2022, 397 niñas, niños y adolescentes fueron reportados como desaparecidos. De esta cifra, 329, es decir, el 87%, eran niñas y adolescentes mujeres, lo cual reafirma la mayor vulnerabilidad que presenta una mujer como consecuencia de la violencia de género; dicha cifra representa también el 69 % del total de mujeres desaparecidas en todo su ciclo de vida. Asimismo, la Defensoría indica que durante febrero de 2022, 149 mujeres adultas fueron reportadas como desaparecidas, un 6 % más que el mes anterior. Este aumento se observó principalmente en las regiones: Callao, La Libertad, y Áncash, ¿existe una fórmula para erradicar estos problemas que agobian a las niñas, niños, adolescentes y mujeres?
Probablemente no existe una única forma, probablemente necesitamos de un enorme programa multisectorial, con enfoque territorial, asignación presupuestal basada en evidencia, orientada a resultados, y además con un escenario de voluntad política que permita trabajar en favor de este prioritario grupo humano ¿Muy complejo, no? En realidad, ya lo tenemos, en el país, se hacen enormes esfuerzos para ello, pero… ¿muy complejo, no?
Una herramienta básica con la que contamos, de fácil acceso, que surge desde el sector Educación son los Lineamientos para la implementación de la Educación Sexual Integral o la educación integral (si prefieres llamarla así) Esta cuenta incluye componentes de sexualidad que permiten que niñas, niños y adolescentes conozcan su cuerpo y sus cambios, conozcan los límites permitidos, prevengan situaciones de violencia y comuniquen si están pasando alguna situación similar, mantengan relaciones saludables, se empoderen a través del conocimiento y la toma de decisiones correctas para sus planes de vida y eviten una situación de embarazo no planificado. Aunque no es la única estrategia, la educación ha permitido que las sociedades proliferen, y crezcan científica y moralmente.
Preguntémonos entonces, ¿queremos un país libre de violencia, donde toda su gente se desarrolle y alcance el mayor éxito posible? Yo creo que sí, queremos un país con menos pobreza y con mayor índice de desarrollo. Entonces, eduquemos con Educación Sexual Integral, para que todas y todos tengan la oportunidad de decidir, de prevenir embarazos no planificados, ITS, muertes maternas, violencia, y elegir el camino que desean tomar. Demos la oportunidad a cada niña, niño, adolescente y mujer del país, de ser felices. ¡Sin miedo!
SEGUIR LEYENDO