Una carta abierta a la Unión Europea

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Un adolescente colono judío camina junto a una bandera israelí en Givat Eviatar, un nuevo puesto de avanzada de colonos israelíes, cerca de la aldea palestina de Beita en la Cisjordania ocupada por Israel el 23 de junio de 2021. REUTERS/Amir Cohen
Un adolescente colono judío camina junto a una bandera israelí en Givat Eviatar, un nuevo puesto de avanzada de colonos israelíes, cerca de la aldea palestina de Beita en la Cisjordania ocupada por Israel el 23 de junio de 2021. REUTERS/Amir Cohen

París, 3 de octubre

Abba Eban, el primer diplomático internacional de Israel, representó al nuevo Estado en la Partición Territorial de la ONU de 1947. Los judíos aceptaron de mala gana ese plan, los árabes lo rechazaron. De haberlo aceptado, ellos también habrían celebrado 75 años de independencia.

El Proceso de Oslo iniciado en 1993 -poniendo fin a la primera Intifada y creando un nuevo marco para la Paz-, fue aceptado por Israel, pero no fue suficiente para “Palestina”, que la hizo estallar con la segunda Intifada terrorista.

Egipto y Jordania convirtieron la guerra contra Israel en una paz difícil, la que aún se mantiene viva en beneficio de todos gracias a sus líderes.

En una reunión preparatoria para la Conferencia de las Naciones Unidas contra el Racismo a celebrarse en Durban en 2001, explicábamos cómo la “negación del Holocausto” era una forma de “antisemitismo”. Desde atrás mío, sentí un susurro en mi oído: “Shimon, si nos das Palestina, te daremos el Holocausto”. Se trataba de un funcionario de los llamados abogados de Al-Haq, organización recientemente catalogada por Israel en su lista de terroristas.

Un amigo holandés tomó una foto de aquél instante, capturando mi rostro horrorizado.

Avancemos rápido hasta la reactivación del Acuerdo de Asociación Unión Europea (EU)-Israel, que cubre la investigación, el desarrollo, el comercio y aborda el tema del BDS (Movimiento de Boycot, Desinversión y Sanciones contra Israel) en el marco de la nueva atmósfera de los Acuerdos de Abraham. Éstos últimos han puesto el progreso de las relaciones árabe-israelíes bajo una luz destacada, particularmente para contrarrestar las amenazas iraníes a la región, dejando el tema palestino muy atrás.

El jefe de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. REUTERS/Yves Herman
El jefe de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. REUTERS/Yves Herman

Al parecer, Josep Borrell -Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad-, ha resurgido los intentos de renovar el JCPOA (Plan de Acción Integral Conjunto) respecto al programa nuclear de Irán. Aparentemente ahora, Borrell tomó a su cargo la cuestión palestina.

La agenda palestina también cuenta con el apoyo de Amnistía Internacional y de Human Rights Watch, que están intentando presionar en la reunión UE-Israel con el reclamo de “Apartheid”. Éstas así llamadas ONG’s parecen temer que la paz en el Medio Oriente redunde en una pérdida de atención y de ingresos para ellas mismas.

La mejora de las relaciones UE-Israel a través del Consejo de Asociación será beneficiosa para el área euro-mediterránea en general, fomentando la cooperación en los campos de la tecnología, la salud, la energía, el medio ambiente, la economía y otros.

En cuanto a los líderes palestinos, una vez más, (como dijera el ex Canciller de Israel Abba Eban) “¡nunca pierden la oportunidad de perder una oportunidad!”.

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