A pesar de que el panorama económico en América Latina no es tan favorable como en años anteriores, producto de la guerra entre Ucrania y Rusia que impacta en el precio de la energía, además de un incremento considerable de la inflación, la mayor de la última década, entre otros, no es buena idea contraer nuestro nivel de inversión, sobre todo para quienes todavía tienen en mente incrementar su riqueza.
Si bien es cierto estamos en una situación de incertidumbre, con lo cual debemos tener un fondo de emergencia de por lo menos 3 meses que nos apoye en esta situación, es importante destacar que, si contamos con dinero colocado en diversos fondos de inversión, no será sano retirarlo, por el contrario, hay más riesgo de que pierda su valor.
Incrementar tu riqueza o hacerse rico es un hábito más que una utopía. De hecho, en distintas conversaciones que he podido tener con empresarios e inversionistas que asesoramos en distintos rubros en la red internacional Alligare, que reúne a más de 200 transnacionales en distintas partes del mundo, hemos coincidido en que hay dos acciones indispensables para comenzar a crecer nuestros fondos: las inversiones en ETF y el mercado inmobiliario.
Un exchange-traded fund (ETF por sus siglas en inglés) brinda la oportunidad de invertir en una cartera de títulos valores como acciones o bonos. Una de las más importantes para los inversionistas es Standard & Poor’s 500, también conocido como S&P 500, cuya rentabilidad promedio anual es de 8.5 % desde hace varias décadas.
Como es un promedio, esta cifra puede variar. Por ejemplo, en el año 2008 cuando ocurrió la crisis inmobiliaria de Estados Unidos, el S&P 500 tuvo una caída del 40%. Es decir, si tenías 100 mil dólares invertidos, ese capital se redujo a 60 mil.
En un escenario como ese es importante no caer en el pánico. Si bien es una situación difícil, solo será un fracaso si se retira el fondo o vende la acción, que es más que seguro tendrá una recuperación en el transcurso del tiempo.
Sin embargo, ocurre una situación paradójica, pues muchas personas retiran o venden sus fondos, lo cual le genera pérdidas. Pero, cuando todo empieza a subir, temen quedarse fuera y muchas veces cometen el error de empezar a invertir cuando está alto el valor de una acción, una criptomoneda o un ETF. Todo lo que sube tiene que bajar y viceversa. Lo último que se debe hacer en una caída es irse, porque los fondos en un momento van a subir.
Otro concepto importante que una persona debería saber es el interés compuesto, el interés sobre el interés. Si se ahorra 1000 dólares en el primer año y tienes una rentabilidad del 10%, el siguiente año tendrás 1100 dólares. Al año siguiente iniciarás con 1100 dólares y se incrementará a 1210 y así sucesivamente.
El poder del interés compuesto es increíble. Según los cálculos que he podido hacer, con el S&P 500 a un 8.5 % anual (desde los años 20 hasta la actualidad), si una persona ahorra 500 dólares mensuales, en 35 años ese ahorro se convierte en más de 1.1 millones. Es una de las formas más seguras de ser millonario, es un hábito. Toma tiempo sí, pero da resultados.
El segundo tipo de inversión indispensable es en inmuebles. Muchas personas lo hacen, pero algunas desconocen las ventajas que tiene para volverse ricos. Si bien es necesario capital, la clave está en el apalancamiento. Por ejemplo, si pido un crédito de 200 mil dólares, con el 10 % de inicial (puede ser menos dependiendo el país) es posible obtener el activo.
Para eso es importante un concepto: tener una cuota fija, así se pagará lo mismo todos los meses. Sugiero que el plazo del crédito tenga un periodo de 20 a 30 años, la idea es prorrogarlo lo máximo que se pueda. Seguro se preguntarán por qué, y es porque se debe tomar en cuenta la inflación.
Si adquiriste un inmueble hace 15 o 20 años, la cuota que pagas en la actualidad probablemente no sirva ni para arrendar una habitación.
Hace una década el sueldo mínimo en Perú era la mitad de hoy, teniendo exactamente el mismo poder adquisitivo o menos (lo mismo ocurre en todo el mundo).
Muchas personas quieren dar una gran suma de dinero para pagar la inicial y pagar en menos tiempo la deuda para evitar los intereses. Pero no toman en cuenta la inflación y valoración del inmueble. El dinero pierde valor y la propiedad aumenta.
Diversas estadísticas señalan que cada 20 años se duplica el valor de un inmueble. Así que, si hoy se adquiere uno de 200 mil, en unos años valdrá 400 mil.
Cierro esta primera colaboración con Infobae resaltando que millonario no es una persona que tiene un millón de dólares en el banco, sino quien posee más de un millón en activos.
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