Nicaragua es el único país de América Latina que participa en Vostok 2022, los polémicos ejercicios militares coordinados por la Federación Rusa del 1 al 7 de septiembre de este año.
Los llamados juegos de guerra cuentan con la participación de una docena de países como China, India, Siria, Mongolia, Nicaragua y otras naciones que formaron parte de la desaparecida Unión Soviética. Cuba, Venezuela, Bolivia, México o Argentina, que tienen relaciones muy cordiales con Rusia, no participan en esta practica militar celebrada en un contexto de gran tensión geopolítica.
Nicaragua con un Ejército pequeño.
Según el Ranking Global Firewpower 2022 Nicaragua ocupa el puesto 122 de 140 países analizados por este estudio. El Ejército, que lidera el General Julio Cesar Avilés, es de apenas 12 mil efectivos y cuenta con 285 vehículos blindados, 160 lanza cohetes, 272 artillería remolcada y apenas 13 helicópteros. Nicaragua, el segundo país más pobre del Hemisferio Occidental, esta invirtiendo una cantidad no especificada de dólares en participar en un evento de grandes costos financieros y de un todavía más alto costo político.
Rusia ha dicho que el ejercicio busca fortalecer una “relación pragmática y amistosa”, sin embargo, Nicaragua ha preferido quedarse callada y no pronunciarse sobre este polémico ejercicio militar en el que muy pocos de sus amigos han decidido arriesgar su pellejo.
Ortega se alinea en conflicto global y el Ejército también
Durante los últimos 15 años, la dictadura de Daniel Ortega se ha encargado de recordarle al Ejército sus orígenes sandinistas y su histórica relación con Rusia, por encima de su respeto y obediencia a la Constitución Política y la protección de la soberanía nacional.
El General Avilés, de 66 años, quien asumió las fuerzas armadas nicaragüenses en el año 2010, ha entendido muy bien el mensaje de Ortega y, gracias a ello, es el segundo General que más tiempo ha permanecido al frente de la fuerza militar con 12 años en el cargo, solo superado por Humberto Ortega, quien lideró la fuerza castrense por más de 16 años consecutivos.
Desprestigio y sanciones
La sumisión del General Avilés a la locura ideológica de Daniel Ortega ha tenido consecuencias. En mayo de 2020 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al General Avilés por estar “alineado políticamente con el presidente Ortega” y negarse a ordenar el desmantelamiento de las fuerzas paramilitares durante las protestas de 2018 que cobraron la vida de 350 a 400 personas.
Por otra parte, desde el año 2010 la credibilidad del Ejército comenzó a desplomarse, tras haber sido una de las cinco instituciones más respetadas en Nicaragua ha retrocedido más de 30 años en materia institucional y respeto a los derechos humanos. Este desprestigio fue evidenciado durante la celebración del 43 aniversario del Ejército de Nicaragua el pasado 2 de septiembre, un evento al cual no asistió un solo Jefe Militar las Américas o Europa.
Hasta antes de 2010, el Ejército contaba con una sólida reputación nacional e internacional que le abrió las puertas de la cooperación y amistad de países como Taiwán, Estados Unidos, México, Canadá, España, Francia, Brasil, Alemania entre otras naciones del mundo.
Ejército ha descuidado combate al narcotráfico
El aislamiento del Ejército y su acercamiento a Rusia, ha repercutido en el combate al narcotráfico y el crimen organizado. Entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022, únicamente se incautaron 700 kilos de droga (marihuana, cocaína), una cifra increíblemente baja en comparación con los 4,800 kilos incautados en el año 2016.
Rusia el gran socio
Desde que Ortega llegó al poder en el año 2017 comenzó a rearmar al Ejército de Nicaragua como si se preparara para una gran guerra, comprando y disfrutando de generosas donaciones de la Federación Rusa incluyendo: tanques T-72, aviones de carga AN-26, lanchas patrulleras, helicópteros Mi-8MTV-1, misiles antiaéreos y un Sistema de Monitoreo Satelital Global Glonass. En 2017 la agencia antidrogas rusa FSKN instaló un Centro de Capacitación Profesional Antidrogas en Managua sin embargo este no ha tenido ningún impacto en la lucha contra el narcotráfico, aunque si ha incidido en la formación de espías y expertos en técnicas de represión social.
A pesar de la crisis política y económica que vive Nicaragua desde 2018, el régimen de Daniel Ortega ha preferido dedicar sus esfuerzos y recursos del Estado a fortalecer su participación en los juegos de Guerra en Rusia, así como en los juegos del hambre a los mantiene sometidos a 200 presos políticos, cuyo único delito ha sido luchar por el retorno de la democracia y los derechos humanos a Nicaragua.
*El autor fue embajador de Nicaragua ante la OEA y miembro del Cuerpo de Paz de Noruega FK