El ruido político no sólo no disminuye, por el contrario, se agudiza. A diario los peruanos oímos estruendos provenientes de nuestra clase gobernante, pero de forma contraria a la bulla producida por accidentes, los ruidos políticos no han sido ni son esporádicos. El principal problema es que mientras ejecutivo y legislativo agotan su mayor esfuerzo y tiempo en apagar los incendios permanentes producidos en sus propias casas y en echar gasolina al fuego advertido en el bando contrario, pocos se ocupan de buscar, consensuar e implementar políticas, planes y legislación conducente a mejorar la economía de las familias peruanas.
Grata sorpresa nos causó que la presidenta del Congreso nos convocara como sector construcción para oír nuestras propuestas para reactivar la industria y la economía del país. Esperamos que repita este gesto con otros sectores y que el Congreso se aboque a proponer una agenda con medidas favorables a la recuperación de la actividad económica y del empleo de los peruanos. La Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) ha tenido históricamente entre sus prioridades, el trabajar y perfilar alternativas conducentes a incrementar la actividad en el rubro que nos ocupa y con ello mejorar las condiciones y calidad de vida de los ciudadanos de esta nación. De tal manera que nos sentimos halagados y encantados de alcanzar una vez más nuestras iniciativas.
Esta vez nos hemos centrado en tres temas de alta trascendencia y que de concretarse pueden lograr un alto impacto en el sector:
Primero: revisar el sistema de contratación pública y hacer una nueva Ley de Contrataciones del Estado. La rampante corrupción vinculada a la contratación de obras públicas, con la consecuente catástrofe que representan los miles de millones de soles en obras paralizadas –dinero de todos los peruanos votado por las alcantarillas-, son dramas nacionales que no permiten cerrar nuestro enorme y creciente déficit de infraestructura y que a la vez ponen bajo cuestionamiento a gran parte de nuestras instituciones y hasta a nuestro sistema democrático. Es imperativo ponerse a trabajar en alternativas que hagan más viables predecibles y ejecutables los contratos de obras públicas y que además pongan un candado infranqueable a la corrupción. Creemos que, si el congreso de la República se aboca a esa tarea, con el apoyo de instituciones de la sociedad civil vinculados al sector, será un trabajo bien recibido por la ciudadanía, dada la urgencia del tema.
Segundo: trabajar en una Ley de Financiamiento Habitacional que permita que los subsidios destinados a las familias de menores recursos para que puedan adquirir sus viviendas, cuenten con un presupuesto multianual. Esta Ley debería evitar que los presupuestos para este fin se agoten a mitad del periodo anual, como ha ocurrido en los últimos años. Esta situación ocasiona que no haya predictibilidad, lo cual afecta las inversiones en vivienda social, desacelerando la creación de empleo en el sector y evitando que podamos escalar la oferta de vivienda, lo cual a su vez impide que un mayor número de familias puedan acceder a una vivienda adecuada.
Tercero: revisar las últimas modificaciones hechas por el ejecutivo a través de Decretos Supremos a las normas de tercerización laboral y de relaciones colectivas de trabajo. La primera norma limita la posibilidad de tercerizar labores en cualquier industria y la segunda fomenta la proliferación de sindicatos paralelos en empresas o cadenas productivas y la posibilidad de huelgas poco motivadas. En opinión de los especialistas, ambas normas son muy dañinas para la creación de empleo formal y de calidad y traerán como consecuencia una mayor precarización del trabajo, en momentos en que la informalidad laboral ha ganado mucho terreno y no logramos ir recuperando los puestos de trabajo de calidad que requerimos los peruanos.
He ahí una agenda con pocos puntos, pero de mucha potencia en cada uno de ellos, si lo que queremos es trabajar en la recuperación económica del país y en la generación de empleo digno para los peruanos. Está en manos del Congreso abocarse a ellos, junto con un trabajo a consciencia para recoger propuestas conducentes a la reforma política, tema también de vital importancia hoy en día; mientras que continuar por la ruta exclusiva de la confrontación, lo único que hará es seguir debilitando su aprobación. Con este objetivo Capeco pone a disposición todos los trabajos que en las materias mencionadas ha desarrollado.
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