La Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas define el turismo sostenible como aquella actividad que satisface las necesidades de los turistas actuales y las regiones anfitrionas sin descuidar la protección del ecosistema actual, garantizando así oportunidades para el futuro.
El turismo sostenible busca la promoción y el desarrollo de una actividad económica rentable, con un impacto mínimo sobre el medioambiente; es decir, establece un equilibrio adecuado entre los ejes ambientales, económicos y socioculturales del desarrollo turístico. Por esta razón, el turismo sostenible juega un papel clave en la conservación de la biodiversidad. El ideal es minimizar sus efectos tanto en ecosistemas como en la cultura local para que ambos estén disponibles para las generaciones futuras.
El turismo sostenible proporciona incentivos económicos cruciales para la protección de los hábitats. Los ingresos generados por los visitantes a menudo se reinvierten en la conservación de la naturaleza o a través de programas de desarrollo de capacidades para que las comunidades locales puedan administrar las áreas protegidas en las zonas de influencia directa. Esta práctica permite que los turistas, así como los profesionales de la industria, preserven entornos megadiversos o con especies endémicas de una manera constante y consistente.
Turismo sostenible: categorías, evolución y el efecto de la pandemia
Profundizando en su definición, el turismo sostenible gravita sobre 3 categorías esenciales:
1. Turismo responsable: actividad que minimiza el daño ambiental y la huella de carbono.
2. Turismo solidario: actividad que tiene como objetivo desarrollar los territorios y ayudar a las comunidades locales.
3. Turismo justo: actividad basada en el principio del comercio justo.
Sin embargo, la industria del turismo, así como los hábitos y expectativas de los turistas, cambia continuamente. En otras palabras, somos cada vez más conscientes de la amenaza de que representa el crecimiento poblacional, expansión urbana y diversificación económica en la naturaleza, incluyendo la flora, fauna y elementos abióticos. No obstante, nuestra conciencia no necesariamente se traduce en acciones que efectivamente minimicen o prevengan dichos impactos, particularmente aquellos vinculados a polución de agua de ríos, mares, lagos, la introducción de especies externas, o el avance de la agricultura. Ahora bien, en todas las industrias y sectores contemporáneos, tanto las preocupaciones medioambientales como las regulaciones en esta materia están forzando a las empresas turísticas (hoteles, restaurantes, agentes de viaje, transportistas, etc.) a modificar sus operaciones a fin de desacelerar los efectos de una intervención humana, que en algunos casos se halla descontrolada.
Por otro lado, la pandemia jugó un papel preponderante a nivel mundial en el turismo. Con el cierre de las fronteras, se interrumpieron los viajes lo que, según algunos biólogos, entomólogos y ecologistas, permitió que el planeta “se dé un respiro” para recuperarse de una capacidad de carga excesiva expresada en un numero descontrolado de visitantes con una alta huella de carbono. Por ejemplo, varios destinos turísticos estaban al borde del colapso como Tailandia, Republica Dominicana o partes de la Amazonia. Diversos gobiernos ya venían considerando tomar acciones inmediatas para contrarrestar dicho impacto ambiental que los turistas causaban. Sin embargo, se le puede atribuir que la pandemia otorgó un tiempo libre a un mundo natural afectado.
Hacia un turismo sostenible digital
En la actualidad, hay un aumento en el número de aplicaciones que ayudan a los viajeros a planificar vacaciones sostenibles. Un ejemplo de ello es el de “Google vuelos” que incluyó estimaciones de emisiones de carbono a sus búsquedas, así como recomendaciones para rutas menos contaminadas. Otro ejemplo es Greener Choice de Skyscanner que brindan un servicio similar para viajes aéreos y en cuya oferta se amplió el alquiler de automóviles híbridos y eléctricos. Asimismo, la empresa Booking.com agregó una mención y filtro Travel Sustainable que destaca los alojamientos ecológicos más destacados. De igual manera, algunas compañías aéreas han empezado a incluir en sus tickets la información sobre las emisiones de CO2 de cada viaje.
Turismo y sostenibilidad
Según la Agencia Ambiental Europea, el pasajero de un tren emite 14 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro, frente a los 285 gramos que emite si se desplaza en avión. Por su parte, los automóviles generan emisiones que se aproximan a los 200 gramos de CO2 por kilómetro, aunque esto puede variar según el modelo, tipo de motorización y combustible que se emplee.
Otro dato importante es el “Índice de Desempeño Ambiental” que es un reporte emitido anualmente por la Universidad de Yale y Columbia. En este documento se clasifican a 180 países de acuerdo con la gestión y desempeño medioambiental de cada uno. Al respecto, en 2021 Dinamarca ocupó el primer lugar, seguida por el Reino Unido, Finlandia, Malta y Suecia. Los investigadores determinaron que varios países, incluidos los dos primeros lugares, están en camino de lograr la neutralidad de gases de efecto invernadero para 2050. Empero, naciones como China e India se están moviendo en la dirección opuesta, por lo que es posible que desee esperar hasta que ambas muestren intenciones de cambio camino hacia la sostenibilidad.
Proyecciones turísticas y algunas reflexiones
En un reciente artículo publicado por la revista Forbes se reveló que los consumidores globales están cada vez más informados sobre los impactos ambientales negativos del turismo. Ha sido precisamente esto lo que ha estimulado y continúa estimulando una mayor demanda por actividades genuinamente ligadas a un turismo sostenible. De hecho, el mercado del turismo sostenible está creciendo a una tasa de anual compuesta de 9,72 %. Adicionalmente, se espera que el sector registre un crecimiento incremental de 235 210 mil millones de dólares entre 2020 y 2025.
Es importante resaltar que el ocio y el confort no tienen que ser en detrimento del medioambiente. Los grandes desarrolladores turísticos deberían incorporar el uso sostenible del agua, una planta local de tratamiento de aguas residuales, paneles solares, transporte interno eléctrico, preservación de la calidad del aire, incluidas sus fuentes de energía. En otras palabras, migrar hacían el green management (gestión verde). A ello se suma el hecho que, tras la crisis sanitaria, un informe de Booking señaló que un 61% de ciudadanos se mostraron partidarios de viajar de una forma más respetuosa con el medioambiente. Sin embargo, el 49% cree que no hay suficientes opciones de viajes menos contaminantes que estén disponibles.
El estatus del turismo sostenible en el Perú
La Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PromPerú) informó que la llegada de turistas internacionales en Perú crecerá un 21% este año, como consecuencia de la reapertura de las fronteras. En tal sentido, algunos de los destinos sostenibles nacionales que cuentan con el sello Safe Travel son Cusco, San Martín, Lima, Puno y Madre de Dios.
El Perú posee muchos lugares donde se practica con éxito el turismo sostenible. Estos son mayoritariamente liderados por las áreas naturales protegidas las cuales constituyen un referente nacional y mundial de sostenibilidad. También, el turismo de Birdwatchers (observadores de aves) está en boga y el Perú es un destino líder en este ámbito. Además, cabe destacar que, en 2021, nueve destinos turísticos de nuestro país fueron incluidos en la importante “Lista Top 100 Destinos Sostenibles” según la fundación Green Destinations. Específicamente, siete de estos destinos reconocidos fueron áreas naturales protegidas: Reserva Nacional de Tambopata, Santuario Histórico Bosque de Pómac, Reserva Nacional Pacaya Samiria, Parque Nacional Tingo María, Reserva Nacional de Titicaca, Parque Nacional Bahuaja Sonene y el Bosque de Protección Alto Mayo.
Gracias a estos reconocimientos el Perú ingresó a un grupo internacional de destinos comprometidos con la sostenibilidad y el turismo responsable basado en principios reconocidos a nivel mundial por el Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por las Naciones Unidas (ONU).
Es importante mencionar también que a los anteriores destinos galardonados se sumaron el Santuario Histórico y Parque Arqueológico de Machu Picchu, este último estandarte turístico del Perú, Patrimonio de la Humanidad y una de las siete nuevas maravillas del mundo. Fue precisamente Machu Picchu el destino nacional que en 2021 fuera reconocido como destino carbono neutral. Dicho logro fue alcanzado gracias al trabajo articulado entre la sociedad civil local y los sectores público y privado. El eje central de todos estos esfuerzos es la conservación del patrimonio natural y cultural.
El turismo es una de las actividades que genera más beneficio en el ámbito económico y cultural alrededor del mundo. El turismo, también conocido como la “Industria Blanca” tiene el potencial de convertirse en motor económico de desarrollo a la par que asegura una adecuada y oportuna conservación de la biodiversidad natural planetaria.
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