Ahora toca establecer consensos básicos en lo microeconómico y en lo político

La ex presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz, toma como punto lo alcanzado en los fundamentos macroeconómicos en Perú para plantear algunas salidas a la crisis.

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Perú, entre los países más preocupados por desempleo y economía en el mundo.
Perú, entre los países más preocupados por desempleo y economía en el mundo.

El Perú atraviesa una crisis institucional sin precedentes: la organización del Estado no está siendo funcional al desarrollo del país. Esto se refleja en la inequidad en la provisión de bienes y servicios públicos, afectando sobre todo a las poblaciones más vulnerables.

La incertidumbre, generada por la falta de visión de mediano plazo, afecta a las familias y empresas en sus decisiones más elementales. Priman los discursos populistas, donde la polarización política y la posverdad impiden el diálogo democrático para el desarrollo consensuado de políticas públicas.

Una democracia funciona cuando las instituciones, entendidas como reglas de juego, generan confianza entre los actores políticos y los ciudadanos, reduciendo los costos de transacción en la gestión del Estado, y, a su vez, facilitan el desarrollo de mercados más inclusivos, dentro de un Estado de derecho.

Por ello, es necesario fortalecer las instituciones democráticas básicas como el balance de poderes, con mecanismos de control político entre Ejecutivo y Legislativo que mantengan la estabilidad del régimen democrático y con una justicia independiente y eficaz, a fin de que el delito no quede impune.

Algunas reformas pueden ser constitucionales, como la creación de un Senado. Otras requerirán modificatorias de leyes orgánicas, como el fortalecimiento del Ministerio Público, o una mejor gobernanza multinivel entre el Gobierno nacional y las entidades subnacionales, con adecuada rendición de cuentas. Puede haber también normas que faciliten el planeamiento e implementación de las políticas públicas en los territorios, con herramientas como la evaluación de impacto de las mismas (RIA, por sus siglas en inglés), entre otras reformas.

Pero nada será posible si no llegamos a un nuevo Acuerdo Nacional que asegure una perspectiva de sostenibilidad para el país. No es imposible: en el ámbito económico hemos establecido consensos básicos en los fundamentos macroeconómicos; ahora toca hacerlo en lo microeconómico y en lo político.

* Artículo extraído del especial Retos urgentes para un mejor Perú, de Pacífico Escuela de Gestión Pública

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