Las asambleas constituyentes del siglo XXI en Latinoamérica son el instrumento para terminar con la democracia y la nación del país donde se imponen. Empezando en Venezuela, el grupo iniciado por Hugo Chávez y Fidel Castro ha impuesto hasta ahora su método de desinstitucionalización en Bolivia y Ecuador, pendiente en Perú, y en etapa de finalización en Chile. Las constituyentes del castrochavismo son uniformes y repetitivas como normas antidemocráticas, violatorias de derechos humanos y que destrozan la nación, como lo demuestra ahora Chile.
¿Puede llamarse Constitución Política del Estado un instrumento que en sus principios, texto y mandatos viola los derechos humanos? ¿Se pueden aprobar o imponer como ley fundamental de un Estado normas que destrozan la unidad nacional y sientan las bases de la confrontación para la destrucción del Estado, su soberanía y la Nación?
Las asambleas constituyentes del castrochavismo en Latinoamérica fueron iniciadas por Hugo Chávez que juró como presidente de Venezuela “sobre esta moribunda Constitución” y que de inmediato puso en marcha la asamblea constituyente de 1999 para “encaminar a la nación por nuevos esquemas de bienestar social, económico y político”, aprobando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que es la base de la dictadura con crisis humanitaria y narcoestado que es hoy Venezuela.
En Bolivia, como resultado del golpe de estado de octubre de 2003 se impuso en la “agenda de Octubre” la asamblea constituyente, falsificaron la ley de reforma 2631 de 20 de febrero de 2004 y como primer acto de gobierno de Evo Morales se instaló la asamblea constituyente en 2006 que aprobó un texto en diciembre de 2007, cambiado en el Congreso Ordinario por ley 3941 de Octubre 2008. Un referéndum con represión, presos y exiliados políticos y notorio fraude electoral terminó con la promulgación de Evo Morales el 7 de Febrero se 2009 suplantando la República de Bolivia y creando el “estado plurinacional unitario, social y, económicamente, el socialismo comunitario..” base de la dictadura y el narcoestado que es hoy Bolivia.
Con el lema “dejemos el pasado atrás”, Rafael Correa hizo la constituyente de Ecuador de 2007 a 2008 que dio lugar la Constitución vigente que proclama al país “estado plurinacional” y que permitió a Correa detentar el poder por más de 10 años con corrupción, impunidad y narcoestado, como lo prueban los procesos que en la recuperación de la democracia han condenado a Correa a 8 años de cárcel con sentencia ejecutoria y que lo llevan a la desestabilización permanente, como el golpe de estado que acaba de fracasar.
Por la violencia iniciada el 18 de Octubre de 2009 en Chile con el aparente motivo del precio en el metro, implementaron una crisis que llevo al “acuerdo por la paz y la nueva constitución” que pactó una acelerada reforma constitucional en la que se repuso el “plebiscito” que había sido derogado por la Constitución del Presidente Lagos. El plebiscito del 25 de octubre de 2020 aprobó la convocatoria a constituyente con solo votación del 50,95% de los inscritos y el resultado fue presentado como un “78,28% de la población” o “la “abrumadora mayoría de chilenos”, cuando en verdad es el 39,61% del electorado chileno. Luego eligieron constituyentes y su proyecto será votado el 4 de septiembre próximo.
Chile solo se repite las “constituyentes castrochavistas”: 1.- promover y exacerbar conflictos sociales para convertirlos en crisis de gobierno que pasa a ser crisis de estado y termina en crisis de sistema, o sea, conspiración que arrincona gobiernos (Venezuela, Chile) o los derroca (Bolivia, Ecuador)para hacer constituyentes; 2.- presentar la constituyente como la solución de cambio, controlarla y proponer como reformas la destrucción de la República (aún mencionando la palabra), la destrucción de la Nación (con la imposición plurinacional) y la terminación de la democracia (con la violación de derechos humanos); 3.- imponer la narrativa de que la no aprobación de la nueva constitución representa la violencia y que hay que aprobarla para vivir en paz, aunque la impongan por la fuerza y con fraude.
El proyecto de constitución propuesto a los chilenos es copia de las peores falacias de las constituyentes dictatoriales de Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador. Algunas pruebas: 1.-violan el derecho humano de “igualdad en dignidad y derechos” otorgando más derechos y poder a grupos que justifican como indígenas y otros; 2.- violan el derecho humano a la “igualdad ante la ley” estableciendo tribunales de excepción; 3.- violan el derecho humano a la “propiedad privada” con normativas que impiden y dificultan su acceso y ejercicio; 4.-liquidan el derecho humano a la “seguridad social”; 5.- desaparecen la “la nación chilena” fraccionándola en “11 naciones”, como en Bolivia donde para destruir la “nación boliviana” han falsificado 36 naciones; 6.- suplantan el concepto de “pluriculturalismo” base de las naciones con el “plurinacional” para promover confrontación, dividir el Estado y su soberanía;7.- terminan con la democracia porque al desparecer el derecho humano a la igualdad, extinguen el concepto de “sufragio universal”…Y más….
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy
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