Hace poco, luego de leer un informe de Microsoft que advertía que el 95% de las pequeñas y medianas empresas en el Perú aceleraron su transformación digital desde que inició la pandemia, me hice algunas preguntas: ¿Las personas estamos listas para enfrentar los desafíos tecnológicos del mundo actual? ¿Tenemos las habilidades que el nuevo mercado necesita? ¿Cómo debemos preparar a las nuevas generaciones para el futuro? Evidentemente, el mundo ha cambiado drásticamente y lo seguirá haciendo. Por eso, es necesario seguir potenciando y desarrollando nuestro perfil profesional..
Actualmente, los avances tecnológicos han permeado el mercado laboral creando nuevas y mejores oportunidades. En línea con ello, se calcula que el 58% de las personas necesitan nuevas y mejores habilidades para mantenerse competitivos y enfrentar los retos de la transformación digital, según un reciente estudio de Gartner. En otras palabras, tendrán que desarrollar un perfil híbrido que les permita combinar sus conocimientos profesionales con habilidades tecnológicas y soft skills o habilidades blandas. Este nuevo perfil es y será pieza clave en las empresas.
Pero, ¿cuál es la razón? Muchos expertos coinciden en que los perfiles tradicionales tienen más dificultades para adaptarse a las nuevas formas de trabajo o se sienten amenazados por las nuevas tecnologías. Por ejemplo, un profesional puramente estratégico puede tener grandes ideas, pero podría no saber ejecutarlas si no comprende el ecosistema digital, mientras que un perfil muy técnico compite con la automatización. Por esa razón, cada uno de nosotros debe reconocer sus limitaciones y tener una actitud de cambio, aprendizaje y adaptación para reinventarse y desarrollar habilidades complementarias. Así, multiplicaremos nuestro valor profesional y humano.
Un perfil híbrido lo tiene, por ejemplo, un periodista que, además de ser buen investigador y redactor, se vuelve un experto en contenidos digitales y multiplataforma; o un profesional encargado de procesos que entiende al usuario y sus necesidades, y desarrolla soluciones eficientes pero pensadas en ellos. Así, al combinar la especialización, la tecnología y las habilidades personales, el profesional híbrido es capaz de colocar al centro de su estrategia a las personas para maximizar los resultados de la organización.
Está claro que el mundo seguirá cambiando y las tecnologías seguirán transformando nuestras vidas de maneras que tal vez ni siquiera imaginamos. Ahora mismo, el internet de las cosas, la inteligencia artificial, la inteligencia de datos, las nuevas formas de interacción basadas en smartphones y redes sociales, deben impulsarnos a desarrollar competencias transversales que nos permitan avanzar de la mano con las nuevas tecnologías. No importa el sector en el que trabajemos, tener un perfil híbrido nos abrirá muchas oportunidades.
Los invito a revisar su propio yo, la esencia de sus fortalezas personales y generar un plan de desarrollo. Recuerden que el mundo necesita hoy Profesión + Soft Skills + Tecnología. Es decir, líderes transdisciplinares que piensen, sientan y ejecuten. Solo así lograremos potenciar nuestro futuro y transformar el mundo.
¡Hasta la próxima!
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