La presidencia de Colombia se aleja de Gustavo Petro

Rodolfo Hernández cuenta con el respaldo de la estrategia inteligente de Federico Gutiérrez

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El candidato presidencial de izquierda colombiano Gustavo Petro, de la coalición Pacto Histórico (REUTERS/Luisa González)
El candidato presidencial de izquierda colombiano Gustavo Petro, de la coalición Pacto Histórico (REUTERS/Luisa González)

Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia, contra todo pronóstico, no son auspiciosos para el líder de la izquierda en ese país, Gustavo Petro. El pase a segunda vuelta del ingeniero de 77 años, Rodolfo Hernández, fue un balde de agua fría para él y los miembros de su campaña; que esperaban, y deseaban, que el contrincante en el balotaje fuera el candidato del uribismo, Federico Gutiérrez, quien iba a ser más sencillo de derrotar porque representa el statu quo que ha gobernado de forma consecutiva desde hace dos décadas; y que hoy tiene un rechazo significativo en la sociedad colombiana.

¿Por qué Rodolfo Hernández se impuso sobre Federico Gutiérrez?

Rodolfo Hernández, que viene de ser alcalde de Bucaramanga, y que cuenta con una fortuna personal valorada en 100 millones de dólares, hizo una campaña muy diferenciadora basada en las redes sociales, por eso lo apodan “el viejito de TikTok”; y tuvo un discurso rabiosamente crítico contra la corrupción, la politiquería y el establishment en general. Esto le trajo muchos adeptos, porque es la retórica populista que la gente quiere oír, pero de alguien que no amenace a la democracia. Por su parte el exalcalde de MedellínFederico Gutiérrez, hizo una campaña muy plana, poco creativa y no supo desmarcarse del uribismo y la clase gobernante. Esto hizo que fuera estigmatizado como “más de lo mismo” y que no pudiera capitalizar el descontento existente. Por eso su candidatura nunca despegó.

¿Por qué se aleja Petro de la presidencia?

Hay dos razones fundamentales, la primera es que le va a costar encasillar a Hernández como un político del sistema o como “más de lo mismo”, eso hace que se caiga buena parte de su discurso polarizante. La segunda es que el ingeniero ya recibió el apoyo de Federico Gutiérrez y absorberá a casi la totalidad de sus votantes. Estamos a la espera de lo que hará Sergio Fajardo, que sacó 887.031 votos, y que, seguramente, un buen porcentaje se irá con Hernández. Si sumamos los 5.943.603 del pintoresco “viejito de TikTok”, con los 5.041.473 de Gutiérrez, más la mitad de los casi 900.000 que obtuvo Fajardo, tenemos un número similar al que obtuvo Iván Duque en 2018 cuando ganó la presidencia en segunda vuelta. Eso hace cuesta arriba que Petro pueda llegar al Palacio de Nariño, porque todo indica que le será muy difícil aumentar los 8.518.416 votos que sacó este domingo 29 de mayo, cifra que también obtuvo en la pasada presidencial y que parece ser su techo. No en vano en su discurso post resultado hizo énfasis en que debía conseguir un millón de votos más para el próximo 19 de junio, fecha de la segunda vuelta.

La tragedia del centro político en esta elección

Aunque meses atrás esta era una elección que parecía servida para que el centro llegara al poder, la falta de visión y estrategia destruyeron toda posibilidad y Sergio Fajardo, abanderado de esa opción, quedó cuarto en la carrera, con el 4% de los votos. La cronología de este fracaso empezó cuando Fajardo decidió dilapidar el importante respaldo que obtuvo en la primera vuelta de las presidenciales de 2018, donde superó los cuatro millones de votos, no apoyando a nadie en segunda vuelta y luego pasando los siguientes tres años lejos del debate público. Retomó sus apariciones para procurarse candidatura actual y conformó un grupo con otros políticos de centro, que se llamó la Coalición de la Esperanza, sus integrantes compitieron entre sí y se midieron en una consulta el pasado 20 de marzo, donde salió victorioso Fajardo. Sin embargo, ese fue un proceso largo que le trajo mucho desgaste, porque esa “coalición” nunca fue noticia por sus propuestas, sino por las peleas públicas que había entre sus miembros. Al punto que se puede concluir que dejaron solo a Fajardo en esta elección, ya que la votación que sacó el domingo 29 fue apenas superior a la que obtuvo el 20 de marzo, en la consulta; hecho que refleja que los demás integrantes del grupo no le endosaron sus votos.

El inteligente apoyo de Gutiérrez

A Hernández no le conviene que Petro lo estigmatice como el candidato del continuismo, pero para ganar necesita los votos del uribismo, eso conllevó a que Federico Gutiérrez, a los minutos de anunciarse los resultados definitivos, pidiera a sus seguidores votar por el ingeniero, advirtiendo que él no va a participar ni en la campaña, ni el gobierno. “Yo no he hablado aún con Rodolfo, pero mi esposa y yo vamos a votar por él; y le pedimos a todos nuestros seguidores que también lo hagan, porque la democracia de este país hay que cuidarla. No participaremos en la campaña y tampoco en el gobierno, solo tendremos un rol de veeduría”, señaló en su discurso de reconocimiento de la derrota. Decimos que es una estrategia inteligente, porque le endosó el respaldo de quienes lo acompañan, sin asumir un rol protagónico que permita a Petro acusar a Hernández de ser el abanderado de la clase política tradicional de Colombia.

Venezuela en la campaña

El discurso de que Petro en la presidencia va a convertir a Colombia en una nueva Venezuela no tuvo el efecto de hace cuatro años, y eso debilitó la campaña de Gutiérrez que fue quien más intentó posicionar esta visión. La razón por la que no caló cómo esperaban es porque en la campaña anterior la usaron y resultó clave para que Iván Duque llegara a la Presidencia. El problema es que el gobierno de Duque está culminando con mucho rechazo y el colombiano menos informado tiene la percepción de que la realidad de su país es ya igual de mala que la de Venezuela, cosa que está demasiado lejos de ser cierta. Hubo vallas y spots en redes que intentaron posicionar este enfoque, pero no lograron aumentar el miedo a Petro, ni tampoco el apoyo al candidato Gutiérrez.

La verdadera recta final

Vienen dos semanas movidas donde, seguramente, veremos polémicas de diversa índole y una invasiva batalla de populismo y demagogia, porque aunque Rodolfo Hernández no sea de izquierda, es un populista. Solo que tuvo la habilidad de asesorarse con influencers y expertos en redes sociales, para hacer llegar sus mensajes de forma creativa; y así despertar expectativas en los colombianos descontentos. Lo cierto es que el escenario no es el que Petro deseaba, porque esperaba obtener un porcentaje de votos mayor, incluso llegó a decir que sería presidente en la primera vuelta, para lo que se requiere sacar más del 50% de los votos; y, además, le tocó el contrincante más difícil. “Amanecerá y veremos”, pero los días por venir lucen muy interesantes.

Artículo publicado originalmente en La Gran Aldea

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