Este primer trimestre, existe un escepticismo casi mayoritario al crecimiento de la inversión en el país, no obstante, debemos tener en cuenta que no dejará de existir inversión, solo que la misma no tendrá una tendencia a la alza, como ha sido tal vez, lo recurrente en los últimos 10 años, -exceptuando el 2020 a causa de la pandemia ocasionada por el COVID-19-, año en el que la inversión privada llegó a 120 mil 607 millones de soles. Sin embargo, para el 2021, con la reactivación progresiva de las actividades económicas, se alcanzó una inversión privada de 179 mil 730 millones y de 40 mil 459 millones en inversión pública, que sumados alcanzaron 220 mil 189 millones en inversión bruta fija, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCR).
A veces, la idea de crecer a nivel de inversión es un atractivo y una meta como país, pero tal vez debamos aprovechar para este año, enfocarnos en crear mejores escenarios o condiciones para no depender de coyunturas, sean políticas o sociales, para que Perú siga siendo un destino para industrias que tienen mucho potencial de desarrollo local y regional.
Recientemente, en un evento organizado por el Sector Legal de la CCL (el primer gremio de empresas vinculadas con los servicios legales), desarrolló una mesa de trabajo de dos días, donde una de las reflexiones extraídas, es que cuando los entes ejes de las regulaciones e inversiones, tienen independencia y autonomía en su desarrollo institucional, la confianza por parte de las empresas crece, pues se sabe que estás responden a una visión a largo plazo. Entonces, es aquí donde habría comenzar a trabajar.
Otro factor, pensado en fortalecerse y que puede influir en el optimismo de las inversiones, es lo referente a la seguridad jurídica, pero entiéndase que no solo es, respetar los acuerdos y reglas entre el estado y los particulares, sino que la creación del marco jurídico positivo sea coherente con las necesidades del país, que nuevamente, no responda a interés o visiones de corto plazo. Por ello, se hace necesario el reforzar la integración de los diversos actores, desde el órgano legislativo, las instituciones vinculadas a la inversión, los empresarios y sobre todo la sociedad, adecuadamente representanta, participen en la creación de estos marcos jurídicos, pues frente a una posible afectación de esta, todos ellos velarán al haber sido involucrados.
En esa línea, creo que las inversiones en el Perú, presentan una oportunidad de mejora, pues, hoy hay un sector de la población, que asocia el concepto de inversión a crecimiento, pero debemos tener en cuenta que por experiencias pasadas o por temores mal creados, aún tenemos una población escéptica de los beneficios de la inversión y es aquí donde tenemos una oportunidad. Las inversiones no solo deben ser sinónimo de crecimiento económico, sino que deben estar posicionados a responsabilidad e impacto social, es necesario cambiar ese mal posicionamiento que se tiene, por ello, esta también en manos de empresarios e inversionistas el trabajar en ello.
Finalmente, las cifras nos dicen que hemos crecido a lo largo de los años, tal vez sea momento de madurar y eso sea hacer una pausa para crear mejores condiciones, con una visión de largo plazo, pero en esta oportunidad, involucremos no solo al estado, sino a las instituciones a las empresas y a la sociedad.
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