En la mitología griega, Argos Panoptes era un gigante que tenía cien ojos dispersos en todo su cuerpo. Este gigante mitológico tenía la cualidad peculiar de mantener algunos ojos despiertos y, a la vez, dormir con el resto de sus ojos. Argos Panoptes era un extraordinario guardián al servicio de Hera, esposa de Zeus. Sin duda, era muy eficiente, pues todo lo veía, era un vigilante permanente y de ojos siempre alertas.
En el Perú, las noticias sobre el uso ineficiente del presupuesto público y los actos de corrupción en las compras públicas, son titulares de asombrosa frecuencia en los distintos medios de comunicación. El dinero mal gastado por el Estado y la corrupción, evitan que muchos proyectos de infraestructura no logren concretarse y que los ciudadanos no reciban los servicios y bienes que tanto necesitan. Por ejemplo, según la Contraloría General de la República en el 2020 se perdieron S/ 22,059 millones por corrupción e inconducta funcional, que equivalen al 12.6% de todo el presupuesto ejecutado en ese año, y que perjudica significativamente a la población.
Por ello, en un intento de tener más de cien ojos constantemente vigilantes, el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) ha implementado un mecanismo de participación ciudadana y de control social, denominado “Vigilancia Ciudadana en Contrataciones Públicas” o “Veedores Ciudadanos del OSCE”, que contribuirá en la observación atenta y cuidadosa de los procesos de contratación pública convocados por las distintas entidades estatales.
Si bien la información del SEACE -el portal web donde, por disposición legal, se difunde obligatoriamente todos los actos vinculados a la contratación con el Estado (convocatorias, otorgamiento de buena pro, entre otros)- se encuentra en internet, disponible al público en general, ahora habrá cientos de ojos que se sumarán a la constante lucha contra el uso indebido de los recursos públicos y contra la corrupción.
Como primer paso, recientemente, han sido incorporados 577 voluntarios en calidad de veedores ciudadanos. Estas personas, elegidas en el marco de un proceso de selección, tendrán el encargo de realizar vigilancia remota de la información contenida en el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE) y en cualquier otra fuente de datos electrónica.
Los veedores ciudadanos serán capacitados gratuitamente por el OSCE en contrataciones del Estado y su misión será detectar eventuales transgresiones a la normativa vigente. Transcurrido dos años y cumplido este importante encargo, al participar en dos operativos de vigilancia ciudadana anual realizada por el OSCE, por lo menos, cada voluntario recibirá una constancia de participación como veedor ciudadano.
La idea es simple pero potente. Recurrir a un número importante de ciudadanos voluntarios que contribuyan en la vigilancia de la compra pública. Son cientos de ojos que se suman para apoyar en esta transcendental tarea.
Cuenta el relato mitológico que, finalmente, Argos Panoptes muere al cumplir un encargo de Hera. En su homenaje, la diosa griega puso la representación de los ojos del leal gigante en la cola del pavo real.
Para que esta iniciativa de Vigilancia Ciudadana en Contrataciones Públicas no tenga un final fatídico, como la del gigante mitológico, este nuevo mecanismo de control debe ser protegido y fortalecido. Deben darse pasos concretos para difundir su uso y consolidar su desarrollo. 577 voluntarios es un buen número para empezar, pero se necesita a más ciudadanos involucrados en el control de la compra pública para que este proyecto no quede en una simpática iniciativa, sino que pueda ser una fructífera y eficiente herramienta de control de la compra pública, enfocada en el beneficio de todos. La Vigilancia Ciudadana en Contrataciones Públicas es un interesante intento de mejorar el control ciudadano respecto del uso de los recursos públicos por parte del Estado, y coadyuva, sin duda alguna, a preservar la transparencia y ética en la contratación pública.
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