La turbulencia de las cifras económicas

La economista Ana Reátegui analiza la coyuntura internacional, y cómo se une con la actual situación política y social que atraviesa el Perú. Como siempre, las familias de escasos recursos terminan siendo las más afectadas.

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El indicador del IAEF y Econviews reflejó un "fuerte crecimiento" de la actividad económica.
El indicador del IAEF y Econviews reflejó un "fuerte crecimiento" de la actividad económica.

Sin duda son tiempos turbulentos que afectan a los países en diversos frentes como la salud, la geopolítica o la economía. Respecto a este último, los indicadores económicos para muchas naciones seguirán complicados durante el 2022. Así, por ejemplo, se espera que la inflación de Estados Unidos supere el 4% y que la eurozona bordee el 6%. El Perú no escapa a esta inestabilidad de precios, cuyo índice podría acercarse al 4%.

En la práctica, las familias peruanas han visto cómo los precios de diversos productos se han más que duplicado en un lapso de pocos meses, lo que genera insatisfacción porque su poder adquisitivo no se ha visto modificado en la misma proporción, menos aun cuando las empresas que han sobrevivido a la pandemia recién se están restableciendo y alcanzando los niveles previos al 2020.

PRECISIONES PARA ENTENDER LA COYUNTURA ACTUAL

El incremento de los precios a nivel internacional se generó por el efecto combinando de una demanda mundial acelerada, luego de periodos austeros ocasionados por la pandemia. Por el lado de la oferta, más bien venimos atravesando restricciones generadas especialmente en la cadena logística global, así como por el precio de los combustibles. Esta situación es relevante, ya que muchas de las medidas que se están adoptando tienen que ver con la reducción de los precios al consumidor (demanda), pero los problemas del alza de los costos pueden aun persistir (oferta). Esta condición del mercado podría provocar que los esfuerzos que se están realizando no tengan el efecto final deseado debido a que los costos pueden presionar para que estos sigan subiendo. Aquí vale la pena recordar que en el 2021 la inflación fue 6.4%, pero en el caso de los alimentos y bebidas, estos subieron sus precios en 10.4%, mientras los costos lo hicieron en 13.58%, en promedio.

Como siempre, el golpe más duro recae sobre la población, cuyos salarios familiares no superan los 250 dólares mensuales, así como la gran masa laboral informal que ahora alcanza la cifra récord de América Latina (76.8%), siendo la tasa más alta de los últimos 11 años, lo que significa que 3 de cada 4 personas no tienen un seguro social de salud, compensación por tiempo de servicios, vacaciones, utilidades o un seguro vida ley, es decir, trabajan en la más absoluta orfandad de beneficios mínimos laborales, lo que atenta contra los derechos fundamentales del ser humano.

Aquí también es importante mencionar que en el Perú se acaba de aprobar una ley por la cual se deja de recaudar temporalmente el 18 % del precio de productos esenciales de la canasta básica familiar. Si bien esta medida puede ser potente, queda claro que buena parte de su éxito recaerá en la capacidad que se tenga para supervisar el descenso de los precios y que esta medida llegue hasta los últimos eslabones de la cadena: los consumidores. Pero como se mencionó, esta situación podría verse afectada si es que los costos siguen permaneciendo altos, y, por ende, el impacto previsto para favorecer a la población no sería el esperado.

A esta situación de coyuntura internacional, se une la actual situación política y social que atraviesa el Perú, lo que imprime mayor inestabilidad e impide ver el futuro inmediato con claridad.

Como se observa, estamos atravesando tiempos complejos y turbulentos, por lo que solo queda a las personas y a las empresas ser cautas en su actuar en el corto plazo, evitando exponerse a nuevas deudas, no asumir riesgos de tipo de cambio, esperando que este año transcurra de la mejor manera posible.

Khalil Gibran decía que por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes, y es así que se esperaría un mejor panorama internacional para el 2023.

Ana Reátegui firma
Ana Reátegui firma

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