Hay pocas personas en la historia como Charlie Chaplin. Su talento ha permanecido intacto a lo largo de los tiempos capturando la atención de fans de todas las generaciones: del pasado, del presente y, sin duda, del futuro. Claro está que no hay nada más que añadir sobre el genio de Chaplin, por lo que hemos pensado que ya era hora de explorar el legado artístico y familiar que ha transmitido uno de sus ocho hijos, Eugene.
- Si tuviera que definir su carrera profesional, ¿cómo la resumiría?
- Tuve mucha suerte de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, conociendo a gente interesante. El tiempo siempre dice si has hecho lo correcto o no. Me encantan las artes y he tenido mucha suerte de trabajar en ellas. Mi verdadero trabajo es el de director de escena. Me gradué en la Real Academia de Arte Dramático de Londres. Trabajé como director de escena de ópera y ballet en la Ópera de Ginebra. Trabajé en los estudios Mountain de Montreux como ingeniero de sonido, grabando a grupos como los Rolling Stones, David Bowie, Queen y muchos otros. También hice muchos otros trabajos y durante los últimos años he trabajado con el circo, y actualmente participo en muchos festivales de circo en todo el mundo.
- Además de ser portador de un ilustre apellido, ¿cómo ha influido la carrera y la experiencia de su padre en su propia carrera artística?
- He heredado de él el amor por la pantomima y la música. Pero nunca quise ser tan bueno como él. Eso es imposible.
- ¿En qué proyectos está trabajando actualmente?
- Estoy trabajando en un concierto llamado “Chaplin Pianissimo”. Es la música de mi padre interpretada por dos pianos y por mí, introduciendo y contando recuerdos de la vida en casa. Todo esto está previsto para el mes de mayo de 2022.
- ¿Cuál es su análisis del contenido cinematográfico que consumen las nuevas generaciones actuales en comparación con la generación de su padre?
- Creo que faltan buenas historias en las películas actuales. Los efectos especiales se han impuesto, por eso las películas no son tan buenas. Una buena historia original es lo más importante, algo que no es fácil de hacer.
- ¿Está de acuerdo en asumir que el humor se vuelve naturalmente menos original con el paso del tiempo? ¿Es posible quedarse sin recursos para crear un humor genuino?
- Siempre ha sido más difícil hacer reír que hacer llorar. Hace falta mucha imaginación para generar humor. Creo que el humor se regenera por sí mismo, si no la vida sería insoportable.
- Las redes sociales contribuyen a que muchas personas se hayan convertido en pseudo-actores, a través de selfies y videos con repercusión mundial. ¿Cuál es su análisis de esto?
- Vivimos en un mundo superpoblado. La mayoría de la gente quiere tener 5 minutos de fama. La sociedad se ha vuelto muy superficial y la apariencia muy importante.
- ¿Cómo influye en su vida que la casa de su infancia sea ahora un espacio público mundial? ¿Le resulta fácil entrar y encontrarla llena de recuerdos y con gente desconocida?
- Ya me he acostumbrado. Me conmueve mucho el amor que le profesan los visitantes.
- ¿Cómo es la conexión entre el museo y la sociedad suiza? ¿Es el museo un espacio de curiosidad para los habitantes?
- La curiosidad es que todo el mundo conoce al pequeño vagabundo, pero en general la gente no conoce a Charlie Chaplin el hombre. Supongo que a los suizos les interesa saber cómo vivía en Suiza.
- Hay museos que se han equipado con tecnología para que los que no pueden viajar también puedan visitarlos. ¿Cómo está el museo en este sentido?
- El museo es un lugar al que hay que ir. Es una gran sensación y una gran experiencia. Por desgracia, no se puede reproducir virtualmente.
- Si tuviera que elegir una de los cientos de escenas de las películas de su padre, ¿cuál sería?
- La escena final de “Luces de la ciudad”, cuando la chica ciega reconoce al vagabundo.
- ¿Podría compartir un momento personal con él que siga latente entre sus recuerdos?
- Tengo muchos recuerdos, me resulta difícil hablar de mi padre sin mencionar a mi madre. Siempre estaban juntos, muy enamorados. Me daba mucha felicidad y una gran sensación de seguridad. Todavía lo siento ahora.
- ¿Cómo era un día típico en casa con tantos hermanos?
- Por la mañana me iba al colegio y mi madre desayunaba con mi padre. Hacia las 9 de la mañana, mi padre empezaba a trabajar en cualquier proyecto que tuviera. Mi madre se ocupaba de la casa. A las 12 almorzaban y luego mi padre volvía al trabajo. Yo volvía del colegio sobre las 5 de la tarde. Mi padre había dejado de trabajar. Por la noche cenábamos y él me preguntaba qué tal el colegio.
- ¿Qué es lo que más echa de menos de su madre?
- Era el sol de la casa, nos mantenía alejados de los problemas. Era la columna vertebral de mi padre. Echo de menos su calidez y sus consejos.
- Si le prohibieran entrar en Suiza, como a su padre en EE.UU., ¿qué país elegiría para vivir?
- Es una pregunta difícil, porque me gustan todos los países. Pero supongo que me quedaría en Europa. He vivido toda mi vida en Europa.
- En el mundo artístico, pero fuera del mundo Chaplin, ¿qué películas lo conmueven?
- Me encanta todo tipo de música, todo depende del estado de ánimo en el que me encuentre. Me gustan los documentales o las películas basadas en historias reales.
- Le quedan cinco minutos para vivir. ¿Qué canción elige para escuchar?
- Louis Armstrong “Cuando sonríes”.
* Julián Ginzo es Responsable de Comunicaciones para UN Today. Artículo publicado originalmente en UN Today www.untoday.org