El nuevo presidente de Irán tiene un historial de antisemitismo

Ebrahim Raisi hizo del odio obsesivo al Estado judío una característica importante de su carrera

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Ebrahim Raisi (EFE)
Ebrahim Raisi (EFE)

Los Protocolos de los Sabios de Sion, una falsificación del siglo XIX realizada por los servicios de inteligencia rusos, fue diseñado para convertir a los judíos en chivos expiatorios de los problemas del imperio. Desde entonces ha alimentado más de un siglo de odio. Los Protocolos han catalizado el acoso, las agresiones y los pogromos antisemitas, y contribuyó a sentar las bases del Holocausto. Durante más de un siglo, la Liga Antidifamación (ADL) y otros expertos han advertido que Los Protocolos no son más que mentiras venenosas y teorías de conspiración antisemitas.

Y el presidente electo de Irán, Ebrahim Raisi, desempeñó un papel activo en la promoción de Los Protocolos como parte de una continua campaña para demonizar y deslegitimar al pueblo judío.

Esta información, descubierta recientemente por la ADL, es profundamente relevante cuando el mundo contempla la posibilidad de volver al Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) con Irán y lo que sería un acuerdo “más largo y más fuerte”. El historial de Raisi nos muestra que el odio obsesivo al Estado judío no es una abstracción, sino una característica importante de su carrera.

Para ser claros, Raisi está lejos de ser un hombre humanitario. Ha recibido mucha atención por supuestos crímenes contra la humanidad. Está bien documentado que fue uno de los cuatro jueces que, a finales de la década de 1980, supervisó la ejecución de miles de miembros de grupos de la oposición iraní, incluyendo mujeres y niños. Un analista escribió recientemente que su personalidad sumisa y su historial delictivo evocan la noción de Hannah Arendt de la banalidad del mal.

En 2016, el líder supremo de Irán nombró a Raisi director de la Fundación Astan Quds Razavi, cargo desde el cual supervisó la producción de un documental de 50 episodios promoviendo Los Protocolos. El documental se emitió en la televisión iraní y fue distribuido entre los peregrinos de un importante santuario religioso bajo su control, el Santuario del Imán Reza en Mashhad (Irán), lugar de descanso del octavo Imán chiíta. El santuario es un importante lugar religioso y, según los registros iraníes presentados ante la UNESCO, era visitado por 20 millones de peregrinos al año antes de la pandemia.

Aunque la Fundación había publicado y promovido anteriormente ediciones impresas de Los Protocolos y siguió haciéndolo durante su mandato, bajo Raisi también aprovechó los nuevos medios de comunicación para ampliar la difusión de los antisemitas Protocolos. Aproximadamente un año después de que Raisi asumiera el control, la Fundación anunció su plan de realizar el documental sobre Los Protocolos de los Sabios de Sion.

En 2018, la película titulada “El plan del diablo” se estrenó y la Fundación celebró una conferencia de prensa en uno de los patios históricos del Santuario. El director de la película dijo a los periodistas que los judíos, “los líderes de este frente de la falsedad”, han “codificado desde hace siglos el más completo plan para su demoníaca dominación mundial” en los Protocolos y que la película explica la necesidad de “eliminarlos”. Denunció “las manos del partido de Satanás, es decir, el sionismo mundial” e informó que la película se emitirá tanto en la red de televisión de la Fundación como en los canales públicos de televisión.

La Fundación publicó luego un boletín de noticias en el que anunciaba que su documental de 50 episodios estaría disponible en CD para los peregrinos que visitaran el Santuario del Imán Reza y se distribuiría entre el público de los programas culturales de la Fundación.

Raisi dejó su cargo en la Fundación en 2019 cuando fue elegido para dirigir el poder judicial de Irán, pero la Fundación continuó con el proyecto antisemita que él lideró durante su dirección. Por ejemplo, varias semanas después de la salida de Raisi, la Fundación anunció un concurso en el que se preguntaría a los concursantes sobre el contenido de la película de los Protocolos, para enseñar las “formas de enfrentarse a los trucos de Satanás”. Se invitó al público a participar en línea en el concurso y se animó a los peregrinos a enviar las respuestas a través de buzones especiales en el Santuario del Imán Reza.

Como director de la Fundación, que al parecer es el mayor conglomerado del este de Irán, Raisi fue responsable de la explotación de un importante lugar patrimonial para difundir un violento antisemitismo y de permitir que sus recursos financieros se utilizaran para propagar dicha incitación contra el pueblo judío.

Pero, incluso desde que dejó la Fundación, Raisi ha seguido incitando en sus comentarios públicos a las odiosas teorías conspirativas e incluso a la violencia. El año pasado, afirmó que Estados Unidos y el “sionismo global” están conspirando para subyugar a todos los musulmanes, moviendo los hilos de un imperio mediático global, tramando tortuosos planes en centros de estudio y conspirando para insultar al profeta Mahoma. Y animó a otros terroristas, proclamando que “todos los sionistas saben que Hezbolá lanzará tales misiles y bombas que ninguna persona en Israel estará a salvo”.

El historial de incitación al odio de Raisi pone de manifiesto el doble peligro que supone el compromiso de Estados Unidos con Irán en relación con sus actividades nucleares. Por un lado, será difícil lograr un progreso real con un régimen así, especialmente ahora que la elección de Raisi borra la ficción de que el Líder Supremo de Irán, Alí Jamenei, podría ser compensado por un presidente menos provocador. Pero, por otro lado, estas revelaciones también ponen de manifiesto la urgencia de tales negociaciones, pues la perspectiva de armas nucleares en manos de unos hombres tan crueles y odiosos es aterradora.

Está claro que este dilema no tiene respuestas fáciles. Sin embargo, el descubrimiento de que Raisi fue el responsable de la propagación sistemática de Los Protocolos de los Sabios de Sion, uno de los panfletos más peligrosos de la historia, constituye un preocupante recordatorio de cuan comprometidos han estado el gobierno y los líderes de Irán en la incitación al antisemitismo. La revelación parece corroborar la profunda ansiedad entre los israelíes y otros en la región a causa de un Irán ascendente y militarizado.

La reciente interrupción por parte de la Administración Biden de los sitios web respaldados por el régimen que difunden la desinformación y el fanatismo iraní fue un paso positivo, aunque esos sitios ya estén reanudando su actividad. Lo que se necesita ahora es un reconocimiento directo por parte de esta Administración de que el régimen de Irán sigue siendo el principal Estado patrocinador del antisemitismo, algo en lo que el equipo de Trump de hecho acertó. Y basada en eso, la Administración debería emitir una estrategia para limitar y contrarrestar las iniciativas de Irán que incitan al odio y la violencia contra las comunidades judías en todo el mundo.

La devastación causada por los dictadores —desde Hitler hasta Stalin y Jomeini, blandiendo Los Protocolos— debería obligarnos a todos a tomar en serio la amenaza que representa un régimen iraní empeñado en adquirir armas nucleares y patrocinar el terrorismo en toda la región. Raisi llega a su cargo como autor de crímenes contra la humanidad y ningún país responsable debería acogerlo para una visita de Estado o cualquier conversación oficial. Estados Unidos y todas las potencias mundiales deben trabajar juntas para garantizar que no pueda cometer más crímenes contra la humanidad.

* El autor es el director general de la Liga Antidifamación (ADL)- (Esta columna se publicó originalmente en inglés en la revista Newsweek).

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