La Ciudad de México ha sido vanguardia en el país, en la actualidad la Jefa de Gobierno nuevamente ha dado un impulso a las transformaciones en el ámbito social, cultural, económico y ambiental que han rebasado nuestras fronteras.
Prueba de lo anterior es la invitación que el Presidente Biden hizo a la Jefa de Gobierno para participar en la cumbre de líderes para tratar acerca del calentamiento global, esto nos permitió apreciar los resultados, de los poco más de dos años, de buen gobierno reflejados en la recuperación de ríos como el Magdalena y el Canal Nacional, la introducción del Cablebús y la adquisición de transporte eléctrico que le ha dado un nuevo rostro a la Ciudad.
Agua, reforestación, y transportes eléctricos rompen la lógica de hacer de los ríos drenajes y del vehículo el centro de la obra pública y del transporte. Hoy hay una política de movilidad sustentable basada en el transporte público y el uso de la bicicleta.
La Jefa de Gobierno presentó en esta Cumbre, los siete ejes del Programa Ambiental y de Cambio Climatico de la Ciudad de México. Señaló que para el 2024, el objetivo es reducir las emisiones en por lo menos un 10%, comparado con el año 2018.
Afirmó que el nuevo modelo de desarrollo necesario para hacerle frente al cambio climático es el que privilegia derechos como la educación, la salud, así como el acceso al agua y a un medio ambiente. También mencionó que la pandemia por Covid-19 ha demostrado que se pueden cambiar los objetivos y el comportamiento de la sociedad, donde la salud se aprecie como un derecho.
Afortunadamente no se han quedado en mensajes, muchas acciones se han emprendido en el país y en la Ciudad para contener los efectos de la pandemia, enfrentar la sequías y reducir las fuentes de contaminación. Todas esas acciones están orientadas por los principios democráticos que hicieron de la capital de México la Ciudad de la esperanza y que hoy la convierten en el corazón de la lucha democrática.
La Ciudad de México sintetiza una visión democrática que la convierte en espacio propicio para la diversidad y la divergencia, al tiempo que está orientada por políticas ambientales que la convierten en el modelo democrático de la Transformación a seguir.
Antes los grupos en el gobierno hacían del agua su instrumento de coacción política, hoy está echada a andar una gestión pública del agua y sustentable, ayer esos grupos hacían de los recursos de la reconstrucción su fondo para la compra del voto, hoy los damnificados han recibido las llaves de su casa sin ninguna deuda.
Vivir la esperanza no ha sido fácil, menos aún, ha sido cosa de un solo hombre como pretenden los conservadores, es el resultado de la lucha histórica de hombres y mujeres que dejamos la indiferencia para llevar a cabo transformaciones de fondo que den sustentabilidad a nuestra Ciudad.
*Ricardo Ruiz Suárez es diputado de la Ciudad de México por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Maestro en Derecho Constitucional y Administrativo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha sido catedrático e investigador del Departamento de Derecho de la UAM-Azcapotzalco.
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