No será posible regresar a la misma situación de 2019. Cualquier diagnóstico pasa por aceptar la realidad, sin resistencias inútiles, pero siempre en modo proactivo. Con ojos y oídos bien abiertos.
Aceptar lo que no podemos cambiar no significa meternos en la cama a llorar. El Covid-19 llegó a nuestras vidas tras errores fatales en casi todas partes. Populistas de izquierda y de derecha, por igual, han insistido en negar las evidencias y han puesto en riesgo a millones de personas.
Hace unos días, en un evento virtual de la Fundación Ismael Cala, el Dr. Marcos Espinal, alto directivo de la Organización Panamericana de la Salud, recordó un tema poco abordado hoy: la importancia de la salud mental en las medidas globales contra la pandemia.
Las tragedias siempre esconden temas supuestamente no prioritarios, cuyos afectados a veces ni aparecen en las estadísticas. Por ejemplo, las víctimas hospitalizadas y curadas de coronavirus, que muy probablemente padecerán estrés y ansiedad durante largo tiempo.
Afortunadamente, ya existen investigaciones en fase temprana. En China, un estudio con 714 pacientes, publicado en la revista Psychological Medicine, halló síntomas significativos de “estrés postraumático asociado al virus” en el 96,2% de los casos.
"Estos síntomas pueden conducir a resultados negativos, como una menor calidad de vida y al deterioro del desempeño laboral", alerta la investigación.
Esa realidad, como el propio virus, los trastornos emocionales traspasan cualquier frontera. El 22% de los adultos británicos se declara aterrado por la pandemia y el 30%, asustado. Mientras tanto, el 62% siente ansiedad o preocupación, según encuestas divulgadas en Londres.
Por ello, la Fundación de Salud Mental del Reino Unido dedicará una semana especial a la "amabilidad", para discutir "el tipo de sociedad que queremos formar a medida que salimos de la pandemia".
“La amabilidad es fundamental para nuestra salud mental. Tiene el potencial de unirnos, con beneficios para todos, particularmente en momentos de gran estrés”, explica Mark Rowland, director ejecutivo de la organización.
Cicerón afirmaba: "Hay enfermedades del alma más perniciosas que las del cuerpo". Y es que la gran mayoría de la población sana rebasará el coronavirus; pero, ¿después qué?
Los pacientes dados de alta demorarán en recuperarse de la amarga experiencia. Otros conflictos y guerras nos indican el camino, para no descuidar la salud emocional de los supervivientes. Curar las heridas mentales es prioritario para llevar una vida digna.