EEUU debe mantener los activos y la presencia de compañías estadounidenses en Venezuela

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Donald Trump y Nicolás Maduro
Donald Trump y Nicolás Maduro

En mi último artículo señalé que, a medida que Estados Unidos se retira del mundo y de los asuntos internacionales, China y Rusia intervienen, en detrimento de los intereses estadounidenses. Señalé también que su retirada de los asuntos mundiales podría afectar no solo a los intereses estadounidenses, sino también a su seguridad nacional y a la seguridad de toda la región.

Países como Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia son los remanentes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (conocida como ALBA). En un momento dado, gozaron de amplio apoyo en América Latina, pero eso quedó en el pasado.

ALBA es profundamente antiestadounidense, tiene alianzas con narcotraficantes y con grupos subversivos como las FARC y Hezbolá. Ahora, Estados Unidos le está aplicando fuertes sanciones a Venezuela en un esfuerzo por derribar al régimen venezolano.

Sin embargo, China y Rusia (particularmente Rusia) tienen gran interés en mantener vivo el régimen de Maduro. Es una forma de ocupar un espacio en el corazón del patio trasero de Estados Unidos y disfrutar de una ventaja geoestratégica en el hemisferio occidental. Rusia siempre apoyará al régimen venezolano y al cubano, y a cualquier otro régimen antiestadounidense, tales como Nicaragua o Bolivia.

El presidente Xi Jinping y
El presidente Xi Jinping y su par venezolano Nicolás Maduro, en Caracas, en 2017

China tiene objetivos similares. La presencia de China es menos militar, pero su objetivo es aumentar su capacidad económica y acumular los recursos naturales clave que necesita para satisfacer la demanda interna. Este punto es crucial.

Como parte de la política de sanciones de Estados Unidos hacia Venezuela, hay varias compañías estadounidenses cuya licencia para operar en Venezuela ha sido prorrogada hasta enero. Entre ellas se encuentran Chevron, Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford.

Estas compañías ya han sufrido el peso de las sanciones al perder dinero. Sin embargo, conservan allí una infraestructura de más de 100 años. Si estas compañías pierden sus licencias, se prevé que los productores de petróleo chinos y rusos, y sus más de 600 empresas de servicios, se apoderen de las operaciones y activos estadounidenses. La petrolera rusa Rosneft ya está cooperando con China National Petroleum Corporation y, a través de diferentes compañías, está controlando la importación y exportación de petróleo venezolano, incluso el envío de petróleo a China. Además, se ha informado ampliamente que las compañías chinas y rusas ya disponen de la tecnología que les permite extraer y transportar crudo pesado. Por lo tanto, una posible toma de control de las operaciones de EEUU podría ser bastante rápida.

Dicha situación no solo salvaría al régimen criminal de Nicolás Maduro, sino que también perpetuaría la presencia china y rusa con mayores niveles de producción de petróleo, lo que implica más dinero para las arcas de Maduro.

Vladimir Putin es uno de
Vladimir Putin es uno de los últimos aliados del régimen de Maduro

En otras palabras, la no renovación de la Licencia General 8D para compañías estadounidenses eliminaría el último bastión de la influencia americana en Venezuela. En ese caso, EE.UU. será efectivamente desplazado del área, lo cual tendría un efecto negativo en el orden y la democracia en la región como ya lo he indicado en detalle.

Actualmente, los enemigos de Estados Unidos —incluyendo a Irán y Venezuela— por no decir Rusia y China, se sienten alentados a intervenir en América Latina.

Estados Unidos debe detener su expansión. Extender esta licencia a las compañías estadounidenses constituye un paso pequeño pero importante para lograrlo. Cabe señalar que las compañías petroleras iraníes también están operando en Venezuela. La National Iranian Oil Company ha establecido una oficina en el país. Irán tiene 600.000 acres de campos petroleros, la mayoría en la Faja petrolífera del Orinoco, con 2,000 millones de barriles de reservas de producción probadas. Irán puede fácilmente unir fuerzas con China y Rusia contra Estados Unidos.

Mientras tanto, Estados Unidos debe hacer todo lo que esté a su alcance para destituir a Maduro e instalar un nuevo gobierno temporal dirigido por Juan Guaidó. Una vez que un nuevo gobierno tome el poder, las empresas estadounidenses podrán operar con normalidad, y los rusos y los chinos podrán ser efectivamente desplazados.

Luis Fleischman, (@LuisFleischman) es autor de varios libros sobre geopolítica, es profesor de Sociología en el Palm Beach State College y co-presidente del Centro de Palm Beach Center for Democracy & Policy Research.

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