Rodrigo Díaz de Vivar paso su exilio en las tierras de la Alcarria y los valles de Jalón y de Jiloca, en Castilla. Allí tuvo lugar el destierro de un héroe. Con su honra pública mancillada y sus tierras confiscadas, recupera ambos con el botín arrancado a los moros y así alcanza el perdón real. Ello a su vez por medio de la conquista de Valencia, lo cual facilitó la reconciliación con el rey Alfonso.
Es el Poema del Mío Cid, el mayor de los cantares de gesta españoles de la Edad Media y una de las obras clásicas de la literatura. Pues el régimen cubano actual evoca la práctica, no únicamente medieval, del destierro. En realidad, la recrea.
Es curioso, se usan como tal pero exilio y destierro no son sinónimos. El primero se refiere a la necesidad de escapar de una persecución. El segundo tiene fuerza legal, una orden del Estado que obliga a partir. Ambos vulneran derechos, pero el destierro se superpone con la noción de desplazamiento forzoso, si bien por lo general es de carácter individual.
Precisamente, una reciente denuncia de la ONG "Cuban Prisoners Defenders" muestra un patrón represivo del régimen cubano: el destierro.
En el informe "Expatriaciones forzosas masivas en Cuba", se documentan 77 casos, 35 victimas de expatriación forzosa y 42 víctimas de amenazas de expatriación forzosa.
El informe se basa en testimonios recogidos tan solo entre el 11 y el 18 de junio de este año, lo cual permite inferir que se trata de una pequeña muestra de la magnitud de dicha metodología represiva.
Todos los casos documentados son acerca de activistas de derechos humanos.
El menú de abusos adicionales, asociados a la expatriación, es el esperable en la larga historia represiva del régimen: intimidación, amenazas de muerte y/o prisión, golpizas, represalias contra los familiares, incentivos económicos. En varios casos el régimen les dio dinero, financiando el viaje, y les indicó dónde comprar el boleto de avión. Todo ello con un alto grado de hermetismo, típico de un régimen totalitario.
La mayoría de los vuelos de expatriación se realizaron con destino a Guyana, Trinidad y Tobago, y Nicaragua. El gobierno de Cuba viola la Declaración Universal de Derechos Humanos y una larga lista de convenios y pactos internacionales que se derivan de ella. El destierro forzoso es una pena inaceptable en el derecho internacional.
En algunos casos la policía política los llevó por la fuerza hasta dentro del avión. Ello siempre en una aeronave de la empresa venezolana Aruba Airlines, cómplice en una violación continuada de derechos y que virtualmente actúa, en los hechos, como "coyote" en el tráfico de personas.
Además Aruba Airlines infringe las normas que regulan el transporte comercial internacional. Entre ellos, la Convención de Varsovia sobre Transporte Aéreo Internacional, de 1929, modificada en 1955 en La Haya y en 1975 en Montreal, y la Convención de Montreal de 1999. Esta última es la norma fundamental que gobierna IATA, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, fundada en 1945, suprema ironía, en La Habana.
Leo que Arturo Pérez-Reverte lanzará en septiembre una nueva novela, "Sidi". Es la historia de un guerrero que, forzado al destierro, lucha por sobrevivir en un territorio hostil, fluctuante, caracterizado por fuerzas en conflicto. Evoca al Cid Campeador, naturalmente.
Un avance nos habla de "Profesionales de la frontera, sabían luchar con crueldad y morir con sencillez…rostros curtidos de viento, frío y sol, arrugas en torno a los ojos", continúa, "no eran malos hombres. Ni tampoco ajenos a la compasión. Solo gente dura en un mundo duro".
No podía dejar de pensar en los desterrados cubanos, gente obligada a ser "dura en un mundo duro", el mundo que les impone el criminal régimen castrista.
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