La participación masiva de los electores (de casi 74%), con siete puntos más por encima del 2016, es uno de los datos relevantes de estas elecciones. Es una muy buena noticia, como también lo es que, tras la reforma de la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General) del pasado mes de octubre, más de 100.000 personas con discapacidad intelectual hayan podido ejercer el derecho al voto por primera vez. Otro dato relevante ha sido el número extraordinario de voto por correo con un total de 1.241.728 de españoles que han decidido ejercer su derecho al voto por correo. Toda esta vitalidad democrática sigue teniendo su punto débil en algunas dificultades que siguen teniendo los españoles para ejercer si derecho al voto en el extranjero.
En cualquier caso, los ciudadanos españoles han hablado claro, masivamente y tenemos algunas conclusiones:
1. La victoria socialista es muy rotunda. Casi dobla en escaños al PP. El resultado electoral reforzaría el liderazgo de Pedro Sánchez y la decisión de convocar elecciones ante la imposibilidad de aprobar los Presupuestos Generales. Sánchez, en tan solo diez meses de gobierno, aumenta su representación parlamentaria con más de 40 escaños, destroza a su principal rival (PP) y tiene dos mayorías posibles de gobierno con Podemos y otra con Ciudadanos. Pero a pesar de la enorme movilización antiVox, el PSOE no ha pasado del 30 por ciento.
2. Pablo Casado, el líder popular, se enfrenta a tres crisis abiertas: de liderazgo (interno), de proyecto (no suma para tener una mayoría alternativa a las izquierdas) y de hegemonía en el bloque de las tres derechas (con Ciudadanos muy cerca, a solo a unos pocos escaños de diferencia; y con Vox entrando en escena de manera contundente). Casado ha fracasado en su estrategia y en su desempeño.
3. Ciudadanos ha tenido un éxito importante. El hundimiento del PP y el buen resultado de la formación de Albert Rivera le permite, incluso, estar en condiciones de ser una alternativa también de gobierno con el PSOE. La presión del establishment internacional y nacional para que la coalición del centro (PSOE y Ciudadanos) sea la opción estable de gobierno van a ser muy fuertes. Sánchez y Rivera han sido especialmente duros entre sí en los debates, con fuertes acusaciones en lo personal…, pero el pragmatismo puede abrir escenarios que hasta hace unas horas no eran los previsibles.
4. Podemos ha tenido un resultado superior a lo que le pronosticaban las encuestas. El buen desempeño de Pablo Iglesias en los dos debates es parte de este éxito, así como la complementariedad estratégica entre Podemos y PSOE. Los morados han comprendido que es mejor la competencia virtuosa entre ambas formaciones que la rivalidad cainita del sorpasso añorado -hace tan solo un par de años- y que hoy parece más lejos que nunca.
5. Vox irrumpe, pero no altera mayorías ni provoca un vuelco electoral como algunas encuestas, muchos rumores y no pocas fake news afirmaron durante las últimas horas. Su éxito es importante pero infructuoso. Ha arrastrado al PP posiciones más reaccionarias… pero no ha conseguido ni sumar, ni movilizar otros votos más allá del bloque de la derecha. Vox ha irrumpido pero, finalmente, ha espoleado a la izquierda sociológica con una participación masiva.
6. Los independentistas no tendrán, parece, la llave… pero han demostrado que nada se resuelve sin ellos. Crecen en Cataluña y en el País Vasco. Participación histórica en ambas comunidades y solo los independentistas catalanes tienen casi los mimos escaños que Vox en todo el Estado.
Finalmente, en el sistema democrático español, y a diferencia de la moción de censura con la que Pedro Sánchez fue elegido Presidente el año pasado, la moción de investidura no requiere 176 votos. Bastan más síes que noes en segunda vuelta de la sesión de investidura. Por tanto, la suma del sí (PSOE+UP), frente a la suma del no (PP+Cs+VOX), y con el resto absteniéndose (los independentistas); Sánchez podría ser Presidente a finales de mayo y antes, quizás, de las elecciones municipales.
Sánchez será Presidente. Iglesias tendrá ministros. Rivera esperará ser la alternativa al gobierno de izquierdas mientras devora al PP. Casado tiene graves problemas. Vox se frota las manos esperando morder. Y los nacionalistas e independentistas han ganado tiempo para que la negociación se abra paso con un gobierno fuerte y no amenazado por la derecha. La moderación ha ganado.