Emmanuel Macron, ante la infiltración yihadista de la protesta de los chalecos amarillos

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La protesta de los chalecos amarillos mantiene en vilo a Francia (AFP)
La protesta de los chalecos amarillos mantiene en vilo a Francia (AFP)

Más allá de la tregua de la última noche de 2018, en la que manifestantes y fuerzas policiales acordaron un impasse en las expresiones agresivas que contrastó con los choques violentos que han protagonizado desde mediados de noviembre cuando comenzaron las protestas por el nuevo impuesto del combustible, la agencias de seguridad francesas han confirmado que el movimiento de los chalecos amarillos incorporó sectores violentos de inmigrantes de Africa y Oriente Medio complicando el escenario de gobierno de Emmanuel Macron.

El interrogantes es: ¿qué consecuencias tendrá la crisis para el jefe de estado si el yihadismo radicalizado logra llevar adelante la manipulación de las masas francesas inconformes?

Ante la profundización de la ira popular. Macron tuvo que hacer concesiones y adoptar un perfil mucho más bajo, algo inusual en él. En Europa, ya hay quienes dicen que el movimiento ha hecho que Macron retroceda y piense en concesiones que tendrían ribetes de victoria para los revoltosos.
Macron, quien todo lo podía en su gobierno y se jactaba de superar cualquier obstáculo, sea la elección presidencial o las reformas, ya no es lo que fue. "Su imagen, tuvo una historia de grandes éxitos, pero eso se acabo", declaró Bruno Cautrès, investigador del centro de Ciencia Política de Paris.

El investigador político y reconocido sociólogo dijo a la Televisión francesa: "La historia de éxito del mandatario francés fue destrozada por las manifestaciones y la violencia". "Hemos visto durante varias semanas imágenes que crecerán y que gradualmente pueden tomar forma política anárquica ahora que sectores islamistas se han plegado a la protesta. Esta es una crisis muy grave y será más difícil para Emmanuel Macron explicar que su presidencia es la presidencia de la reforma consensuada con los franceses, hoy los ciudadanos no toman cabal medida del peligro que es la presencia de inmigrantes musulmanes que han infiltrado el movimiento de los Chalecos Amarillos."

(EFE/EPA/IAN LANGSDON)
(EFE/EPA/IAN LANGSDON)

Muchos se preguntan si en estas condiciones, Macron podrá seguir reformando más allá de su voluntad de querer hacerlo. Lo concreto es que para lograrlo exitosamente tendrá que cambiar su método y, según Benjamin Morel, doctor en ciencias políticas de ENS Paris Saclay, no será tan simple: "Si Macron quiere continuar las reformas, tendrá que llevarse bien con una serie de organismos intermedios, incluidos los sindicatos. El problema es que estas alianzas fueron marginadas en la primera parte del período de cinco años de su Gobierno y hoy no tienen ningún interés en hacer concesiones y arreglos con Macron. El presidente está en una posición más débil hoy y es muy claro que es el peor momento en el marco de su mandato. En consecuencia, no puede permitirse un segundo movimiento de chalecos amarillos como el que está gestándose en las comunidades de inmigrantes que adhieren al integrismo islamista". El presidente francés debe asociar a los organismos intermedios, pero también a los ciudadanos y por sobre todo a las masas migratorias que su gobierno cobijo, pero que hoy no adhieren al gobierno de Macron.

Esta es una de las demandas de las chalecos amarillos que Macron intentó responder al proponer un gran debate nacional. Una receta un poco "del viejo mundo" para el presidente del consejo de MCBG, Philippe Moreau Chevrolet, quien declaro: "Bajo Mitterrand, también teníamos muchísimas quejas. El escenario no es nuevo, y en general, no conduce a nada concreto, hay que decirlo. Pero debe ser el Estado el que organiza el diálogo y ese diálogo no debe ser contra el Estado como está ocurriendo ahora."

Macron debe estar listo para enfrentar políticamente el juego y, según señala Moreau Chevrolet, "debe entender las consecuencias en su práctica política de no hacer algo al respecto: Lo más importante no es ser elegido, lo más importante es tener la legitimidad para permanecer en el poder y continuar gestionando. Y eso requiere la participación de todos. Incluso de los grupos más radicalizados y afines con organizaciones islamistas".

El presidente debe cambiar rápidamente porque hay plazos electorales que llegan. Las elecciones europeas a fines de mayo de 2019 pueden representar el retorno de las posibilidades de las elecciones presidenciales para Marine Le Pen, cuyo partido es el que parece ser el más apto para disfrutar del efecto de los Chalecos Amarillos-Migración musulmana, como explicó Benjamin Morel: "Tuvimos un sector que es un electorado de Marine Le Pen que fue desmovilizado en gran medida después de las elecciones presidenciales, las revueltas y el avance del integrismo está ayudando a movilizar de nuevo a este electorado. Y para eso, esta crisis es bastante favorable para Marine Le Pen y claramente negativa para Emmanuel Macron."

Macron no debe subestimar esta crisis si aspira a gestionar con éxito lo que resta de su gobierno.

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