Escribo esta nueva columna con nada diferente a lo que semana a semana reporto a través de este espacio. El horror se hizo estable y no puedo sino preguntarme: ¿Qué más tiene que pasar para que esta banda de bribones salga del poder y conseguir realmente reconstruir un país que destruyeron?
País donde unos cuantos sinvergüenzas juegan roles de opositores y mientras el mundo democrático denuncia los propósitos de Nicolás Maduro y sus amos cubanos de quedarse en la que han hecho su guarida y su alcancía, y anuncian que la farsa electoral preparada para el próximo 20 de mayo no la reconocerán, estos cómplices con dinero que debe salir del mismo botín con el que chavistas y enchufados llenan cuentas bancarias y compran lujosas y milmillonarias propiedades, ellos aturden a muchos con propagandas engañosas que han colocado en Medios de Comunicación nacionales y extranjeros vallas publicitarias, todo unido a un hacer degradante de la condición humana, ofreciendo lo que no tiene otro fin que agrandar la mendicidad y la indignidad de millones de seres reiteradamente burlados por los que han hecho de la política un nauseabundo modo de vida y una manera de amasar dinero y tener prebendas no importa que quien se las dé sea un tirano, un narco o un ilegitimo.
Venezuela con sus ciudadanos ahogados en una hiperinflación que se estima ya en 9.000 % y el Fondo Monetario Internacional vislumbra que en breve estará por el orden del 14.000 % y el PIB cayendo en 15% más. Una Venezuela donde unos embaucadores se visten de candidatos presidenciales para esa farsa electoral ya lista y con los resultados designados. Farsantes como un pastor protestante, que a las claras es un monigote del castrochavismo, como lo es también ese maestro técnico de segunda, que de ser un furibundo chavista ahora se presenta como el gran opositor pero repitiendo los mismos engaños del que es su ídolo y destruyó el país en todos sus aspectos: Moral, económico, social… País que en 19 años los que secuestraron el poder están apoyados por una Fuerza Armada indigna y entregaron monopolio de armas y violencia a delincuentes considerados "Colectivos" de la revolución, que no es revolución sino espanto. País que ha perdido más del 17,4% del territorio (que tenía para 1988); que ha comprometido y comparte su soberanía. Que de 32.359.045 habitantes ha emigrado hasta hoy más del 15%, mientras otro 6,2% muere lastimosamente de hambre. Lugar donde centenares son encerrados en cárceles por el delito de disentir y desear rescatarlo. País cuyos centros hospitalarios son morideros tanto de adultos como de niños. Que 1,5% de esa población ha sido asesinada y el resto ya deja de tener esperanzas, porque finalmente está llegando el momento de perderla, algo que sin dudas beneficia a estos delincuentes empoderados y sus compinches.
Venezuela donde ya la nomenclatura cubana ha montado el parapeto perfecto para impedir cualquier cambio que acabe con sus ganancias en esta que es hoy la provincia número 15 y se saca de la manga un "Candidato" con cara de versión más barata de Hugo Chávez, el traidor más abyecto de toda nuestra historia. Rufián llamado Henri Falcón a quien esa sabiduría popular le llama "Falsón" y que sin siquiera un ápice de respeto ya anuncia que "Para ayudar a la población más vulnerable, crearán la tarjeta solidaria con la que entregarán 75 dólares mensuales a las familias; es decir un sueldo mínimo y por cada niño darán 10 dólares, con la condición de que estén en la escuela".
Falsón apoyado por trúhanes tan iguales a él y que necedad sería no percibirlos… Trúhanes donde están casi todos los "Encuestólogos" dándolo como ganador y buscando lo mismo que Eduardo Fernández y Claudio Fermín, perdedores eternos que no se sacian de hacerle daño a Venezuela y ahora vuelven a su mejor ocupación… la de cómplices.
Truhan como Francisco Rodríguez hijo por cierto de otro de ingrata recordación -Gumersindo Rodríguez- y que asegura que: "Sí gana Falcón elecciones salario del sector público sería dolarizado".
Y frente a esto horror, no está demás que asumamos la posibilidad de que Henri Falcón sea el candidato de los cubanos castrocomunistas y de los narcochoros que ante la eventualidad de perder el Poder y ser juzgados por todos sus crímenes, lo tienen ya listo para colocarlo en Miraflores y que todo, todo siga igual menos esta tragedia que simplemente se agudizará. Por eso, no aceptemos que nos llamen abstencionistas por no prestarnos a más desgracias y más engaños y con coraje digamos ¡Yo no voto!