El 27 de diciembre, Claudia Peiró publicó una columna de opinión, titulada "El doble estándar de los que condenan el perdón a Fujimori pero aplauden la amnistía a las FARC en Colombia", que es un magnífico ejemplo de lo que nunca debería hacer un periodista serio.
La columna, en apenas 13 párrafos, contiene varios errores graves sobre el conflicto armado en Colombia, la discusión pública en ese país y principios básicos de derecho internacional. Me limitaré a aclarar los dos puntos en los que Peiró se refiere a Human Rights Watch y a mi persona en particular.
Primero, la columna sostiene que Human Rights Watch no ha hecho "ningún pronunciamiento" sobre la impunidad que le otorga a las FARC el acuerdo de paz en Colombia. La frase es tan errónea que le resultaría graciosa a cualquier persona que conozca el debate público en Colombia. De hecho, Human Rights Watch, y yo en particular, hemos criticado firmemente las inadmisibles concesiones de impunidad del gobierno de Santos a las FARC.
Si Peiró hubiera querido corroborar la veracidad de su afirmación, podría haber ingresado a la página web de HRW donde habría encontrado más de una decena de duros pronunciamientos sobre este tema. También podría haber consultado en Google, donde además habría encontrado mis múltiples declaraciones a la prensa colombiana e internacional al respecto, y quizás se hubiera topado con alguna de las numerosas críticas que hemos recibido por supuestamente ser "demasiado" críticos del acuerdo de paz e "inflexibles" en nuestras exigencias de que exista una justicia genuina para las víctimas.
En segundo lugar, el artículo sugiere -aunque sin nombrarnos directamente en este párrafo- que HRW ha criticado con mayor "entusiasmo" el indulto a Fujimori que "a los grupos extremistas que se alzaron en armas contra la democracia", en particular a las FARC. Una vez más, Peiró comete un error serio que podría haber evitado con tan solo acceder a nuestra página web. De haberlo hecho, allí habría encontrado informes sobre los crímenes de lesa humanidad y de guerra que le atribuimos a las FARC, incluyendo violencia sexual, uso de minas antipersonales y bombas cilindros, secuestros y reclutamiento de menores.
Ojalá la próxima vez que Peiró escriba sobre nuestro trabajo, tenga la gentileza de, al menos, acceder a nuestra página web: www.hrw.org o contactarnos al correo electrónico hrwpress@hrw.org.
* José Miguel Vivanco es Director de Human Rights Watch, con sede en Washington DC, Estados Unidos.