El atropellamiento masivo del 17 de agosto en Barcelona, donde murieron 13 personas y otras muchas resultaron heridas, permitió la rápida desarticulación de una célula terrorista en Cataluña.
En realidad todo comenzó la noche del 16 de agosto con una enorme explosión en una casa de Alcanar, a unos 200 kilómetros al suroeste de Barcelona. Allí murieron dos personas y una resultó herida. Parece que éste era el "centro operativo" de la célula de 12 miembros, todos nacidos en Marruecos pero con nacionalidad española. Vivían en Ripoll, una ciudad de montaña de unos 10,000 habitantes y situada a unos 100 kilómetros al norte de Barcelona.
La casa de Alcanar, ocupada desde hacía unos meses antes de la explosión, almacenaba unas 100 bombonas de propano y butano y peróxido de acetona (TAPT). Eso demostraba que la célula terrorista tenía planeado cometer ataques de gran alcance, posiblemente bombardeando la imponente Basílica de la Sagrada Familia. La destrucción de la bodega de explosivos llevó a los terroristas a la decisión de utilizar el método del atropellamiento masivo y los apuñalamientos.
Al tiempo que La Rambla de Barcelona vivía una auténtica pesadilla, cinco miembros de la célula yihadista se dirigía a Cambrils (Tarragona) a bordo de un Audi A3. Alrededor de la una de la madrugada lograron llegar a esa localidad turística situada a unos 110 kilómetros al suroeste de Barcelona. Los cinco miembros, algunos de los cuales llevaban falsos cinturones suicidas, atacaron a los vecinos y turistas con cuchillos y hachas hasta que lograron ser abatidos por la policía.
Una mujer fue asesinada mientras que cinco civiles y un oficial de policía resultaron heridos.
Younes Abouyaaqoub, el conductor marroquí de 22 años de edad que manejó la furgoneta de La Rambla y que logró huir de la ciudad, fue localizado y abatido no muy lejos de Barcelona el 21 de agosto.
Los tres miembros restantes de la célula fueron arrestados en Ripoll inmediatamente después del ataque, ya que el pasaporte de uno de ellos fue encontrado en la furgoneta con la que se perpetró el atentado terrorista de Barcelona.
Los vecinos de Ripoll se sorprenden de que "un grupo de jóvenes amigos", aparentemente integrados en la vida de la comunidad, que participaron en el equipo de fútbol local y que se relacionaban con otros jóvenes de la ciudad, se convirtieran en terroristas. Los 500 musulmanes de Ripoll (que representan el 5% de su población) no viven en ningún gueto y están muy mezclados con la comunidad.
La radicalización de los jóvenes marroquíes se produjo de una manera rápida y sin que se notara. Younes Abouyaaqoub era uno de los que visitaban asiduamente la mezquita de Ripoll. Las cuentas de las redes sociales de Moussa Oukabir, de 17 años, contenían una serie de comentarios islámicos. Hace unos meses comenzó a ponerse en contacto a través de Internet con musulmanes radicalizados en Francia.
Regresó a España unos diez días antes del ataque, después de realizar una visita a Marruecos. Su hermano mayor, Driss, era conocido como un pequeño traficante de marihuana, con antecedentes penales.
Abdelbaki Es Satty, de 45 años, era, desde principios de este año, el enigmático imán de la comunidad musulmana Annur de Ripoll. Muy probablemente él actuó como el líder del grupo. Fue elegido porque es "muy difícil encontrar un imán en esta zona y él actuaba con total libertad", comenta el presidente de la comunidad musulmana. El pasado mes de junio, Es Satty anunció que se marchaba porque tenía pensado regresar a Marruecos. Esa decisión coincide en el tiempo con los preparativos de la célula para atacar en Barcelona ya que ese hombre murió en la explosión de la casa de Alcanar.
Es Satty ya apareció vinculado, en el marco de la "Operación Chacal", a un grupo de yihadistas detenidos en 2006 en Vilanova i la Geltrú y acusados de reclutar a jóvenes para ser enviados a Irak. Antes de predicar en Ripoll, el hombre fue imán en la mezquita de Al Furkan de esa localidad situada a unos 42 kilómetros de Barcelona.
Es Satty estuvo en la cárcel durante cuatro años, hasta el 5 de enero de 2012, por tráfico de hachís. Después de eso dio un giro a su vida y se enfocó en la religión. Finalmente llegó a Ripoll a finales de 2015. Desde ese entonces, la policía catalana no lo había vinculado con personas relacionadas con el terrorismo.
Viajaba regularmente tanto a Bélgica como a Marruecos. El alcalde de Vilvoorde (ciudad flamenca donde treinta jóvenes fueron a combatir a Siria, en 2014) ha confirmado que Es Satty fue un residente de la ciudad entre enero y marzo de 2016.
El mismo 17 de agosto, la Agencia de Noticias Amaq del Estado Islámico emitió una breve declaración afirmando que "los perpetradores del ataque en Barcelona eran soldados del Estado Islámico" y que "la operación se había llevado a cabo en respuesta a los llamados a atacar a los países de la coalición".
El de Barcelona y Cambrils se han convertido en los mayores ataques terroristas de España desde los atentados del 11 de marzo de 2004 en la estación de trenes de Atocha de Madrid, donde murieron 198 personas y más de 1,400 resultaron heridas. Cabe destacar que, desde entonces, la Policía y otros servicios de seguridad han sido muy eficaces a la hora de frustrar decenas de ataques terroristas y arrestar a cientos de terroristas islámicos y yihadistas.
Hace un año, la policía española advirtió que los canales internos de estas organizaciones terroristas habían intensificado la difusión de videos con tutoriales que explicaban paso a paso cómo atacar con vehículos cargados con bombonas de butano y así causar el mayor daño posible. El 24 de junio de 2017, por ejemplo, la Agencia de Noticias Nasher de ISIS publicó unos carteles en los que reclamaba los apuñalamientos y los ataques con vehículos.
Antes de los atentados de Barcelona, 51 presuntos yihadistas ya habían sido detenidos este año en España, 69 fueron arrestados el año anterior y 75 en 2015, según informa el diario El País.
La célula catalana fue probablemente una célula radicalizada local, basada en la familia (cuatro hermanos: Oukabir, Aalla, Abouyaaqoub y Hychami), en las relaciones personales y de barrio. Al menos dos tenían antecedentes delictivos. Todos ellos estaban bajo la influencia de la fuerte personalidad del imán, mucho más mayor que el resto, y estaban prácticamente aislados de la comunidad de inmigrantes de esta pequeña ciudad provincial.
Parece que no tuvieron una buena formación previa y eso explicaría el "accidente laboral" con los explosivos. Lo que es más interesante es que no tenían armas manuales ni automáticas, ni tampoco cinturones de explosivos. Por eso tuvieron que utilizar el sistema del atropellamiento masivo, cuchillos y machetes para su plan terrorista.
Los puntos importantes de la investigación están ahora en rastrear las visitas del imán Abdelbaki Es Satty y Moussa Oukabir a Marruecos y los posibles vínculos con los yihadistas en Bélgica y Francia.
Se sabe que unos 2,500 marroquíes han luchado en Siria e Irak, que muchos han regresado y que la mayoría de los yihadistas relacionados con actividad terrorista en España eran de origen marroquí.