La charla de Musk con la líder de la ultraderecha alemana enciende las alarmas en Europa

La decisión del hombre más rico del mundo de dialogar con Alice Weidel en su plataforma genera preocupación en Bruselas, que ya investiga a la plataforma por posible incumplimiento de normas contra la desinformación

Guardar
Elon Musk  (Nathan Laine/Bloomberg)
Elon Musk (Nathan Laine/Bloomberg)

El multimillonario tecnológico Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y propietario de X, ha generado nueva controversia política. El hombre más rico del mundo será anfitrión de una charla en vivo con Alice Weidel, líder del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), poco antes de las elecciones nacionales alemanas. Su respaldo al partido y comentarios recientes han provocado preocupación en Europa sobre una posible interferencia en los procesos democráticos.

“Solo la AfD puede salvar a Alemania”, afirmó Musk en X el 20 de diciembre, posición que reforzó días después en un artículo para Welt am Sonntag. En el texto, acusó al gobierno del canciller Olaf Scholz de conducir al país “al borde del colapso económico y cultural”.

La AfD, fundada en 2013, ha evolucionado de partido euroescéptico a principal fuerza de oposición ultraderechista. Si bien su plataforma inicial se centraba en oponerse a los rescates financieros de la eurozona, su discurso se endureció notablemente tras la decisión de Angela Merkel de permitir la entrada masiva de refugiados en 2015. El partido ha aprovechado desde entonces el descontento social para impulsar su agenda política.

AfD enfrenta acusaciones de racismo y vínculos neonazis. En enero de 2024, se reveló que altos cargos del partido sostuvieron reuniones secretas con neonazis para planear la expulsión masiva de inmigrantes, incluidos ciudadanos alemanes de origen extranjero. En diciembre de 2024, se supo además que políticos de AfD participaron en encuentros con grupos neonazis en Suiza para discutir temas migratorios. Estos hechos han intensificado las denuncias sobre la cercanía del partido con ideologías de extrema derecha y alimentado debates sobre su posible proscripción.

Actualmente, la AfD es el segundo partido más popular en Alemania, con 20% de apoyo, según sondeos recientes. La Oficina Federal para la Protección de la Constitución mantiene vigilancia sobre el partido por sospechas de extremismo, etiqueta que AfD rechaza como maniobra política difamatoria. A pesar de esto, el tabú en torno a la ultraderecha europea parece debilitarse, y el partido continúa atrayendo votantes descontentos con la coalición tripartita de Scholz.

Alice Weidel, colíder del partido
Alice Weidel, colíder del partido de extrema derecha alemán AfD (Kay Nietfeld/vía REUTERS)

La influencia de Musk con X

La injerencia de Musk en la política europea no es aislada. Su respaldo a AfD se suma a un historial de declaraciones y acciones controvertidas en el continente. En Reino Unido, ha exigido la liberación del activista antiislámico Tommy Robinson y calificado al primer ministro Keir Starmer de “tirano malvado”. En Polonia, hay temor de que Musk utilice su plataforma para influir en las elecciones presidenciales de mayo.

Estas intervenciones han suscitado dudas sobre si su posición como propietario de una red social global le confiere poder desmedido para moldear opiniones políticas y amplificar voces controvertidas. En Alemania, la charla en X-Space con Weidel no solo amplificará el mensaje de AfD, sino que podría influir en un electorado ya polarizado.

La creciente inquietud sobre el papel de X como amplificador de discursos de odio y desinformación ha captado la atención de la Comisión Europea. El bloque investiga si la plataforma cumple con la Ley de Servicios Digitales (DSA), marco legal diseñado para prevenir daños en línea, incluyendo contenido ilegal e interferencia electoral.

Un informe de la Universidad de Stanford documentó un aumento del 40% en la viralización de contenido falso desde Musk compró la plataforma. Las políticas erráticas de moderación y el propio comportamiento de Musk, quien ha compartido teorías conspirativas y narrativas sin fundamento, han erosionado la integridad de la red social.

En un informe preliminar de 2023, Bruselas acusó a X de incumplir estas normativas, señalando falta de transparencia y mal uso de las verificaciones azules, originalmente destinadas a autenticar cuentas oficiales pero que ahora generan confusión. Las autoridades europeas monitorizan atentamente el uso de su plataforma, especialmente durante las elecciones alemanas.

FOTO DE ARCHIVO: Manifestantes protestando
FOTO DE ARCHIVO: Manifestantes protestando contra Alternativa para Alemania (AfD) (REUTERS/Christian Mang)

Panorama en Alemania

Las encuestas indican que los conservadores cristianos de la CDU mantienen el liderazgo con 31% de apoyo, haciendo improbable que AfD alcance la cancillería. Sin embargo, su influencia en el discurso político y capacidad para capitalizar el descontento ciudadano representan un desafío significativo para el sistema político alemán.

El canciller Scholz, al frente de una coalición tripartita, enfrenta críticas por su gestión económica y social. Este descontento ha nutrido el crecimiento de AfD.

La participación de Musk en el escenario político alemán y su apoyo explícito a AfD plantea interrogantes: ¿el hombre más rico del mundo es un defensor de la libertad de expresión o un actor con influencia desproporcionada en el panorama político global?

Guardar