Ucrania informó que, a comienzos del nuevo año, la cifra de sus nacionales desaparecidos a raíz de la guerra con Rusia superó los 71.000, con unas 30.000 personas más reportadas desde el último balance, a mediados de 2024.
De ese total, que se remonta a febrero de 2022, sin embargo, no todas son búsquedas activas, explicó Artur Dobroserdov, responsable de gestionar esta situación. De momento, son 51.500 los ucranianos que aún no se han podido localizar, mientras que ya se pudo confirmar que otros 7.500 están en manos de Rusia, como prisioneros de guerra.
La mayoría de las denuncias por desaparición se presentaron en las regiones de Donetsk, Dnipropetrovsk y Kharkiv, donde los enfrentamientos han sido más fuertes y, por tanto, se registró un mayor número de muertos y de cautivos.
En los últimos meses, sumó Dobroserdov, los expertos de su organismo lograron dar con 3.923 personas, que fueron encontradas sin vida, identificaron 5.332 cadáveres y continúan los trabajos en otros 3.200. En estas tareas son clave las negociaciones por la repatriación de los cuerpos desde territorio enemigo.
“Cada mes y, a veces, dos meses al mes, se repatrían cadáveres. Entregamos los cuerpos de los invasores rusos y recibimos los de nuestros defensores. Esto se desarrolla de forma estable, sin interrupciones. Hasta ahora hemos conseguido traer 5.500 cadáveres”, sostuvo.
A la par que se difundían estas cifras, desde el frente llegaban noticias; este miércoles, las Fuerzas Armadas del Kremlin dijeron haber tomado como prisioneros a 18 soldados ucranianos al oeste de Kurajove, en Donetsk, tras hacerse con el control de la ciudad. Según precisó el Ministerio de Defensa, se trataría de oficiales de la 46° Brigada Aeromóvil del Ejército.
Estos anuncios generaron alarma en las tropas ucranianas, que resistían en la ciudad con el objetivo de impedir que el enemigo siga avanzando en su plan por hacerse con el control de todo el sur de la región.
“La situación en Kurajove es bastante difícil, porque una parte significativa de la ciudad ha sido destruida. Las tropas ucranianas resisten en la parte occidental, incluida la central térmica situada en la ciudad”, reconoció el portavoz Víktor Tregúbov la víspera.
Si bien para ello Rusia todavía debe tomar la localidad de Velika Novosilka, cerca de la frontera con Zaporizhzhia, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) estimó que sus tropas ya tienen bajo su poder más de dos tercios de la zona o un 90% de ella, según cálculos de blogueros militares. También se advirtió sobre la situación en Toretsk, más al norte, otro bastión donde la defensa ucraniana parecería estar cediendo ante las agresiones de Moscú.
Por otro lado, el enemigo continúa el camino hacia Kostiantinivka, un punto estratégico que le permitiría conseguir Kramatorsk y Sloviansk con mayor facilidad, en una segunda etapa.
En tanto, las tropas de Volodimir Zelensky respondieron con maniobras en sus posiciones más fuertes y realizaron nuevas “operaciones de combate” en la localidad de Belaya, Kursk, donde días atrás lanzaron una nueva ofensiva para ganar más territorio.
“Las Fuerzas Armadas de Ucrania usarán todos los medios a su alcance para perseguir y eliminar a las formaciones de las Fuerzas Armadas de Rusia que amenazan la seguridad de los civiles ucranianos”, prometió el Estado Mayor de Kiev.
(Con información de EFE)