Francia denunció que el interés de Trump en adquirir Groenlandia es “una forma de imperialismo”

“Hay que despertarse, reforzarse, en un mundo gobernado por la ley del más fuerte” dijo París, después que el presidente electo abogó de nuevo por el control del Canal de Panamá y de la isla por “razones de seguridad económica”

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La bandera de Groenlandia ondea
La bandera de Groenlandia ondea en el asentamiento de Igaliku, Groenlandia. 5 de julio de 2024. Ritzau Scanpix/Ida Marie Odgaard vía REUTERS/Archivo

Francia denunció este miércoles una “forma de imperialismo”, tras los comentarios del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre Groenlandia y el Canal de Panamá.

“Hoy vemos el auge de los bloques, podemos ver esto como una forma de imperialismo que se materializa en las declaraciones que vimos del señor Trump sobre la anexión de todo un territorio”, dijo la vocera del gobierno francés, Sophie Primas.

El martes, Trump abogó de nuevo por el control del Canal de Panamá y de Groenlandia por “razones de seguridad económica”, sin negarse a descartar acciones militares que le permitan tomarlo pese al rechazo categórico de Panamá y de Dinamarca a sus planes.

“Groenlandia es de los groenlandeses”, reiteró el martes la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, con motivo de la llegada del hijo del presidente electo, Donald Trump Jr, a este territorio para una visita privada en calidad de “turista”.

El primer ministro de Groenlandia,
El primer ministro de Groenlandia, Mute Bourup Egede. Ritzau Scanpix/Leiff Josefsen vía REUTERS/File Photo

Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca, es “un territorio [de ultramar] de la Unión Europea. Está fuera de lugar que la UE permita a otras naciones del mundo, sean las que sean, atacar sus fronteras soberanas”, indicó este miércoles el canciller francés, Jean-Noël Barrot.

Dinamarca forma parte de la UE, pero Groenlandia está considerado como un “territorio de ultramar” del bloque europeo después que los ciudadanos de la isla decidieran durante un referéndum en 1982 su salida de la entonces Comunidad Económica Europea.

Barrot descartó que Estados Unidos invada este territorio rico en recursos naturales, pero lanzó una advertencia: “Hay que despertarse, reforzarse, en un mundo gobernado por la ley del más fuerte”.

Su homólogo panameño, Javier Martínez-Acha, también reiteró la víspera que la soberanía del Canal de Panamá, que Estados Unidos entregó al país centroamericano el 31 de diciembre de 1999, “no es negociable”.

Donald Trump Jr., segundo de
Donald Trump Jr., segundo de izquierda a derecha, posa para una foto al llegar a Nuuk, Groenlandia, el martes 7 de enero de 2025. (Emil Stach/Ritzau Scanpix vía AP)

Por su parte, el portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, dijo en respuesta a las declaraciones de Trump el martes que “como siempre, se aplica el principio firme... de que las fronteras no deben modificarse por la fuerza”.

La importancia de Groenlandia

Groenlandia ha sido históricamente un territorio de interés estratégico tanto por su magnitud, es la mayor isla del mundo, como por su ubicación, a medio camino entre los océanos Atlántico y Ártico.

La colonización de Groenlandia se remonta al siglo X, con una ocupación nórdica que no terminó de resolverse del todo hasta el siglo XIX, cuando la isla ya quedó bajo control de Dinamarca. Desde 1979, goza de autonomía con respecto a la metrópoli y en 2008 Copenhage renunció a la mayor parte de las competencias, con la salvedad de ámbitos clave para la seguridad como política exterior o Defensa.

En la actualidad, apenas 55.000 personas viven en Groenlandia y sus intereses están representados directamente por dos diputados en el Parlamento central danés, tal como ocurre con las islas Feroe. Sin embargo, el sentir mayoritario entre la población groenlandesa pasa por seguir rompiendo lazos con Copenhague, una carta que está ya contemplada.

Donald Trump ha insistido en
Donald Trump ha insistido en comprar Groenlandia. (Bonnie Jo Mount/The Washington Post)

Desde 2009, Groenlandia tiene derecho a declarar su independencia mediante referéndum, una aspiración agitada de nuevo en estas últimas semanas por el primer ministro local, Mute Egede.

“Groenlandia no está en venta”, coinciden tanto Egede como la jefa del Gobierno central de Dinamarca, Mette Frederiksen, que han salido al paso desde diciembre de las aspiraciones soberanistas resucitadas en las últimas semanas por Trump, que ya sondeó esta posibilidad durante su primera mandato presidencial y ahora ha elevado la apuesta.

(con información de AFP y EP)

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