El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el lunes que ordenaría una intervención para evitar cualquier fragmentación de Siria, una advertencia dirigida especialmente a las fuerzas kurdas del país.
“No podemos aceptar bajo ningún pretexto que Siria se divida y si percibimos el más mínimo riesgo tomaremos las medidas necesarias”, afirmó el jefe de Estado turco, añadiendo que “tenemos los medios”.
La advertencia de Erdogan es la última dirigida a las Fuerzas Democráticas Sirias, dominadas por los kurdos, y a Estados Unidos, que respaldaron la ofensiva de las SDF contra el Estado Islámico.
Erdogan afirmó que no hay lugar para el “terror” en Siria y agregó que “si se presenta el riesgo, podríamos intervenir en una noche”.
Al menos 100 personas murieron en combates durante el fin de semana entre facciones pro-turcas y las Unidades de Protección Popular (YPG), dominadas por los kurdos, la columna vertebral de las SDF.
Ankara considera al YPG como una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que mantiene una lucha armada con el Estado turco desde los años 1980 y está clasificado por Turquía y sus aliados occidentales como un movimiento terrorista.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, dijo que “la eliminación del PKK/YPG es sólo cuestión de tiempo”, planteando la posibilidad de que el movimiento se una al gobierno sirio y deponga las armas.
Pero advirtió que los países occidentales no deberían utilizar la amenaza del Estado Islámico como “un pretexto para fortalecer al PKK”.
Rebeldes drusos sirios dicen estar dispuestos a unirse a un nuevo ejército nacional
Dos grupos rebeldes de la minoría drusa de Siria dijeron el lunes que estaban listos para unirse a un ejército nacional después de que combatientes de la oposición liderados por islamistas derrocaron a Bashar al-Assad el mes pasado.
Las nuevas autoridades sirias se enfrentan al enorme desafío de reconstruir las instituciones estatales moldeadas por el régimen represivo de cinco décadas de la familia Assad, incluidos el ejército y los aparatos de seguridad que prácticamente han colapsado.
“Nosotros, el movimiento Hombres de Dignidad y la Brigada de Montaña, las dos facciones militares más grandes de Sweida, anunciamos nuestra total disposición a fusionarnos en un cuerpo militar... bajo el paraguas de un nuevo ejército nacional cuyo objetivo es proteger a Siria”, dijeron los grupos de la provincia de Sweida, en el sur de Siria, en una declaración conjunta.
Agregaron, sin embargo, que rechazarían categóricamente “cualquier ejército faccional o sectario utilizado como herramienta en manos de las autoridades para reprimir al pueblo, como fue el caso del ejército de Bashar al-Assad”.
“Nosotros como facciones militares no tenemos diseños ni roles en asuntos administrativos o políticos”, agregaron, pidiendo “un trabajo civil y político de manera participativa que coloque al ser humano en el centro de las prioridades”.
“Es nuestro papel comprometernos a proteger las instalaciones públicas y garantizar su estabilidad hasta que se restablezca la seguridad en el país”, añadieron.
El nuevo liderazgo dio a conocer el mes pasado un plan para disolver los numerosos grupos armados que operan en Siria e integrarlos en el ejército.
El nuevo líder de Siria, Ahmed al-Sharaa, dijo al canal de televisión Al Arabiya el mes pasado que “las armas deben estar únicamente en manos del Estado” y que las autoridades darían la bienvenida a “cualquiera que esté armado y calificado para unirse al Ministerio de Defensa”.
Los drusos, que también viven en el Líbano, Israel y los Altos del Golán ocupados por Israel, representan alrededor del tres por ciento de la población de Siria, alrededor de 700.000 personas.
(Con información de AFP)