Gisèle Pelicot fue nombrada Personalidad del Año en Francia, según los resultados de una encuesta del Instituto Odoxa, realizada en 2024.
El sondeo, que se llevó adelante entre ciudadanos del país, expuso que el 38% de ellos se sintió movilizado por el caso de la mujer, frente al impacto que tuvieron otras figuras mundiales como los presidentes Emmanuel Macron y Volodimir Zelensky, o el recientemente electo Donald Trump, con 37% en el caso del estadounidense y 28% en el caso del ucraniano.
“La personalidad de Pelicot y su dignidad, pero también el horror al que fue sometida, tuvieron un impacto en el pueblo francés”, destacó Odoxa al difundir los resultados de la encuesta.
El caso de Pelicot se remonta a septiembre de 2020, cuando su ex marido, Dominique Pelicot, fue detenido por la seguridad de un supermercado, luego de que lo encontraran grabando a varias mujeres.
Durante las investigaciones, la policía encontró miles de fotos y videos de su mujer, lo que llevó a una denuncia contra él y otros 50 hombres, acusados de drogarla, violarla en más de 200 oportunidades y documentar estos episodios, que se extendieron durante nueve años.
La causa cobró gran relevancia cuando la mujer decidió renunciar a su derecho a permanecer en el anonimato y volvió público todo el juicio contra su ex marido, difundiendo su identidad de víctima, con el objetivo de que “la vergüenza cambie de bando” hacia el violador.
La vergüenza cambió de lado
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La prensa francesa empatizó con ella y bautizó al grupo de acusados como “Monsieur Tout-le-Monde”, “Señor Cualquiera”, por sus perfiles variados y comunes, de clase media trabajadora, con trabajos clásicos como camioneros, carpinterios, enfermeros y empleados de bancos.
En diciembre de 2024, su ex pareja fue condenada a 20 años de cárcel, mientras que las decenas de desconocidos también implicados recibieron penas tras las rejas de entre tres y 15 años.
“Quería que toda la sociedad fuera testigo de los debates que tuvieron lugar aquí. Nunca me arrepentí de haber tomado esta decisión. Confío en nuestra capacidad de proyectarnos colectivamente hacia un futuro en el que todos, mujeres y hombres, podamos vivir en armonía, con respeto y comprensión mutua”, dijo Gisèle al conocer la definición de la Justicia.
Su decisión generó reacciones no solo en la sociedad y en grupos feministas, que enseguida salieron en su apoyo, sino también en el propio mandatario francés, quien admiró su valentía.
“Gracias, Gisèle Pelicot. Por esta palabra de justicia en cuyo nombre enfrentaste la prueba con la cabeza en alto. Por las mujeres, que siempre tienen una pionera que alza la voz y lucha. Por todos nosotros, porque tu dignidad y tu valentía han conmovido e inspirado a Francia y al mundo“, escribió Macron en sus redes sociales.
El canciller alemán, Olaf Scholz, también destacó la decisión de la mujer y aseguró que “la vergüenza debe cambiar de bando”. “Saliste valientemente del anonimato a la luz pública para luchar por la justicia. Les diste a las mujeres de todo el mundo una voz fuerte. La vergüenza siempre es del perpetrador”, sostuvo.
A la par, la ministra del Interior alemana lamentó que “con demasiada freuencia, a las víctimas de violencia sexualizada no se les cree”.
Su caso, además, motivó a que se reevaluaran los parámetros de las leyes francesas, cuyos lineamientos llevaron a que el 94% de los casos de violación denunciados ante la Policía fueran desestimados, sin ninguna medida tomada en consecuencia.