Este jueves, las autoridades surcoreanas han confirmado hoy que han logrado recuperar y convertir con éxito los datos de la grabadora de voz en cabina (CVR) del vuelo 7C2216, un Boeing 737-800 de la aerolínea Jeju Air que se accidentó el domingo en el aeropuerto de Muan.
El director de política de aviación del Ministerio de Territorio, Infraestructura y Transporte, Joo Jong-wan, informó que “la CVR contiene hasta dos horas de grabaciones y hemos logrado obtener la máxima cantidad de datos”.
La CVR registra las últimas dos horas de conversaciones entre la tripulación, señales de advertencia en la cabina y comunicaciones con el control de tráfico aéreo. Los investigadores iniciarán ahora el análisis de los archivos de audio y elaborarán una transcripción que podría aportar información clave sobre las causas del accidente.
El equipo de investigación, compuesto por autoridades surcoreanas, estadounidenses y representantes del fabricante Boeing, decidió enviar la grabadora de datos de vuelo (FDR, por sus siglas en inglés) a Estados Unidos para la recuperación de datos, debido al daño severo que sufrió el dispositivo.
El vuelo 7C2216 se convirtió en el peor siniestro de la aviación civil en Corea del Sur y a nivel global en 2024, al cobrar la vida de 179 personas, dejando solo dos sobrevivientes.
Según informes, el avión estalló tras aterrizar sin desplegar el tren de aterrizaje y chocar contra un muro que sostenía una antena localizadora del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS), cuya ubicación está siendo investigada. Las causas del accidente aún no se han determinado, pero se considera como una hipótesis principal el impacto de un ave.
Minutos antes del aterrizaje, la torre de control emitió una alerta sobre aves cercanas, tras lo cual el piloto activó una señal de socorro e intentó un aterrizaje de emergencia sin utilizar aparentemente los sistemas de frenado.
Revelaron el motivo por el cual dos tripulantes lograron salir con vida de la tragedia
Los dos únicos sobrevivientes del accidente del Boeing 737-800 de Jeju Air en el aeropuerto de Muan, identificados como Lee Mo, de 33 años, y una mujer con el apellido Koo, de 25 años, lograron salvarse debido a que estaban en la cola del avión, la única parte del fuselaje que conservó su forma tras el impacto y posterior incendio.
El jefe de bomberos de Muan, Lee Jung-hyun, señaló: “Solo la cola retuvo algo de su forma. El resto del fuselaje quedó completamente destruido”, lo que fue crucial para el rescate de los dos miembros de la tripulación.
Lee Mo, un asistente de vuelo asignado al servicio en la parte trasera de la aeronave, sufrió fracturas en el hombro izquierdo y lesiones en la cabeza. Fue trasladado primero a un hospital en Mokpo y posteriormente al Hospital de la Universidad Femenina Ewha, en Seúl, donde permanece bajo observación intensiva ante el riesgo de complicaciones graves, incluida la posibilidad de parálisis.
Por su parte, Koo, también miembro de la tripulación, presentó heridas menos severas, como laceraciones en el cuero cabelludo y fracturas en ambos tobillos. Actualmente, recibe tratamiento en el Centro Médico Asan, en Seúl.
Expertos indicaron que la sección trasera de la aeronave ofreció una protección relativa contra el impacto del avión con el muro de concreto y las llamas, lo que resultó determinante para la supervivencia de ambos tripulantes.
(Con información de EFE y AFP)