Pese a llevar casi tres años en guerra, Ucrania deja de ser hoy un país de tránsito para el gas natural ruso hacia Europa, debido a la negativa ucraniana de extender un contrato con Moscú que le reporta al país enemigo ingresos multimillonarios.
Aunque el contrato expira este martes, el corte efectivo del flujo del gas de producirá a las 06.00 GMT de mañana.
El sistema de gasoductos ucranianos permite al consorcio ruso Gazprom exportar gas a Austria, Hungría, Eslovaquia y Moldavia y el contrato de tránsito que expira hoy le permitía a Kiev ingresar unos 700 millones de dólares anuales.
Pero Ucrania, como lo manifestó en Bruselas el pasado día 19 el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no permitirá que Moscú “gane miles de millones adicionales” mientras prosigue su agresión contra Ucrania.
Rusia dice que sobrevivirá al cierre del tránsito
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha expresado su confianza en que Gazprom será capaz de afrontar la pérdida del tránsito por Ucrania.
“Sobreviviremos, Gazprom sobrevivirá”, aseguró en su rueda de prensa de fin de año.
El jefe del Kremlin recalcó que Rusia siempre ha defendido los suministros de gas a Europa y la “despolitización de las cuestiones económicas”, y advirtió de que con el fin del tránsito por Ucrania aumentará los precios del combustible.
Fuentes de la Comisión Europea han asegurado que el impacto de esta nueva situación en la seguridad del suministro de la Unión Europea (UE) será “limitado”, ya que era algo previsto.
Moscú ha llegado incluso a proponer bombear su gas a través de Polonia.
“Polonia ha cerrado la ruta a través de su territorio. Hay una ruta activa allí, nadie la atacado, no hay explosiones, funciona, solo hay que pulsar el botón, eso es todo, y (el gas) pasará por el territorio de Polonia”, declaró Putin.
Los países afectados buscan alternativas
Kiev ha sido inflexible en su decisión de no extender el contrato de tránsito con Gazprom, lo que ha dado lugar a propuestas, como la del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de que las compañías europeas compren el gas en la frontera de Rusia y Ucrania, con lo cual dejaría de ser ruso.
Según Orbán, ello obligaría a Ucrania a permitir el tránsito del gas en virtud de su acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
La semana pasada, el primer ministro de Eslovaquia, el populista Robert Fico, amenazó a Ucrania con represalias, como el corte suministro de energía electricidad de emergencia, en caso de que no revise su postura sobre el tránsito del gas ruso.
La respuesta de Zelenski no se hizo esperar: “Parece que Putin dio a Fico la orden de abrir el segundo frente energético contra Ucrania a expensas de los intereses del pueblo eslovaco”, escribió en la red social X.
“Las amenazas de Fico de cortar el suministro eléctrico de emergencia de Ucrania este invierno mientras Rusia ataca nuestras centrales y nuestra red energética sólo pueden explicarse por eso”, subrayó.
El corte del tránsito del gas ruso por Ucrania afecta considerablemente a Moldavia, que el pasado día 13 decretó emergencia energética por 60 días en previsión de déficit de energía eléctrica, ya que su única central termoeléctrica funciona con gas proveniente de Rusia.
En la región separatista moldava de Transnistria la situación es aún más grave, ya que depende exclusivamente del gas ruso, mientras que el resto de Moldavia puede recibir suministros desde la vecina Rumania.
La UE piensa alternativas para el gas ruso
El bloque cree que el impacto será limitado tanto en volúmenes como en alcance y confía en suplir este suministro a través de cuatro rutas alternativas desde Alemania, Italia y Polonia y Grecia y Turquía.
La red gasística ucraniana está conectada con cuatro países de la UE, (Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia) pero los volúmenes desde Rusia a la UE se han reducido “drásticamente” desde que Moscú redujese el tránsito en 2022.
El bloque recibió un total de 14,65 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas en 2023, frente a los 40 bcm de antes de la guerra. El 1 de diciembre de este año habían llegado 13,7 bcm, según un documento que la Comisión Europea preparó para la reunión de ministros de Energía de la UE en diciembre de 2024, al que ha tenido acceso EFE.
Actualmente, sólo Chequia, Hungría, Italia, Eslovenia, Austria y Eslovaquia siguen obteniendo gas ruso que transita por Ucrania, pero los dos últimos serán los más afectados porque representa aproximadamente el 60% de su demanda.
Alternativas
Frente a esta situación, la UE considera que está “bien preparada” para afrontar la interrupción del tránsito del gas ruso gracias al despliegue “récord” de energías renovables en los últimos años, la reducción de la demanda de gas de un 18% y el almacenamiento de este combustible para los meses de invierno (con las reservas de los depósitos europeos al 95%).
Pero además, la Comisión Europea considera que “los 14 bcm que transitan actualmente al año a través de Ucrania pueden ser totalmente reemplazados por GNL (gas natural licuado) e importaciones por gasoducto no rusas por rutas alternativas”.
El documento cita en concreto “cuatro importantes rutas” para diversificar la llegada de gas a Europa y la primera de ellas es a través de Alemania, gracias a “reciente y significativa expansión” de terminales de GNL y de sus importaciones de gas por tubería desde Noruega, Países Bajos y Bélgica.
Desde Alemania se podrían volúmenes adicionales de gas a Austria, Chequia y Eslovaquia por infraestructuras que ya existen.
La segunda ruta alternativa de importación facilitaría acceso de gas noruego y de GNL procedente de Estados Unidos y Ucrania desde Polonia a Eslovaquia a través del interconector entre ambos a países y desde ahí hacia Chequia, Austria, Hungría y Ucrania.
Por otro lado, través de una tercera alternativa se transportar gas desde Italia a Austria y después a Eslovaquia y a Eslovenia sólo teniendo en cuenta las capacidades actuales.
Y por último, la llamada ruta Trans-Balcánica puede transportar gas desde Grecia, Turquía y Rumania hacia el norte para suministrar el combustible no sólo a los países del centro y este de la UE, sino también a Ucrania y Moldavia, gracias a las interconexiones actuales entre Grecia, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Moldavia, Ucrania y Eslovaquia.
(Con información de EFE)