El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, abandonó el martes un hospital para pedir a los díscolos socios de su coalición que se alineen y respalden el presupuesto para 2025, después de que representantes de línea dura amenazaron con retirar su apoyo al proyecto de ley.
Netanyahu, que se recupera de una operación de próstata, acudió a la Knesset contra la recomendación de sus médicos para garantizar la aprobación de la legislación destinada a aumentar los ingresos del Estado, después de que el ministro de Seguridad Pública, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, y los partidos ultraortodoxos dijeron que podrían votar en contra o abstenerse.
El proyecto de ley, un paquete de austeridad bélica de alzas de impuestos y recortes de gastos, se aprobó por un estrecho margen, pero la oposición fue otra señal de las grietas cada vez mayores en la coalición de Netanyahu.
El domingo, el primer ministro atravesó un tratamiento con antibióticos y las autoridades médicas informaron que la infección ya no representa un problema, aunque fue necesario que se sometiera a una operación que necesitó de anestesia completa y un mínimo de siete días de convalecencia en el hospital.
El primer ministro había solicitado al Tribunal de Distrito de Jerusalén aplazar las audiencias de su juicio por corrupción previstas para esta semana, debido a su operación.
El abogado de Netanyahu, Amit Hadad, confirmó que el tribunal accedió rápidamente a la solicitud y fijado en principio la reanudación de los interrogatorios “la semana que viene, el lunes 6 de enero”, antes de desear al primer ministro una completa recuperación.
Netanyahu está acusado desde 2019 de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres causas separadas de corrupción que se están juzgando de manera conjunta desde 2020, en un largo proceso en el que el primer ministro comenzó a declarar este mes después de varias demoras por la guerra.
El primer ministro ofreció su primer testimonio el pasado 10 de diciembre y ha testificado seis veces hasta ahora ante el tribunal de distrito de Tel Aviv, a donde se trasladaron las vistas porque cuenta con búnker.
Netanyahu ya fue sometido el pasado 31 de marzo a una cirugía para extirparle una hernia y de la que se recuperó en un par de días.
El primer ministro israelí también requirió una operación en julio de 2023 para que le implantaran un marcapasos, tras detectar un problema de corazón en un chequeo médico cuando fue ingresado por sufrir un desvanecimiento en un recorrido por el mar de Galilea.
El ministro de Justicia israelí, Yariv Levin, se desempeñó en el puesto de primer ministro en funciones durante el tiempo que Netanyahu permaneció incapacitado y el ministro de Defensa, Israel Katz, recibió competencias para convocar a la cúpula nacional de seguridad en el caso de que la situación así lo requiriera.
(Con información de Reuters)