Un avión de pasajeros estalló en llamas el domingo tras salirse de la pista de aterrizaje de un aeropuerto surcoreano y chocar contra una valla de hormigón cuando su tren de aterrizaje delantero aparentemente no se desplegó, matando a 179 de las 181 personas que iban a bordo, en uno de los peores desastres aéreos del país.
Las otras dos personas lograron sobrevivir.
“De los 179 fallecidos, 65 han sido identificados”, dijo la agencia de bomberos.
Tras lo sucedido, los equipos de rescate se apresuraron a sacar a la gente del avión de pasajeros de Jeju Air en el aeropuerto de la ciudad de Muan, a unos 290 kilómetros al sur de Seúl. El Ministerio de Transportes dijo que el avión era un Boeing 737-800 de 15 años de antigüedad que regresaba de Bangkok y que el accidente se produjo a las 9:03 de la mañana.
La agencia de bomberos desplegó 32 camiones de bomberos y varios helicópteros para contener el fuego. También se enviaron al lugar unos 1.560 bomberos, policías, soldados y otros funcionarios.
Las imágenes del accidente emitidas por los canales de televisión surcoreanos mostraban al avión de Jeju Air derrapando a gran velocidad por la pista de aterrizaje, aparentemente con el tren de aterrizaje aún cerrado, sobrepasando la pista y chocando frontalmente contra un muro de hormigón en las afueras de las instalaciones, lo que desencadenó una explosión. Otras televisiones locales emitieron imágenes que mostraban espesas columnas de humo negro que salían del avión, envuelto en llamas.
Lee Jeong-hyeon, jefe del parque de bomberos de Muan, declaró en una rueda de prensa televisada que el avión había quedado completamente destruido y que sólo se reconocía la cola entre los restos. Lee dijo que los trabajadores estaban estudiando varias posibilidades sobre la causa del accidente, entre ellas si el avión fue alcanzado por pájaros.
Funcionarios del Ministerio de Transportes dijeron más tarde que su primera evaluación de los registros de comunicaciones muestra que la torre de control del aeropuerto emitió una advertencia de impacto con aves al avión poco antes de que pretendiera aterrizar y dio permiso a su piloto para aterrizar en una zona diferente. El piloto envió una señal de socorro poco antes de que el avión se saliera de la pista y derrapara por una zona de seguridad antes de chocar contra el muro, según los funcionarios.
Joo Jong-wan, alto funcionario del Ministerio de Transportes, dijo que los trabajadores han recuperado los datos de vuelo y las grabadoras de voz de la cabina de la caja negra del avión, que serán examinados por los expertos gubernamentales que investigan la causa del accidente y el incendio. Joo dijo que la pista del aeropuerto de Muan permanecerá cerrada hasta el 1 de enero.
Funcionarios de emergencias de Muan dijeron que el tren de aterrizaje del avión parecía haber funcionado mal.
Según el Ministerio de Transportes, entre los pasajeros del avión hay dos ciudadanos tailandeses.
La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, expresó sus profundas condolencias a las familias de los afectados por el accidente en un post en la plataforma social X. Paetongtarn dijo que había ordenado al Ministerio de Asuntos Exteriores que prestara asistencia de inmediato.
Kerati Kijmanawat, director de Aeropuertos de Tailandia, confirmó en un comunicado que el vuelo 7C 2216 de Jeju Air partió del aeropuerto de Suvarnabhumi sin que se informara de condiciones anormales con la aeronave o en la pista.
Jeju Air expresó en un comunicado sus “profundas disculpas” por el accidente y dijo que hará “todo lo posible para gestionar las secuelas del accidente”.
En una rueda de prensa televisada, Kim E-bae, presidente de Jeju Air, se inclinó profundamente junto a otros altos cargos de la compañía mientras pedía disculpas a las familias afectadas y decía que se sentía “plenamente responsable” del incidente. Kim dijo que la compañía no había detectado ningún problema mecánico en el avión tras las revisiones periódicas y que esperaría a los resultados de las investigaciones gubernamentales sobre la causa del incidente.
Los familiares lloraban mientras las autoridades anunciaban los nombres de algunas víctimas en una sala del aeropuerto de Muan.
Boeing dijo en un comunicado en X que estaba en contacto con Jeju Air y que está dispuesta a apoyar a la compañía para hacer frente al accidente.
“Extendemos nuestras más profundas condolencias a las familias que perdieron a sus seres queridos, y nuestros pensamientos permanecen con los pasajeros y la tripulación”, dijo Boeing.
Este accidente marca el primer siniestro mortal en la historia de Jeju Air, una de las mayores aerolíneas de bajo costo del país, fundada en 2005. Hasta ahora, el sector de la aviación de Corea del Sur ha sido reconocido por su sólido historial de seguridad.
El último incidente registrado por Jeju Air ocurrió el 12 de agosto de 2007, cuando un Bombardier Q400 que transportaba a 74 pasajeros se salió de la pista en el aeropuerto meridional de Busan-Gimhae debido a fuertes vientos, causando una docena de heridos, aunque sin pérdidas humanas.
La de este sábado es una de las catástrofes más mortíferas de la historia de la aviación surcoreana. La última vez que Corea del Sur sufrió un desastre aéreo a gran escala fue en 1997, cuando un avión de Korean Airline se estrelló en Guam, matando a 228 personas a bordo. En 2013, un avión de Asiana Airlines se estrelló en San Francisco, causando tres muertos y unos 200 heridos.
El accidente del domingo fue también uno de los peores aterrizajes desde el accidente de julio de 2007, en el que murieron las 187 personas a bordo y otras 12 en tierra cuando un Airbus A320 se deslizó por una pista resbaladiza en Sao Paulo y colisionó con un edificio cercano, según datos recopilados por la Flight Safety Foundation, un grupo sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mejorar la seguridad aérea. En 2010, 158 personas murieron cuando un avión de Air India Express se salió de la pista en Mangalore (India) y se precipitó por un barranco antes de estallar en llamas, según la fundación de seguridad.
El incidente se produjo cuando Corea del Sur está inmersa en una enorme crisis política provocada por la sorprendente imposición de la ley marcial por parte del Presidente Yoon Suk Yeol y la consiguiente destitución. El pasado viernes, los legisladores surcoreanos destituyeron al presidente en funciones Han Duck-soo y suspendieron sus funciones, lo que llevó al viceprimer ministro Choi Sang-mok a tomar el relevo.
Choi ordenó a los funcionarios que emplearan todos los recursos disponibles para rescatar a los pasajeros y la tripulación antes de dirigirse a Muan. La oficina de Yoon informó de que su secretario jefe, Chung Jin-suk, presidirá una reunión de emergencia entre altos cargos de la presidencia el domingo para tratar el accidente.
(Con información de AP y AFP)