El jefe supremo de los talibanes prohibió construir ventanas en lugares residenciales desde donde se pueda ver a mujeres, y recomienda obstruir las que ya existen, para prevenir la “obscenidad”.
Según un comunicado publicado la noche del sábado por Zabihullah Mujahid, el portavoz del régimen talibán, los nuevos edificios que se construyan a partir de ese día no podrán tener ventanas por las que se pueda ver “el patio, la cocina, los pozos comunes y otros lugares que suelen utilizar las mujeres”.
“El ver a mujeres trabajando en las cocinas, patios o sacando agua de un pozo puede generar actos obscenos”, prosigue el documento difundido por Mujahid en la red social X, escrito en parte en árabe, darí y pastún.
Los ayuntamientos y otras autoridades competentes deberán vigilar las obras para asegurarse de que no sea posible ver el hogar de sus vecinos, describe el comunicado.
En el caso de que ya existan ventanas, los talibanes invitan a los propietarios a construir un muro u obstruir las vistas, para “evitar causar molestias a los vecinos” según indica el decreto.
Desde el retorno de los talibanes al mando del país en 2021, las mujeres han sido progresivamente expulsadas de los espacios públicos, algo que las Naciones Unidas describieron como “un apartheid de género”.
En la actualidad, las mujeres afganas no pueden ir a parques, gimnasios, centros de belleza, ni salir de sus casas sin un acompañante.
Tampoco se les permite cursar estudios secundarios o superiores, y están obligadas a abandonar su educación al acabar la primaria.
Las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) han expresado su firme condena ante una nueva decisión de las autoridades talibanes que prohíbe a las mujeres y niñas en Afganistán tomar cursos médicos en instituciones públicas y privadas.
La UNICEF advirtió que esta prohibición representa “otro golpe devastador” a los derechos de las mujeres y niñas en Afganistán, que podría tener consecuencias mortales a largo plazo para la población del país. La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, se mostró “profundamente alarmada”, señalando que la medida “interrumpiría de inmediato la formación médica de miles de mujeres” y pondría en peligro el acceso de las mujeres y niñas a la atención sanitaria.
Russell resaltó que “se perderían vidas”, dado que Afganistán ya enfrenta una grave escasez de personal sanitario, especialmente femenino. A su vez, subrayó que limitaría el acceso a la atención prenatal y haría menos probable que las mujeres pudieran dar a luz “en clínicas seguras”.
Por su parte, Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, señaló la decisión “limitará aún más el precario acceso” de mujeres y niñas a la sanidad, ya que el personal médico masculino no puede atenderlas a menos que un hombre de la familia esté presente.
Una ley reciente prohibió a las mujeres cantar o recitar poesía, en aras de una aplicación ultraconservadora de la ley islámica, como muchas otras directivas de los talibanes. Esta ley incita a las mujeres a ocultar bajo un velo sus voces y cuerpos fuera de sus hogares.
Según el artículo 13 de las nuevas normas, la voz de una mujer “se considera un atributo íntimo que no debe ser escuchado en público, prohibiendo que canten, reciten o lean en voz alta”. El vocero del régimen, Maulvi Abdul Ghafar Farooq, aseguró que la restricción “será de gran ayuda para la promoción de la virtud y la eliminación del vicio”.
Varias estaciones de radio y televisión dejaron de emitir voces femeninas.
El régimen talibán, no obstante, sostiene que la ley islámica “garantiza” los derechos de los afganos y afganas.
(Con información de AFP)