Los rebeldes hutíes del Yemen reivindicaron este sábado un ataque con un misil balístico contra una base aérea en el sur de Israel en una nueva operación de los insurgentes tras la escalada de tensión con el Estado judío en la última semana.
“La fuerza de misiles de las Fuerzas Armadas yemeníes (hutíes), con la ayuda de Alá Todopoderoso, atacó la base aérea de Nevatim del enemigo israelí en la región del Néguev, en el sur de la Palestina ocupada, utilizando un misil balístico hipersónico del tipo Palestina 2″, informó hoy el portavoz militar hutí, Yahya Sarea, en un comunicado.
Según la nota, el misil alcanzó con éxito su objetivo, aunque no agregó detalles sobre posibles víctimas o daños materiales ocasionados en esta operación.
Esta madrugada, el Ejército de Israel informó en un comunicado que había interceptado un misil procedente del Yemen antes de que cruzara a territorio israelí, pero que hizo sonar las alarmas en las zonas de Jerusalén y el mar Muerto.
El servicio de emergencia israelí (Magen David Adom) informó de que tras las alarmas activadas “no hubo reporte de heridos”, solo algunas personas con síntomas de ansiedad.
En la jornada de ayer, los rebeldes chiíes hutíes del Yemen reivindicaron también el ataque lanzado esa misma madrugada contra el aeropuerto israelí de Ben Gurion, a 15 kilómetros al sureste de Tel Aviv, con un misil balístico.
Ese ataque se enmarca en la respuesta de los insurgentes a los bombardeos que el Ejército de Israel lanzó en la tarde del jueves contra el aeropuerto de Saná y otras infraestructuras yemeníes, que dejaron al menos seis muertos y cuarenta heridos.
A lo largo de la última semana, la tensión entre los hutíes e Israel se ha ido incrementando con amenazas por ambas partes de lanzar fuertes ataques y que hace temer a la comunidad internacional por la extensión regional del conflicto.
Por su parte, Israel se está preparando para combatir en un nuevo frente contra los militantes hutíes en Yemen, atacando al grupo en respuesta a sus ataques con drones y misiles, y señalando una posible campaña prolongada que llevaría la batalla lejos de las fronteras de Israel.
El movimiento hutí, que controla partes de Yemen y cuenta con el respaldo de Irán, fue considerado en su momento por el establecimiento de seguridad de Israel como una amenaza más manejable que Hamas en Gaza o Hezbollah en el Líbano. El grupo atacó a Israel poco después del asalto liderado por Hamas a las comunidades israelíes el 7 de octubre de 2023.
Desde entonces, los hutíes han disparado contra barcos comerciales y navales o los han interceptado mientras transitaban por el mar Rojo. En semanas recientes, también han intensificado sus ataques contra Israel, enviando misiles hacia ciudades israelíes, la mayoría de los cuales fueron interceptados pero que obligaron a millones de personas a correr a los refugios antibombas casi todas las noches.
Los hutíes “son más avanzados tecnológicamente de lo que muchos perciben” y no deberían ser “subestimados”, dijo un funcionario israelí que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar con los medios.
Indicó que, con el apoyo de Irán, los hutíes han podido tomar “medidas prácticas” para llevar a cabo su ideología, que aboga por la destrucción de Estados Unidos y de Israel.
Sus drones, misiles y proyectiles, según los expertos, están logrando sortear los sistemas de defensa aérea, antes tan renombrados, de Israel y están reavivando el dilema militar perenne de Israel: cómo derrotar a un enemigo equipado con un arsenal de armas relativamente más baratas y abundantemente comparativo.
“Los hutíes quieren una guerra de desgaste contra Israel, disparar continuamente para poder decir: ‘Nosotros somos la verdadera resistencia,’” dijo Yoel Guzansky, exfuncionario del Consejo de Seguridad Nacional de Israel que ahora es investigador principal en el Instituto para Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv.
(Con información de EFE)