El Tribunal Constitucional surcoreano celebró este viernes la vista preliminar para determinar si el presidente del país, Yoon Suk-yeol, será destituido de manera definitiva tras su controvertida decisión de declarar la ley marcial a principios de diciembre.
Yoon, quien ya fue destituido provisionalmente por el Parlamento el 14 de diciembre, enfrenta acusaciones de haber violado la Constitución.
La audiencia comenzó a las 14:00, hora local, y contó con la participación de los abogados que representan a la Asamblea Nacional y del equipo legal de Yoon, recientemente conformado y encabezado por Bae Bo-yoon, ex portavoz del Tribunal Constitucional durante el juicio político que destituyó a la ex presidenta Park Geun-hye entre 2016 y 2017. El presidente destituido no asistió personalmente a la vista, ya que no estaba obligado a hacerlo.
Ambas partes debían exponer sus argumentaciones, presentar sus listas de testigos y pruebas y coordinar fechas para futuras vistas, la primera de las cuales tendrá lugar el próximo 3 de enero, según se acordó este viernes.
Actualmente solo seis jueces integran el Constitucional surcoreano ante el conflictivo bloqueo que existe entre los dos principales partidos políticos para nombrar a los nuevos magistrados que deben ocupar los tres sillones vacantes.
Esta disputa ha llevado a la oposición a presentar una moción parlamentaria para tratar de destituir a Han Duck-soo, primer ministro que ha asumido las funciones de Yoon tras su cese.
Hasta este viernes, Yoon se había negado a aceptar la recepción de documentos relacionados con el procedimiento, no había enviado documentación solicitada y no había designado tampoco un equipo de representación legal.
El Tribunal Constitucional tiene como plazo máximo el 11 de junio para decidir si Yoon violó la Carta Magna al proclamar el estado de excepción y si debe ser cesado de manera definitiva o restituido en su cargo.
En caso de que no se cubran esas vacantes en el Constitucional, la ley surcoreana establece que al menos seis jueces deben aprobar una destitución para hacerla efectiva, por lo que sería necesaria una decisión unánime por parte del máximo tribunal surcoreano para inhabilitar de manera definitiva a Yoon.
El presidente ha negado las acusaciones de haber liderado una insurrección al declarar de manera sorpresiva el pasado 3 de diciembre la ley marcial, la cual tuvo que revocar horas después de que el Parlamento votara a favor de su anulación.
Yoon Suk-yeol declaró la ley marcial el pasado 3 de diciembre, en un acto que justificó como una medida de gobernanza y advertencia hacia la oposición, a la que acusó de ser un “ente antiestatal” y pronorcoreano. Sin embargo, el Parlamento, dominado por la oposición, anuló la medida pocas horas después, lo que llevó al mandatario a revocarla.
Desde su cese provisional, el presidente enfrenta investigaciones por presuntos delitos de amotinamiento, abuso de poder e insurrección. Pese a las reiteradas citaciones de la Fiscalía y del equipo especial encargado de las pesquisas, Yoon ignoró las convocatorias para declarar.
Además, tiene prohibido salir del país mientras se desarrolla el proceso.
La crisis política también derivó en una moción parlamentaria para intentar destituir al primer ministro, Han Duck-soo, quien asumió las funciones presidenciales tras la suspensión de Yoon.
“Hemos presentado la moción”, declaró a periodistas el legislador Park Sung-joon en la Asamblea Nacional. “La someteremos a votación mañana (viernes)”.
La moción fue presentada poco después de que Han anunciara en conferencia de prensa su negativa a aprobar el nombramiento de tres jueces de la Corte Constitucional para deliberar sobre la destitución de su antecesor, Yoon Suk Yeol, citando la necesidad de un acuerdo bipartidista.
El ministro de Finanzas surcoreano, Choi Sang-mok, pidió este viernes a la Asamblea Nacional (Parlamento), controlada por la oposición, que reconsidere su decisión de votar una moción de destitución contra el presidente interino, Han Duck-soo, alegando que supondría un golpe significativo para los asuntos gubernamentales.
”En tiempos de guerras comerciales globales y emergencias nacionales, la ausencia de una torre de control para los asuntos de Estado causaría graves daños a la credibilidad de nuestro país, a la economía, a la seguridad nacional y a la continuidad de la gobernanza”, dijo Choi en una rueda de prensa, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
(Con información de EFE y AFP)