El ministerio del Interior del gobierno provisional de Siria inició un proceso para readmitir a disidentes del régimen del derrocado dictador Bashar al Assad que deseen volver a trabajar en este departamento de la nueva administración.
Para acogerse a esta iniciativa y poder formar parte nuevamente del organismo, el solicitante debe cumplir con varios requisitos y presentar una serie de documentos, condiciones que detalló este viernes la agencia oficial de noticias siria SANA.
“El solicitante no debe haber sido condenado por ningún delito grave o atroz”, señala uno de los requisitos que establece el Ministerio y que publicó la agencia informativa, si bien no especifica el tipo de delitos a los que se refiere.
Asimismo, los requisitos establecen que “la fecha de deserción del antiguo régimen debe ser entre 2011 y 2021″, y señalan que el solicitante debe aprobar una serie de cursos programados, de los que no trascendió su contenido, además de gozar de buena salud y estar en buena forma física.
El proceso de solicitud ya está abierto y los interesados podrán presentarse hasta el 6 de enero a través de un enlace en el que deberán responder a un breve cuestionario sobre las condiciones señaladas y adjuntar documentación.
Con este procedimiento, el Gobierno interino sirio da otro paso para reincorporar en su estructura a desertores del régimen del Al Assad, en este caso a funcionarios, si bien anteriormente había prometido a militares una amnistía si deponían las armas y se presentaban en los llamados “centros de reconciliación” para regularizar su situación.
Movilizaciones por los desaparecidos
Por otra parte, este viernes se reunió una multitud silenciosa en Damasco para reclamar sobre el destino de sus familiares desaparecidos en las prisiones del depuesto régimen y exigir justicia.
El destino de decenas de miles de prisioneros y desaparecidos constituye uno de los aspectos más dolorosos de la tragedia siria, en un país desgarrado por más de 13 años de una guerra devastadora que dejó más de medio millón de muertos.
En la plaza del Hijaz, en el centro de Damasco, varias decenas de manifestantes llevaban fotos de miembros de su familia desaparecidos, indicó un corresponsal de AFP. “Es hora de que los tiranos rindan cuentas”, proclamaba una pancarta negra desplegada en el balcón de la antigua estación de tren de Damasco. “Revelar el destino de los desaparecidos es un derecho” o “No quiero una tumba desconocida para mi hijo, quiero la verdad” se podía leer en otras pancartas.
Impensable hace semanas, cuando Bashar al Assad era presidente, manifestarse en Damasco ahora es posible bajo las nuevas autoridades dominadas por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS).
Tres ONG pidieron el lunes a las nuevas autoridades que tomaran medidas para conservar las pruebas de las “atrocidades” cometidas por el régimen de Assad.
El jueves las fuerzas de seguridad arrestaron en el oeste del país a un general que dirigía la justicia militar. Se le acusa de ser responsable de la condena a muerte de miles de personas detenidas en la prisión de Saydnaya.
(Con información de AFP y EFE)
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