El accidente del vuelo de Azerbaijan Airlines, que dejó 38 muertos, sigue rodeado de interrogantes. Sin embargo, un elemento central emerge entre los detalles disponibles: la serie de intercambios entre los pilotos y el control aéreo que reflejan los momentos de pánico y confusión antes de que el avión se estrellara.
El avión Embraer E190AR, que transportaba a 67 personas, habría sido alcanzado por un misil tierra-aire Pantsir-S1 disparado desde Chechenia. Aunque las autoridades rusas sostienen que el impacto pudo ser causado por un dron ucraniano, evidencias preliminares y daños en el fuselaje apuntan a una explosión cercana causada por metralla.
Minutos críticos en cabina
El registro del diálogo entre la tripulación y el control aéreo expone el intento de los pilotos por salvar la aeronave y evitar la tragedia. A las 8:12, los pilotos reportaron problemas de navegación: ”Se perdió el GPS de ambos”, comunicaron mientras intentaban orientarse en pleno vuelo.
Cuatro minutos después, uno de los pilotos notificó un nuevo problema que describió como un “impacto de pájaro en la cabina”, mientras intentaban mantener el control. La respuesta del control aéreo fue inmediata: “AXY8243, te entiendo, ¿qué tipo de ayuda necesitas?”.
Decisiones bajo presión
Inicialmente, el capitán informó su intención de regresar a Bakú, aeropuerto de origen del vuelo. Sin embargo, la situación empeoró rápidamente. A las 8:16, anunciaron un cambio de destino hacia Mineralnye Vody, en el sur de Rusia. El control de tierra les ordenó: “Realiza órbita izquierda”. Pero desde la cabina respondieron con preocupación: “No puedo ejecutar, se perdió el control”.
La presión dentro del avión aumentaba mientras los sistemas fallaban. A las 8:19, el piloto reportó: “No puedo mantener 150, tenemos alta presión en la cabina”.
Un minuto después, el piloto indicó: “360 a la izquierda, mi avión está perdiendo el control”. La tripulación intentó tomar otra decisión crítica a las 8:21, optando por dirigirse al aeropuerto de Makhachkala, en la costa del mar Caspio.
El silencio antes del impacto
El fallo del sistema hidráulico, reportado a las 8:22, marcó un punto de no retorno para la tripulación. Aunque el piloto negó haber declarado una situación de peligro, afirmando que “el avión está en orden”, la comunicación con el control aéreo comenzó a deteriorarse. Desde tierra intentaron obtener más información: “Es muy difícil escucharte… dime tu altitud”.
El avión desapareció del radar durante 37 minutos antes de reaparecer cerca del aeropuerto de Aktau, en Kazajstán, donde intentaron un aterrizaje de emergencia. Los esfuerzos fueron en vano.
Un ataque bajo sospecha
Según informes preliminares, el avión fue alcanzado por un misil disparado desde el distrito Naursky, en Chechenia. Aunque los sistemas de defensa aérea estaban en alerta tras ataques con drones ucranianos, las circunstancias del impacto han sido objeto de especulación.
“El piloto confundió el fuerte impacto con una colisión con una bandada de pájaros”, afirma el canal ruso VChK-OGPU. Sin embargo, expertos sostienen que los daños en el fuselaje y el estabilizador vertical indican una explosión causada por metralla.
Kazajstán negó la participación de Rusia y Azerbaiyán en la investigación del accidente. “De esta manera tendremos todos los hechos, la caja negra y las pruebas”, declaró un miembro de la comisión kazaja.
Un aterrizaje imposible
Un video grabado por un pasajero mostró el pánico dentro del avión: máscaras de oxígeno colgaban sobre los asientos y algunos pasajeros rezaban mientras otros intentaban mantener la calma. Los pilotos, conscientes de la gravedad, buscaron alternativas hasta el último momento, intentando evitar el desastre.
La tragedia, que podría haberse evitado, pone en evidencia los riesgos de operar en una región marcada por tensiones bélicas y decisiones apresuradas.
Día de duelo
En un primer momento, la aerolínea aseguró que una bandada de pájaros golpeó el avión, pero retiró la información. Por su parte, el departamento regional del Ministerio de Salud de Kazajistán informó en un comunicado de la “explosión de un globo” a bordo de la aeronave, sin dar más detalles.
Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia kazajo, 38 personas murieron en el accidente y “29 supervivientes, entre ellos tres niños, fueron hospitalizados”.
La agencia azerbaiyana Azertac indicó que 12 supervivientes regresarán el jueves a Azerbaiyán.
El presidente del país, Ilham Aliev, decretó un día de duelo nacional este jueves, tras interrumpir el miércoles una visita a Rusia con motivo de una cumbre informal.
El servicio Flightradar24, que permite seguir en tiempo real el movimiento de los aviones, muestra que el aparato atravesó el mar Caspio, desviándose de su ruta normal, antes de sobrevolar en círculos la zona donde se estrelló.
“Cubiertos de sangre”
Una residente kazaja, Elmira, declaró a la antena local de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) que se encontraba cerca del lugar del accidente y que, junto a otras personas, corrió a ayudar a los supervivientes. “Estaban cubiertos de sangre. Lloraban. Pedían ayuda”, relató.
Jalil Aliyev, padre de la azafata Hokume Aliyeva, declaró a la agencia de noticias AFP que ése debía haber sido su último vuelo antes de empezar a trabajar como abogada para la aerolínea. “¿Por qué su joven vida tuvo que terminar de forma tan trágica?”, dijo el hombre con voz temblorosa antes de colgar el teléfono.
El jueves, un avión llegó a Moscú con 9 rusos heridos a bordo, entre ellos un niño, según el Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.