Las autoridades de Corea del Sur lanzaron el sábado un tercer satélite espía con el objetivo de monitorear las actividades de Corea del Norte, en un contexto de creciente tensión en la península coreana.
El satélite fue enviado al espacio utilizando un cohete Falcon 9 de la empresa estadounidense SpaceX desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California, a las 20:34 (hora local), según informó el Ministerio de Defensa surcoreano.
El satélite logró alcanzar su órbita prevista 45 minutos después del lanzamiento y estableció comunicación con la estación de lanzamiento sobre las 23:30 (hora local).
Este es el tercer satélite de reconocimiento que Corea del Sur ha lanzado como parte de un plan que contempla la puesta en órbita de cinco satélites espía para el año 2025, con el objetivo de fortalecer su capacidad de vigilancia ante las amenazas de Pyongyang.
El Ministerio de Defensa surcoreano destacó la importancia del proyecto para mejorar las capacidades de monitoreo independiente de las fuerzas armadas.
“Nos esforzaremos por reforzar las capacidades de vigilancia independiente de nuestras fuerzas armadas logrando lanzamientos adicionales en el futuro”, señaló el gobierno en un comunicado.
Seúl busca con este programa reducir su dependencia de las imágenes satelitales proporcionadas por Estados Unidos para analizar las actividades militares de Corea del Norte.
Una vez que el programa alcance su capacidad operativa plena, se espera que ofrezca una vigilancia más precisa y autónoma sobre las pruebas de misiles y otras actividades de Pyongyang.
Los dos primeros satélites de esta serie fueron lanzados el 3 de marzo y el 8 de abril de este año, consolidando los avances del plan estratégico surcoreano.
El lanzamiento del tercer satélite espía se produce en un momento de elevada tensión entre las dos Coreas. Las relaciones han alcanzado su punto más bajo en años debido al aumento de los ensayos balísticos de Corea del Norte, que violan las sanciones internacionales impuestas por Naciones Unidas, y al fortalecimiento de la cooperación militar entre Seúl y Washington.
El programa balístico de Pyongyang, que incluye ensayos con misiles capaces de portar ojivas nucleares, ha sido motivo de preocupación regional e internacional.
La iniciativa surcoreana de vigilancia por satélite es una respuesta directa a estas actividades, buscando disuadir nuevas acciones de Corea del Norte y garantizar la seguridad regional.
Con la progresiva implementación de su programa de satélites espía, Corea del Sur fortalece su posición en la península, incrementando su capacidad para responder de manera autónoma a las amenazas provenientes del norte.
Además, el uso de tecnología avanzada en colaboración con empresas como SpaceX refleja el estrechamiento de los lazos militares y tecnológicos entre Seúl y Washington.
El éxito del lanzamiento de este tercer satélite subraya la determinación de Corea del Sur de mejorar su vigilancia y disuasión frente a las amenazas de Pyongyang, marcando un nuevo hito en el desarrollo de sus capacidades de defensa estratégica.
Cómo es el nuevo satélite
El tercer satélite está equipado con sensores SAR, tecnología que también incorporarán los dos aparatos restantes, según el Ministerio de Defensa.
Este tipo de sensores, al igual que los del segundo satélite, emplean radares de apertura sintética y son capaces de recopilar datos mediante microondas, independientemente de las condiciones meteorológicas.
Mientras tanto, el primer satélite de la misma serie dispone de sensores electroópticos e infrarrojos, diseñados para captar imágenes detalladas de la superficie terrestre.
(Con información de Europa Press Y EFE)