Ucrania confirmó que detendrá el tránsito de gas ruso a través de su territorio a partir del 1 de enero de 2025, tras la expiración del contrato con la compañía rusa Gazprom, marcando una ruptura histórica con el gigante gasístico ruso. Así lo declaró el viernes el primer ministro ucraniano, Denís Shmigal, en un discurso ante el Parlamento.
La medida, que busca debilitar las capacidades económicas y bélicas de Rusia, fue reafirmada un día antes por el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, durante una reunión con líderes de la Unión Europea (UE) en Bruselas.
“No permitiremos que ganen miles de millones adicionales con nuestra sangre. Cualquier país que obtenga algo barato de Rusia acabará dependiendo de Rusia, ya sea en un mes o en un año. Esa es su política”, afirmó Zelensky.
Además, advirtió que Ucrania tampoco permitirá el tránsito de gas ruso si este se revende a través de terceros países como Azerbaiyán antes de llegar a empresas europeas.
Ucrania cubre sus necesidades plenamente con su propio gas, en parte debido a la caída de la producción industrial por la guerra rusa. Aunque no importa el hidrocarburo de Rusia desde 2015 para sí misma, ha facilitado su tránsito a otros países europeos.
Críticas de países europeos
El anuncio ha generado críticas desde países europeos que aún dependen del gas ruso, como Eslovaquia. El primer ministro eslovaco, Robert Fico ha mantenido relaciones cordiales con Rusia, siendo uno de los pocos líderes europeos, junto con Hungría y hasta hace poco Austria, que continúan importando gas ruso por vía terrestre.
Según Bloomberg, Fico señaló que si Kiev bloquea el tránsito de gas ruso hacia Europa, su gobierno podría tomar medidas recíprocas contra Ucrania. Eslovaquia, aunque provee electricidad y ayuda humanitaria al país vecino, se ha negado a enviar apoyo militar o respaldar la adhesión de Ucrania a la OTAN.
En respuesta, Zelensky, declaró: “Estamos perdiendo gente y es un poco embarazoso hablar sólo de dinero”.
Empresas de Hungría, Eslovaquia, Austria e Italia también alertaron a la Comisión Europea (CE) de que el cese del tránsito “provocará precios más altos para los consumidores en Europa” y complicará el suministro de gas.
No obstante, expertos energéticos como Oleksandr Járchenko, del Centro de Investigación de la Industria Energética, sostienen que estos países tienen alternativas suficientes para cubrir sus necesidades sin el tránsito por Ucrania.
“Técnicamente, no hay problemas y todos estos países cubrirán tranquilamente sus necesidades”, aseguró en declaraciones al 5º Canal de la televisión ucraniana, explicando que simplemente no quieren perder las ganancias que obtienen por el gas ruso.
Volodímir Omelchenko, del Centro Razumkov de Kiev, añadió que estas dificultades energéticas se derivan de “la agresión no provocada de Rusia contra Ucrania”, según declaró a EFE.
Pérdidas económicas
La suspensión del tránsito supondrá para Ucrania una pérdida de ingresos anuales estimada en 960 millones de euros, mientras que Rusia perderá alrededor de 6.000 millones de euros, según Omelchenko.
Estos ingresos, afirmó Kiev, se destinan en última instancia a financiar la maquinaria bélica rusa. “No queremos que estos fondos vuelvan en forma de misiles y bombas”, escribió en redes sociales Serguí Makogón, ex jefe del sistema de transporte de gas ucraniano.
A pesar de ello, Ucrania señaló que estaría dispuesta a reconsiderar el tránsito de gas ruso si Rusia no recibe ningún pago por ello hasta el final de la guerra, aunque reconocen que este escenario es poco realista.
Próximos pasos: petróleo ruso en la mira
El primer ministro Shmigal indicó que, tras el cese del tránsito de gas, Ucrania podría considerar detener el flujo de petróleo ruso hacia Europa. Actualmente, Kiev permite este tránsito hacia Eslovaquia, Hungría y la República Checa bajo presiones de la CE.
Sin embargo, las exportaciones de petróleo, especialmente a países como China, India y Turquía, siguen siendo una de las principales fuentes de ingresos de Rusia, representando hasta la mitad de su comercio exterior, según expertos ucranianos.
“Estamos trabajando para imponer sanciones totales a la energía rusa”, aseguró Shmigal, señalando que las restricciones actuales, como el tope al precio del petróleo impuesto por el G7 o la prohibición de transferencias de gas natural licuado en puertos europeos, no han logrado impedir que el Kremlin eluda estas medidas.
(Con información de EFE)