La policía sueca ha abordado este jueves el carguero chino Yi Peng 3, sospechoso de haber estado involucrado en la rotura de dos cables submarinos en el mar Báltico el mes pasado, tras haber recibido una invitación de Beijing para actuar como observadores, pero no tiene permiso para inspeccionarlo.
Según el Gobierno danés también están presentes representantes de Dinamarca, Finlandia y Alemania, los otros países afectados por el caso.
“Unos representantes de las autoridades chinas están realizando investigaciones en el barco y han invitado a las autoridades suecas para participar en calidad de observadores. La Comisión Nacional de Investigación de Accidentes también participa”, informó la policía sueca en un comunicado.
Los agentes suecos a bordo del barco, que lleva más de un mes bloqueado en el estrecho de Kattegat, en aguas internacionales entre Dinamarca y Suecia, “no están realizando ninguna medida investigativa”, precisó la institución.
La investigación que se está realizando en el Yi Peng 3 este jueves, destacó el comunicado, no forman parte de las diligencias preliminares por un posible delito de sabotaje abiertas bajo la autoridad del fiscal del Estado sueco Henrik Söderman, en las que participan también conjuntamente Finlandia y Lituania.
“Estamos aquí observando lo que hacen las autoridades chinas”, declaró un portavoz de la policía sueca, Per Engström, a la cadena pública SVT.
Estocolmo había solicitado con anterioridad a Beijing que se les permitiera examinar el carguero, para completar la investigación submarina que se ha realizado ya en los puntos en los que se descubrieron daños en los cables submarinos.
Según señaló el ministro de Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, “naturalmente ha habido un interés de todos los países afectados por los daños a los cables y por supuesto Dinamarca, porque el barco también ha navegado por aguas danesas, por llegar al fondo de este asunto”, dijo según la agencia Ritzau.
Por ello se declaró “satisfecho” de que haya sido posible negociar este “modelo”, que implica que los representantes de todos los países puedan visitar el barco de forma colectiva.
Además, Rasmussen manifestó la expectativa de que una vez que se haya completado la inspección, el carguero pueda seguir navegando hacia su destino después de más de un mes inmovilizado.
La posición del Yi Peng 3, que zarpó del puerto ruso de Ust-Lugá y se dirigía a Egipto, coincide geográfica y temporalmente con los daños, según los datos de tráfico marítimo.
Los cables C-Lion1, que conecta Helsinki con el puerto alemán de Rostock, y el cable Arelion, que va desde la isla sueca de Gotland a Lituania, fueron dañados, presuntamente por el ancla del Yi Peng 3, posiblemente entre el 17 y el 18 de noviembre. Todos los países afectados han expresado sospechas de que pueda tratarse de un caso de sabotaje.
Los gobiernos de Alemania, Suecia, Finlandia y Lituania han expresado su profunda preocupación por el corte de los cables submarinos y han señalado la posibilidad de que estos daños sean parte de la guerra híbrida de Rusia contra Europa. Subrayaron la creciente amenaza que representa Rusia en la región y han instado a la Unión Europea a utilizar su régimen de sanciones más reciente para abordar este tipo de sabotajes a infraestructuras críticas.
La región ya había enfrentado preocupaciones similares tras las explosiones de los gasoductos Nord Stream, lo que ha llevado a un aumento en la vigilancia y la cooperación entre los países de la OTAN. El 26 de septiembre de 2022, se registraron explosiones que dañaron las tuberías del gasoducto Nord Stream 1 y 2. Estos gasoductos, que transportaban gas natural desde Rusia a Europa, especialmente a Alemania, sufrieron fugas masivas luego de las detonaciones.
El caso recuerda al del mercante chino Newnew Polar Bear, cuya ancla dañó el año pasado, también en el Báltico el gasoducto submarino Balticconnector y un cable de telecomunicaciones, ambos entre Finlandia y Estonia, de acuerdo con las autoridades chinas de forma accidental.