Quién es el presunto espía chino estrechamente vinculado al príncipe Andrew de Gran Bretaña

Un presunto espía chino que cultivó estrechos lazos con el príncipe Andrew afirmó el lunes que no ha hecho “nada malo ni ilegal”, mientras el gobierno británico se enfrentaba a preguntas sobre lo que está haciendo para frustrar las amenazas a la seguridad procedentes de China.

Las autoridades británicas alegan que el empresario Yang Tengbo -conocido sólo como “H6″ hasta que un juez del Tribunal Superior levantó el lunes una orden de anonimato- trabajaba en nombre del Departamento de Trabajo del Frente Unido, un brazo del Partido Comunista Chino que se utiliza para influir en entidades extranjeras.

Es el caso más sonado de una serie de escándalos de espionaje en los últimos años, en los que se sospecha o se ha confirmado la existencia de servicios de inteligencia chinos en la clase dirigente británica, incluido el Parlamento.

He aquí un vistazo al caso de Yang:

Yang, de 50 años, también conocido como Chris Yang, figura como director de Hampton Group International, una consultora de negocios que asesora a empresas con sede en el Reino Unido sobre sus operaciones en China. Se le ha fotografiado con altos cargos políticos del Reino Unido, incluidos los ex primeros ministros David Cameron y Theresa May, en eventos.

Al parecer, Yang es un miembro clave de Pitch@Palace China, una iniciativa del Príncipe Andrew para apoyar a los emprendedores.

Yang trabajó como funcionario subalterno en China antes de llegar al Reino Unido en 2002 para estudiar. Obtuvo un máster en Administración Pública y Política Pública en la Universidad de York antes de poner en marcha su empresa.

En 2013 se le concedió el derecho a vivir y trabajar en el Reino Unido por tiempo indefinido. Yang declaró a las autoridades que había pasado temporadas en Gran Bretaña y que la consideraba su segundo hogar.

La semana pasada se conocieron los detalles del caso de Yang en un tribunal especial de inmigración, que confirmó la decisión de las autoridades británicas de prohibirle entrar en el Reino Unido en 2023. El Ministerio del Interior dijo que se creía que había llevado a cabo “actividades encubiertas y engañosas” para el Partido Comunista Chino.

Los jueces coincidieron con el MI5, la inteligencia nacional británica, en que Yang “representaba un riesgo para la seguridad nacional” y desestimaron su recurso.

El tribunal escuchó que en 2021 las autoridades encontraron documentos que demostraban la cercanía de Yang al Príncipe Andrew, hermano menor del Rey Carlos III.

Una carta de un alto consejero de Andrew decía a Yang que “nunca debía subestimar la fuerza” de su relación con la realeza. “Aparte de sus confidentes internos más cercanos, usted se encuentra en la cima de un árbol en el que a mucha, mucha gente le gustaría estar”, escribió el asesor.

Según el tribunal, cuando Yang fue interrogado por las autoridades de inmigración, no explicó detalladamente su relación con el príncipe, que, en su opinión, tenía un elemento “encubierto y clandestino”.

Las autoridades no han hecho pública la información que Yang supuestamente obtuvo o pretendía obtener. Pero el tribunal citó una declaración de 2022 del director del MI5 que describía los objetivos del Departamento de Trabajo del Frente Unido como comprar y ejercer influencia, amplificar las voces favorables a China y silenciar a quienes critican la autoridad del gobierno chino.

Andrew ha sido criticado en repetidas ocasiones por sus vínculos con extranjeros adinerados, lo que ha llevado a los críticos a sugerir que esas personas intentaban comprar el acceso a la familia real.

Yang negó rotundamente las acusaciones de espionaje y dijo que era víctima de un clima político cambiante en el que habían aumentado las tensiones entre Gran Bretaña y China.

“No he hecho nada malo ni ilegal”, afirmó en un comunicado. “La descripción generalizada de que soy un ‘espía’ es totalmente falsa”.

La oficina de Andrew dijo que el miembro de la realeza se reunió con Yang “a través de los canales oficiales” y que nunca se habló de nada delicado.

El Primer Ministro, Keir Starmer, se mostró preocupado por el desafío que supone China, pero defendió la estrategia de compromiso y cooperación de su gobierno con Beijing.

Starmer, que asumió el cargo este verano, ha tratado de reparar los lazos deshilachados y en noviembre se convirtió en el primer líder británico en reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, desde 2018.

El legislador de la oposición Iain Duncan Smith, uno de los principales críticos de Beijing, dijo que eso glosa la clara amenaza que supone China. Yang ya era un miembro conocido del Departamento de Trabajo del Frente Unido de China, dijo al Parlamento, y no debería haber podido acceder a la familia real sin escrutinio.

“La realidad es que hay muchos, muchos más involucrados exactamente en este tipo de espionaje que está teniendo lugar”, dijo.

En 2022, los servicios de inteligencia británicos advirtieron a los políticos de que Christine Lee, una abogada británico-china, llevaba años tratando de influir indebidamente en miembros del Parlamento. En 2023 se detuvo a un investigador parlamentario sospechoso de facilitar información sensible a China.

(Con información de AP)