El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se refirió este martes al avance de sus tropas sobre una franja del sur de Siria, en la frontera con los Altos del Golán, y aseguró que su presencia se mantendrá allí el tiempo que sea necesario.
Durante una visita a la cumbre nevada del monte Hermón, el pico más alto de la zona, que se encuentra en territorio sirio, el mandatario aseguró que los oficiales llevarán a cabo sus tareas allí “hasta que se encuentre otra solución que garantice la seguridad de Israel”.
Junto a él estaba el ministro de Defensa, Israel Katz, quien acompañó esta idea y sumó que dio instrucciones al Ejército para establecer su presencia allí de forma rápida, incluso con fortificaciones, anticipando una posible estancia prolongada.
“En la cima del Hermón están los ojos de Israel para identificar a nuestros enemigos que están cerca y lejos”, explicó.
Desde la caída del régimen de Bashar al-Assad en el territorio vecino el pasado 8 de diciembre, las Fuerzas de Defensa comenzaron un despliegue en la frontera con los Altos de Golán -en la denominada “zona de contención”-.
El objetivo de las FDI es establecerse en este espacio de aproximadamente 400 kilómetros cuadrados, creado por la ONU tras la guerra de 1973, y neutralizar amenazas de armas estratégicas, químicas, misiles, cohetes, defensas antiaéreas y demás, que estaban en el lugar y podrían ser interceptadas por grupos terroristas.
De hecho, este lunes, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó que una ronda de intensos bombardeos israelíes en la zona, que se enfocaron en unidades de defensa aérea y depósitos de misiles tierra-tierra. Se trató del ataque en Tartus “más fuerte desde 2012″.
Israel actuará “en cualquier arena y en cualquier momento” para destruir a cualquier formación terrorista proiraní, advirtió Netanyahu.
Todas estas maniobras, sin embargo, despertaron condenas de todo el mundo, dado que muchos acusan a Netanyahu que estar violando el alto el fuego de 1974 y, posiblemente, de estar utilizando este momento como una excusa para apropiarse de las tierras.
“Israel está destruyendo todo lo que percibe como una amenaza”, denunció Rami Abdel Rahman, director de la ONG OSDH.
El mandatario, sin embargo, ha declarado en reiteradas oportunidades que no tiene interés en hacerse con el país vecino y menos aún en iniciar un conflicto allí, pero sí resaltó que se trata de una histórica amenaza para Tel Aviv y, por tanto, no dejará esta zona sin custodia.
“No tenemos interés en enfrentarnos a Siria. Determinaremos la política de Israel hacia Siria en función de la realidad emergente en el terreno”, dado que Damasco ha sido “un enemigo activo” para Israel a lo largo de las décadas, por medio de su apoyo a grupos terroristas pro iraníes para el tráfico de armas y la ejecución de sus ofensivas.
Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, enfatizó en que “es un paso muy limitado y temporal, que hemos tenido que dar por razones de seguridad”. “Lo único que nos interesa es la seguridad de Israel y de sus ciudadanos”, sumó.
(Con información de AP)