El jefe de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, el general Park An Su, ha sido detenido este martes tras ser acusado de insurrección y abuso de poder tras la polémica declaración de la ley marcial por parte del presidente del país, Yoon Suk Yeol, el pasado 3 de diciembre, una medida que duró tan solo unas horas antes de que el Parlamento la revocara.
Park An Su, considerado el líder de la supuesta insurrección que tuvo lugar aquella noche, ha sido acusado también de abuso de poder. Así, se ha convertido en el quinto alto cargo en ser arrestado desde que se produzco la polémica medida, impulsada, según el propio Yoon, por el acercamiento de la oposición surcoreana a posturas “afines con Corea del Norte”.
Junto a él han sido detenido el exministro de Defensa, Kim Yong Hyun, el jefe de la Inteligencia Yeo In Hyung, el jefe del Mando Especial de Guerra del Ejército, Kwak Jong Keun, y el jefe del Mando de Defensa Capital, Lee Jin Woo, según informaciones de la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Este mismo martes, la Fiscalía ha vuelto a enviar otra citación a Yoon para que declare en el marco de las pesquisas en su contra por insurrección, si bien su oficina ha rechazado la misiva.
La carta estipulaba que Yoon, que ha sido suspendido del cargo tras una moción de destitución aprobada durante el fin de semana por el Parlamento por la ley marcial, debe declarar este miércoles a las 10.00 (hora local) para hacer frente a las acusaciones por insurrección y abuso de poder.
Ya el domingo el presidente evitó acudir a declarar alegando que aún carece de un equipo legal adecuado. Ahora, ha vuelto a resultar que declarará ante la Justicia si la vista se realiza de forma pública, tal y como han confirmado sus abogados. “El presidente no concibe los cargos por insurrección como una cuestión legal sino política”, han señalado en relación con el proceso de destitución, que se encuentra ahora en manos del Constitucional, que deberá someterlo a votación.
El parlamento del país, controlado por la oposición liberal, votó el sábado pasado a favor de destituir a Yoon por su efímera imposición de la ley marcial el 3 de diciembre, suspendiendo así sus poderes presidenciales hasta que el Tribunal Constitucional determine si puede continuar en el cargo. Si Yoon es destituido, se deben celebrar elecciones nacionales en un plazo de dos meses.
El primer ministro Han Duck-soo, que asumió como líder interino, ha tomado medidas para tranquilizar a Estados Unidos y a otros países y estabilizar los mercados. Al presidir una reunión del Consejo de Gabinete el martes, Han dijo que “continuará haciendo todo lo posible para informar a la comunidad internacional que la República de Corea está recuperando rápidamente la estabilidad y manteniendo la confianza con sus socios”.
Pero la intensa lucha política del país parece estar lejos de terminar, ya que los partidos rivales comenzaron a discutir sobre si llenar tres puestos vacantes en el Tribunal Constitucional.
(con información de EP y AP)